Barcelona prevé endurecer las multas por beber, orinar y masturbarse en la calle

Una de las premisas del gobierno municipal de Jaume Collboni para revertir el incivismo y mejorar la convivencia en Barcelona es endurecer las sanciones. Es algo que ha ido repitiendo en los últimos meses y que ahora se refleja en la primera propuesta de reforma de la ordenanza de civismo, que prevé aprobar en verano de 2025. El ayuntamiento ya tiene a punto el “documento mártir”, según ha explicado este viernes la comisionada de Convivencia, Montserrat Surroca, con las propuestas surgidas del proceso participativo y sus propias iniciativas. Algunas de estas son endurecer las sanciones por beber, orinar y masturbarse en la calle.

Como novedad, plantea sancionar con multas de entre 1.500 y 3.000 euros las rutas de borrachera que se organizan para turistas. Estas rutas están ahora prohibidas en el distrito de Ciutat Vella y lo estarán hasta 2028. La intención es prohibir la publicidad, organización, venta y realización de estos itinerarios, pero también el traslado o retorno de las personas que participan en ellos.

Por otro lado, uno de los agravantes que introduce el ayuntamiento es cuando el botellón se hace en lugares donde hay menores o puede incitar al consumo de alcohol de los menores. En este supuesto, la multa asciende a entre 750 euros y 1.500 euros. Las multas propuestas por el gobierno municipal son de hasta 600 euros cuando se perturba la tranquilidad ciudadana, es decir, cuando se perjudica el descanso vecinal, se realiza en zonas donde se aplican medidas de reducción del ruido o se causan "molestias graves a los vecinos".

De este modo, también se incrementará la sanción a todas aquellas actividades que perturben el descanso de los vecinos. Especialmente, con aparatos que permitan reproducir música y amplificadores de sonido.

750 euros por orinar en la calle

El planteamiento del gobierno municipal de endurecer las sanciones por orinar en la calle sólo afecta en algunos supósitos. Por ejemplo, que se haga en las inmediaciones de lavabos púbicos y de discotecas o restaurantes, así como en calles estrechas (de cuatro metros o menos).  En estos casos, se quiere castigar con una multa de hasta 750 euros.

El borrador de la reforma de la ordenanza también introduce como novedad el castigo de actos que atentan contra la libertad e indemnidad sexual en el espacio público. Se castiga así el exhibicionismo y masturbación en el espacio público frente a personas adultas, manifestaciones o expresiones verbales que puedan resultar degradantes o humillantes y que puedan ofender la dignidad de las personas a las que van destinadas.

También se incluyen los tocamientos o rozamientos (también los simuladamente accidentales), el seguimiento, mantenimiento de conductas o mensajes sexuales puntuales sin amenazas ni coacciones, y la insistencia en tocar, abrazar o cualquier otra conducta que se considere que atenta contra la libertad y indemnidad sexual.

Dureza contra los grafitis

La nueva norma también se refiere a los grafitis. El texto propone que las personas que los realicen en lugares no autorizados sean castigadas con hasta 600 euros y también penaliza que se promueva, favorezca o colabore con esta actividad. La propuesta plantea también introduce que quien hace las pintadas deba asumir el coste de la limpieza o reparación del espacio dañado, sin perjuicio también de la imposición de la sanción correspondiente.

Inicio de la tramitación

Una vez el gobierno municipal ha presentado la propuesta al resto de grupos este mismo viernes, ahora comienza el proceso para la aprobación final, que el gobierno municipal prevé que pueda ser el verano de 2025. Ahora, el resto de grupos deben plantear las sus propuestas y la aprobación inicial podría producirse ya en el primer trimestre del próximo año.

La intención es reformar una ordenanza que está en vigor desde 2005 y que, según el gobierno municipal, tiene estipuladas sanciones con importes insuficientes. El Ayuntamiento inició en febrero un proceso participativo para modificar la ordenanza.