A finales de 2025

Las floristas de la Rambla de Barcelona se trasladarán a la plaza Catalunya durante la reforma

El ayuntamiento empieza a retirar este martes los siete establecimientos en desuso para renovar el tramo central

Barcelona cierra las últimas cinco paradas de las antiguas pajarerías de la Rambla

Finaliza la primera fase de transformación de la Rambla de Barcelona

Empieza el traslado provisional de las paradas de flores de la Rambla

Empieza el traslado provisional de las paradas de flores de la Rambla / JORDI OTIX / VÍDEO: J. OTIX / M. TUDELA

Judith Cutrona

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Barcelona
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Las ocho paradas de floristas que mantienen su actividad en la Rambla de Barcelona se trasladarán provisionalmente a la plaza de Catalunya mientras se realice la reforma de la parte central donde ahora están ubicadas. La previsión del ayuntamiento es que este traslado se haga en el último trimestre de 2025 y que las paradas se coloquen en la parte que queda más cerca del paseo. Cuando terminen las obras, teóricamente en 2027, volverán a su lugar habitual. El proyecto de reforma mantiene las concesiones existentes, pero no añade más paradas.

Mientras, el consistorio ha empezado este martes a desmontar y retirar las siete paradas que están en desuso por renuncia de los titulares o por amortización acordada en los últimos años de forma progresiva. Con esta retirada se dará más espacio al paseo para avanzar la transformación y se alargará como máximo hasta el 8 de noviembre. Estas siete paradas son las cinco ubicadas entre la Rambla 100 y 114, en el lado Besòs, y las otras dos situadas delante del número 79 y 87 en el lado Llobregat.

Cuando retiren estos establecimientos, el ayuntamiento también prevé, todavía sin fecha y en el mismo marco de la reforma, retirar las antiguas pajarerías, ya cerradas de manera definitiva en dos intervenciones: una el 21 de agosto, con la que se recuperó la titularidad de seis establecimientos, y otra el 16 de septiembre, cuando se dieron por cerradas un total de 11 paradas.

“Hemos vivido otra Rambla”

El ayuntamiento ya ha comunicado a los paradistas activos el traslado de ubicación en 2025. Jose Moya es el paradista de la primera parada que se ha empezado a desmontar este martes. Llevaba 40 años en ella hasta que llegó la pandemia. A partir de entonces se trasladó a una parada de más abajo del paseo. En declaraciones a EL PERIÓDICO, recuerda con nostalgia cómo ha cambiado la Rambla en los últimos 20 años. Lamenta que los barceloneses ya no bajan al paseo y que no les queda otra que “vivir de la gente que pasa”, que básicamente son turistas. “No puedes vivir de otra cosa. No puedo estar pensando en los recuerdos, sino no comería”, afirma. “Hemos vivido otra Rambla”, un paseo y una situación que no cree que vuelva a suceder.

"Que todos los caminos lleven a la Rambla"

La reforma de la Rambla es una de las prioridades del gobierno de Jaume Collboni. La voluntad es que el paseo "vuelva a ser de los barceloneses", ha explicado el comisionado del Pacte per Ciutat Vella, Ivan Pera. Para el ejecutivo, la intención es “que todos los caminos lleven a la Rambla” y la retirada de estas paradas "es un paso importante, pequeño, pero bastante significativo para que la Rambla sea un espacio de ocio y cultura".

La primera de las cinco fases de la reforma finalizó este julio. Concretamente, el tramo comprendido entre la estatua de Colón y Santa Madrona. Con esta intervención, la parte baja de la Rambla, que conecta esta emblemática avenida con el mar, será más peatonal y verde. En total, se han reformado unos 23.000 m² y se ha modificado el trazado de la avenida de las Drassanes para mejorar la conexión con el litoral, extendiendo la Rambla hasta el frente marítimo.

Mientras tanto, continúan en marcha las obras de reforma en loscuatro tramos restantes de la Ramblaque comenzaron hace un mes de forma simultánea. Los tramos son: de Santa Madrona a Arc del Teatre; de Arc del Teatre a Liceu; de Liceu a Portaferrissa y de Portaferrissa a Canaletes. La promesa del actual ayuntamiento es que toda la transformación termine en 2027, en lugar de 2030 como se había previsto inicialmente. Así, las obras de esta importante calle de la capital catalana finalizarían poco antes de las próximas elecciones municipales. En total, se destinarán 55,6 millones de euros a la transformación de todo el paseo, sumando las cinco partes.