En Barcelona

El edificio de Sepu de la Rambla resucita una de sus plantas con el calzado de la firma Bata

La moratoria de licencias que vive el eje no afecta a esta apertura, ya que la propiedad mantenía el permiso para dicha actividad

La Rambla se radiografía para mejorar: suma 800 vecinos, 320 empresas, 2.800 trabajadores y 460.000 turistas alojados al año

Empieza la fase principal de la reforma de la Rambla de Barcelona: todos los detalles

Barcelona suspende licencias de tiendas cannábicas y manicuras en Ciutat Vella y frena cualquier nueva apertura en la Rambla

Exterior del nuevo establecimiento, en el 120 de la Rambla.

Exterior del nuevo establecimiento, en el 120 de la Rambla. / Elisenda Pons

Patricia Castán

Patricia Castán

Barcelona
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La semana pasada, aprovechando la entrega de los premios Ramblistas de Honor, el presidente de Amics de la Rambla, Pau Bosch, reivindicaba que se levante la suspensión temporal de licencias que vive este eje para evitar que esta afecte a su dinamismo comercial. Es decir, que los negocios ahora cerrados estén condenados a meses de inactividad hasta que el ayuntamiento lleve a cabo el plan de usos que debe relevar al de 2015, aprovechando la transformación urbanística de la Rambla. Pero en medio de ese panorama de congelación de aperturas, esta semana ha desembarcado una conocida marca de calzado, Bata, que no tenía presencia en la capital catalana y ocupa los bajos del mítico edificio de Sepu. De momento se trata de una aventura 'pop up' (temporal), aunque por un periodo indefinido.

Interior de la nueva tienda Bata en la Rambla.

Interior de la nueva tienda Bata en la Rambla. / A.M.

La pirueta ha sido posible porque la actual moratoria no permite abrir nuevos negocios salvo que se hubiesen iniciado trámites antes de la medida municipal (julio pasado), o bien la actividad cuente con licencia previa en manos de propiedad. Así es el caso del número 120 de la Rambla, en cuyos bajos estuvo ubicada una franquicia de Nike que cerró a finales de 2022. De ese modo, quedó desierto de actividad todo el inmueble, ya que también desapareció la óptica que ocupaba el local más pequeño, mientras que otra parte de los bajos más la primera planta sigue sin uso tras la marcha del NBA Café (primero de Europa), que no sobrevivió a la pandemia.

Reactivación

La llegada de Bata animará por fin dicho tramo. El espacio se ha dividido entre calzado general y calzado deportivo, según explica a este diario un portavoz de la propiedad. Los titulares de la finca mantienen a su nombre las últimas licencias de todos sus espacios. Ello les ha permitido seguir comercializándolos siempre y cuando que el inquilino realice la misma actividad. Será así hasta que se desarrolle el nuevo plan de usos, para el que el distrito de Ciutat Vella fijó un plazo de un año, prorrogable a uno más.

En opinión de Bosch, es necesario que el consistorio levante las suspensiones sobre todo en el caso de actividades de calidad, como ya pretendía la planificación previa.

Detalle de los productos del establecimiento.

Detalle de los productos del establecimiento. / A.M.

La entidad ve con buenos ojos este brote verde. La semana pasada numerosos camiones descargaron una gran cantidad de mercancía en la nueva zapatería, mientras que los operarios se afanaban en una rápida renovación e interiorismo para poder abrir el fin de semana.

Bata es una firma centenaria de origen checo con presencia en 70 países y 5.800 puntos de venta en el mundo, siendo líderes del sector en Italia. En Barcelona tuvieron un espacio en un centro comercial, pero actualmente solo estaban representados en el área metropolitana. En la Rambla han encontrado un espacio idóneo, dado que la marca es muy conocida para el visitante internacional.

El edificio sigue siendo conocido por varias generaciones como la sede de Sepu, ya que los grandes almacenes se ubicaron allí desde su apertura en 1935 hasta su cierre hace ya 24 años. Es uno de los espacios que hasta ahora estaban sin uso y que llevaron a los Amics de la Rambla a reivindicar la flexibilidad de la moratoria. Pero la lista es mucho más amplia. El arquitecto Alberto Mejías, artífice de los primeros catálogos de locales emblemáticos de Barcelona, comparte la misma cruzada desde hace meses, mediando entre propietarios y operadores para facilitar la dinamización en la Rambla y en calles aledañas donde establecimientos históricos han bajado la persiana.

Suscríbete para seguir leyendo