Transporte público

El RACC rechaza una vez más la conexión del tranvía hasta Francesc Macià: "No es una prioridad"

La entidad considera que la ciudad debe anteponer otros proyectos, aunque celebra el fin de las obras entre Glòries y Verdaguer "por las molestias que ha generado a la ciudadanía"

La prolongación del tranvía en Barcelona se estrenará el 9 de noviembre

El coche ya supone menos del 20% del total de desplazamientos en Barcelona

El Trambesòs, en el nuevo trazado entre Glòries y Verdaguer, el lunes

El Trambesòs, en el nuevo trazado entre Glòries y Verdaguer, el lunes / Ferran Nadeu

Carlos Márquez Daniel

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Barcelona
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No es ningún secreto que el Real Automóvil Club de Catalunya (RACC) no es muy partidario de la conexión del tranvía por la Diagonal. Al día siguiente de que se hiciera público que el 9 de noviembre se estrenarán tres nuevas paradas que conectarán Glòries y Verdaguer, el presidente de esta entidad, Josep Mateu, ha vuelto a concretar este martes el posicionamiento de la compañía: "Seguimos considerando que no es una obra prioritaria para Barcelona". En su opinión, hay otros proyectos que deben pasar por delante.

A mediados de diciembre de 2016, el RACC presentó un estudio en el que los expertos de la entidad analizaban los efectos de la conexión de los dos ramales del Tram a través de la Diagonal. El día de la presentación, Mateu aseguró que el informe se hizo "con absoluta independencia, neutralidad y rigor técnico". "No decimos 'no' al tranvía -aseveró-, decimos que las cosas se tienen que hacer mejor y sin prisas".

La prolongación del tranvía en Barcelona se estrenará el 9 de noviembre

Las pruebas del tranvía, el pasado lunes / Ferran Nadeu

En su diagnóstico, la entidad llegaba a la conclusión de que crecería la congestión, y, por ende, la contaminación. También afectaría gravemente a las líneas de bus que atraviesan la Diagonal. Según sus cálculos, salir de Barcelona por la Diagonal hacia el Llobregat requeriría 11 minutos más de trayecto (a los coches) por los cambios de configuración de carriles.

El futuro, en juego

"No somos contrarios al tranvía, pero pedimos al ayuntamiento que realice más estudios, con más rigor, porque nos jugamos la ciudad de los próximos 50 años", insistió el presidente del RACC, que ya entonces deslizó que este plan "no parece que sea una prioridad para los ciudadanos". Han pasado ocho años desde aquel pronóstico, pero la opinión del club no ha variado. Eso sí, Mateu ha celebrado el fin de las obras entre Glòries y Diagonal con Girona "que han causado tantas molestias a los ciudadanos".

La prolongación del tranvía en Barcelona se estrenará el 9 de noviembre

Una escuela atraviesa un paso de peatones de la Diagonal. Al fondo, el Tram en pruebas, el lunes / Ferran Nadeu

A mediados de 2017, el ayuntamiento presentó sus propias conclusiones. Era un sesudo trabajo dirigido por Pere Macias y su escudero Oriol Altisench. Tomos y tomos en los se había analizado cada centímetro cuadrado, hasta llegar a la conclusión de que el trazado propuesto, en superficie y por la Diagonal, era el más eficiente. El estudio informativo ponía sobre la mesa cuatro posibles recorridos: por la Diagonal en superficie con los coches en los laterales y el carril bici en el centro junto a las vías, a través de un túnel que iría de Francesc Macià hasta el cruce de la avenida con Bruc, a través de Urgell y Provença hasta desembocar también en Bruc y una cuarta opción de dejar las cosas como están.

¿Macias se equivoca?

En noviembre de ese mismo año, un momento en el que el gobierno de Ada Colau ya tenía el proyecto definido pero le faltaba el acuerdo político, el RACC volvió a cargar contra el tranvía por la Diagonal, llegando a proponer tres trazados nuevos que incluían usar Gran Via o Aragó. Según la entidad, los estudios municipales liderados por Macias habían infravalorado  los datos que apuntaban hacia un aumento del tráfico y un empeoramiento de la calidad del aire". Lo cierto, sin embargo, es que los datos demuestran que ha sucedido todo lo contrario: la movilidad privada estaba por debajo de 20% en 2023 (19,9%), por un 22,3% en 2017, y los niveles de polución también han bajado; casi a la mitad, de hecho, en el caso del dióxido de nitrógeno.

Está todavía por concretarse el acuerdo político para poder construir el tramo de 1,9 kilómetros que falta entre Verdaguer y Francesc Macià. Eso no es ninguna guerra, ni mucho menos un partido de fútbol. Pero podría decirse que todavía hay partido para el RACC.