Entrevista

Ramon Gras, urbanista: "Barcelona ha abusado de actividades efímeras como la Copa América pero necesita proyectos estructurales"

El investigador, presente en varios de los grandes planes económicos que se fraguan en el área de Barcelona, insiste en que las ciudades metropolitanas deben ser ambiciosas, antes de que sea tarde

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Ramon gras, urbanista y fundador de Aretian.

Ramon gras, urbanista y fundador de Aretian. / Manu Mitru

Àlex Rebollo

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Ramon Gras, urbanista e investigador en Ciencia de las Ciudades en la universidad Harvard, está a punto de publicar un estudio de la mano Aretian, 'startup' de la que es fundador, en el que analiza el urbanismo y las potencialidades económicas de la región metropolitana de Barcelona. Gras defiende que las administraciones deben ser valientes y apostar ahora por la innovación y la investigación para que, en poco más de 15 años vista, la Gran Barcelona deje atrás el "lento declive" en el que se encuentra y aspire a jugar en la "primera liga de la economía del conocimiento".

¿Por qué hay que impulsar una economía del conocimiento en la región metropolitana de Barcelona?

En el área de Barcelona existe una intensidad de innovación cercana al 14%. El promedio en occidente suele ser un 12%, pero en las ciudades fuertemente dinámicas es mayor: en Barcelona es un 14%, en Madrid un 15%, en París es 20% y en Boston 29%. Y que en Boston haya un 29% de intensidad de innovación hace que los salarios sean tres o cuatro veces superiores, porque es una curva exponencial. De los 800.000 trabajadores que existen en Barcelona ciudad, hay unos 125.000 que trabajan en actividades intensivas en conocimiento. Para que estuviera a la altura de su potencial debería tener 200.000. Por lo tanto, hay un déficit de 75.000 trabajadores cualificados en actividades intensivas en conocimiento o innovadoras. Si se produjera este cambio, que puede tardar unos 16 años aproximadamente, entre 2024 y 2040, supondría un aumento sustancial de los salarios, probablemente del orden del 40-50% y permitiría doblar los salarios actuales en un plazo de unos 30 años. Esto ha ocurrido en Boston, en Austin y en muchas ciudades. Hay precedentes en todo el mundo.

¿Qué modelos de ciudades dirías que se asemejana lo que es la Barcelona metropolitana ahora?

Diferenciamos entre economía y urbanismo. Por lo que respecta a la economía, Barcelona es comparable a ciudades como Lisboa, como Praga, Tallin o Estonia. Y está por detrás de Newcastle, por ejemplo. Es decir, que no está al nivel de las ciudades que le correspondería. La idea de que Barcelona juega en la primera división del talento es falsa. Barcelona juega en la cuarta división del talento mundial. Y podría jugar en la primera o en la segunda en los próximos años, si se hacen las cosas como es debido. En ciudades altamente dinámicas, tanto de Suiza, como de Inglaterra, como de Holanda, los salarios son el triple, a veces cuatro veces superiores, porque la economía es mucho más dinámica, más meritocrática, es mucho más democrática. Cleveland es el doble de próspera per cápita que Barcelona. Barcelona y la región metropolitana deben ser mucho más ambiciosas.

Ramon Gras, urbanista.

Ramon Gras, urbanista y fundador de Aretian. / Manu Mitru

¿Y en urbanismo?

Ahora publicamos un estudio comparativo de cinco ciudades similares: Ámsterdam, Boston, Barcelona, Múnich y Estocolmo.Con regiones metropolitanas de tres o cuatro millones, de países desarrollados occidentales, y que tienen problemas de tipo urbanístico similares. En el capítulo del urbanismo, Estocolmo es la que va por delante, algo después viene Barcelona, que es interesante, y posteriormente ya tenemos Amsterdam, Boston y, después, Múnich. Tanto el 'Eixample' de Estocolmo como el de Barcelona tienen una constitución de tipo fractal, de las diez tipologías que hemos identificado urbanísticas, y esto favorece que cerca de un 40-45% tanto de Estocolmo como de Barcelona tenga una composición bastante agradable, estética y funcional. Ahora bien, la territorialidad dentro de Barcelona es muy grande. Barrios como Ciutat Meridiana o la Clota tienen una menor calidad urbanística si los comparamos con la Dreta del Eixample o Sant Gervasi y partes de Bonanova. En la esfera mundial, Barcelona se encontraría en una franja media-alta, pero es internamente muy heterogénea. Barcelona lleva muchas décadas priorizando el crecimiento de tipo cuantitativo sobre el cualitativo. Pero la única manera en la que podemos competir es la cualitativa, con productos y servicios sustancialmente superiores en calidad a los demás. Y aquí vamos cojos.

¿Barcelona depende demasiado del turismo?

Totalmente. En la región de Barcelona hay 321 industrias de las 848 que existen a nivel mundial. En temas de sofisticación, que es el elemento principal, de estas 321 industrias, las tres subindustrias que se encuentran en la cola son las tres vinculadas con el turismo. Es decir, que es la industria que más precariza, que promueve sectores de la economía menos intensivos en conocimiento, que genera puestos de trabajo más débiles. Por lo tanto, es un sector que podemos decir objetivamente que está arrastrando a Barcelona y su área metropolitana hacia una cierta precariedad y una cierta pobreza.

Habla del turismo en general.

Exacto. Estuve hace pocos días en Mallorca y me decían que cerca de dos tercios de la economía dependen del turismo, directa o indirectamente. Austin, en Texas, y Mallorca han doblado la población como región metropolitana en un periodo similar. Pero Austin ha triplicado los salarios y la riqueza y Mallorca está bajando en riqueza per cápita. Austin se ha centrado en el 'software' y en determinados tipos de comercio de productos sofisticados y en Mallorca ha habido un monocultivo. Mallorca, si no realiza un cambio sustancial, llegará un momento en el que puede entrar en una situación de colapso. El caso de Barcelona no es tan extremo, porque está más diversificada, pero comparte distintos componentes.

Ramon Gras, urbanista.

Ramon Gras, urbanista y fundador de Aretian. / Manu Mitru

¿A qué escenarios lleva seguir creciendo por esta vía?

Si sigue creciendo por la línea de priorización extrema del turismo y cosas como la Copa de América e intervenciones de este tipo, que a mí me sorprenden... En Barcelona y Catalunya todo el mundo decía hace 20 años, cuando Valencia promovía la Copa América, que era una horterada de nuevo rico. Y además la Copa América en sí dura 15 días. Es un campeonato efímero, extranjero, elitista, minoritario y de poco impacto. Barcelona ha abusado durante décadas de intentar vivir de actividades o celebraciones efímeras. Lo que necesita son proyectos estructurales de largo recorrido, fuertes, bien pensados. Proyectos con diseño urbanístico de calidad, una economía del conocimiento fuerte que genere prosperidad y una elevación de la calidad de vida para todos, que no sea elitista. Sin estos tres componentes, Barcelona no avanzará. La ciudad mantiene ahora un lento declive. Tenemos una gran oportunidad para darle la vuelta. Si esperamos 15 o 10 años y las industrias que aún quedan pierden más fuerza, pasará como con el textil, que murió y que nunca lo hemos recuperado.

¿Cuáles son las zonas donde esta economía del conocimiento puede tener mayor arraigo?

La heterogeneidad de industrias en la región metropolitana es bastante elevada, algo que está bien, pero aún debería serlo más. Debería hacerse una jerárquia, con tres grandes distritos de innovación, que serán Barcelona-Besòs, los cinco antiguos polígonos cercanos a la Sagrera. Allí hay 140 hectáreas, 8.400 trabajadores y podría haber 32.000. Otro distrito será el de Esplugues-Pederalbes, con cuatro campos de conocimiento, el médico y biotecnológico, el de la salud, deportes y agroalimentario, el del Urban Tech y finalmente el de la inteligencia artificial aplicada a los negocios. Y el tercer gran componente es el de Badalona y las Tres Xemeneies, con un corredor Besòs que sería más industrial, más físico, de productos sofisticados. Luego tendríamos áreas de segundo orden como L'Hospitalet y Bellvitge, Vall d'Hebron, podríamos tener en el Eixample o una regeneración del corredor La Diagonal y Sant Gervasi. También podría haber núcleos de segundo orden en Sabadell, en Terrassa, en Sant Cugat, en Mataró o en Igualada. Y luego podría haber núcleos de tercer orden como Sitges o Sant Feliu de Llobregat.

¿Existe suficiente voluntad política?

Hay municipios como Esplugues o como Badalona que parece que apuestan fuerte por ello. En el Ayuntamiento de Barcelona veremos. Creo que en promoción económica hay un rumbo algo incierto. Hasta ahora no ha estado del todo claro, porque ha habido esto de la Copa de América y otras iniciativas que no apuntan en esta dirección, pero si hay una verdadera apuesta en los próximos años, Barcelona tiene una gran oportunidad. Es necesario que la ciudad sea ambiciosa; es necesario que la ciudad vuelva a ser como ha sido en el pasado: innovadora.

¿La planificación económica y urbanística ha estado a la altura?

No lo ha estado. Es verdad que hubo ciertos esfuerzos en los años 80, por ejemplo, en coser barrios de clase trabajadora que habían quedado en unas condiciones inaceptables. Pero la calidad urbanística que ha surgido desde entonces es bastante mediocre, con muy pocas excepciones. Barcelona debe volver a ser atrevida. Ser extremadamente conservador como se ha sido en los últimos 25 años es un riesgo mucho mayor que los riesgos asociados con innovar. Innovar es un valor seguro.

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