El 'boom' del turismo
Los cuatro grandes monumentos de Gaudí en Barcelona ingresan más de 240 millones de euros al año
La Sagrada Família, el Park Güell, la Pedrera y la Casa Batlló acumularon en 2023 cerca de 12 millones de visitas, con ganancias que ya dejan atrás los años previos a la pandemia
El Park Güell supera los 180 millones de recaudación en su primera década de entrada regulada
La visita a todos los edificios de Gaudí en Barcelona sale por entre 150 y 330 euros por persona

Turistas, a la entrada de la Casa Batlló, este lunes, consultando su entrada antes de acceder al 43 de paseo de Gràcia / Zowy Voeten


Carlos Márquez Daniel
Carlos Márquez DanielPeriodista
Periodista especializado en Barcelona. En 'El Periódico' desde principios de siglo. Los últimos 15 años, dedicados a la información local: movilidad, urbanismo, infraestructuras, política municipal, barrios, área metropolitana y medio ambiente. Colaborador habitual en los programas de televisión 'Planta Baixa' (TV3) y 'Bàsics' (Betevé).
¿Qué sería de Barcelona sin Gaudí? Es la pregunta que alguien lanzó años atrás en ese templo de la sabiduría que es 'Forocoches'. Y entre las muchas respuestas, hay una que, en busca de encender el debate, invita a la reflexión. "Sería Madrid", dijo uno. Con playa, por supuesto, añadieron muchos otros. El caso es que la capital catalana, a pesar de tener más de 2.000 años de vida, debe buena parte de su peculiaridad y encanto contemporáneo a los edificios y a los monumentos que legó el genial arquitecto nacido en Reus en 1852.
Se puede echar la culpa del 'boom' turístico a los Juegos del 92, pero sin la Pedrera, la Casa Batlló, el Park Güell o, por supuesto, la Sagrada Família, la ciudad quizás habría vivido un 'prime' más fugaz, para volver luego a un cierto anonimato, como le ha sucedido a tantas otras sedes olímpicas. Esos 'big four' del modernismo, además de ser un imán para los forasteros y formar parte del patrimonio de la UNESCO, son auténticas máquinas de facturar, con unos ingresos anuales superiores a los 240 millones de euros. Solo en 2023, acumularon casi 12 millones de visitas.

Turistas en el Park Güell este lunes en las vísperas de La Mercè. / ZOWY VOETEN
Antoni Gaudí era uno más de los arquitectos que embelesaban a la clase pudiente de Barcelona. Pasaba lo mismo con Enric Sangier (Casa Arnús), Adolf Ruiz Casamitjana (La Rotonda), Lluís Domènech i Muntaner (Sant Pau) o Josep Puig i Cadafalch (Casa Amatller). Poco podían imaginar que el sueño de un puñado de familias burguesas, que en algunos momentos se tornó competición de arte vertical, terminaría por convertirse en el principal reclamo de la ciudad. Y así ha sido: 98 años después de la muerte de Gaudí, la mayoría de los lugares más visitados a esta orilla del Mediterráneo salieron de su libreta (o de sus bocetos). Con permiso del Museo del Barça, el Aquàrium, el Poble Espanyol o el Museo Picasso.
Los años del virus
La basílica del Eixample recibió en 2023 un total de 4.707.367 visitantes, una cifra muy similar a la de 2019, año que mantiene el récord absoluto con 10.000 entradas más. La taquilla se cerró con unos ingresos de 127 millones de euros. Supuso la recuperación definitiva después de tres años aciagos por culpa de la pandemia: 760.000 visitantes en 2020, 1,26 millones de accesos en 2021 y 3,78 millones en 2022. En la actualidad, la Sagrada Família recibe casi 13.000 visitantes diarios (el equivalente a la población del barrio de Horta) que generan una facturación media de 350.000 euros al día. Es el monumento más visitado de Barcelona.

Turistas en Casa Batlló comprando tickets y regalos en la tienda de recuerdos del interior. / ZOWY VOETEN
El Park Güell engendró en el ejercicio 2023 unos ingresos de 34,7 millones de euros, la cifra más alta desde que el consistorio decidiera, en octubre de 2013, cerrar la zona monumental del jardín del barrio de la Salut. En estos primeros 10 años, de hecho, este monumento ya ha conseguido para las arcas municipales más de 180 millones de euros, con un repunte importante a partir de junio de 2020, cuando se amplió de 1,7 a 12 las hectáreas de pago. El global del parque pasó de nueve a cuatro millones de visitantes, pero al eliminar la zona gratuita, los ingresos se dispararon al crecer la demanda tarifada, de los 21,3 millones de 2019 a los 34,7 actuales. Se logró el objetivo de reducir a la mitad la presión turística del parque, y de paso, las ganancias crecieron un 63%.
Dividendos y mejoras
La Casa Batlló, gestionada desde 1993 por la familia Bernat, antigua dueña de la empresa Chupa Chups (vendida en 2006, se dijo en su momento, por unos 400 millones de euros), ingresó en 2023 un total de 56,3 millones de euros (un 57% más que en 2022) tras recibir la visita de 1,57 millones de personas, el doble que en 2013. El resultado antes de impuestos fue de 30.722.099 euros, casi el doble que en el ejercicio anterior. De los 56 millones ingresados, 48 hacen referencia a la venta de entradas, mientras que el resto salen de los eventos y las tiendas.

'Selfie' en las entrañas de la Casa Batlló, este lunes / Zowy Voeten
Al margen de los esperables dividendos (unos 15 millones de euros en 2023), el 'family office' también destina buena parte del dinero a la mejora del inmueble: en los últimos cinco años, 20 millones destinados a la restauración y modernización de la Casa Batlló. Ya lo hicieron con el salto de siglo, después de que en 1996 abrieran la casa al público por primera vez tras décadas como edificio de oficinas y viviendas. En 2002 se abrió la planta noble y dos años después se recuperó y se abrió el desván. Ya en 2005, el monumento fue declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO. Y desde ahí, a volar: iluminación de la fachada, visitas interactivas, epicentro de Sant Jordi con el frontis repleto de inmensas rosas (obra de la agencia Hache) o la experiencia inmersiva adaptada a partir de 2021.
"Seguir creciendo"
La Pedrera, en manos de la fundación Catalunya La Pedrera, ingresó en 2023 cerca de 22,3 millones de euros por la venta de entradas. Entre enero y diciembre, la también conocida como Casa Milà recibió la visita de cerca de un millón de personas, cifra muy similar a la registrada en los años anteriores al covid. Para 2024, según explica un portavoz de la fundación a este diario, la idea es "seguir creciendo y superar los niveles precovid; siempre asegurando la calidad de la experiencia del visitante y el control de los aforos para cumplir con los protocolos de seguridad".

Este lunes, en la Sagrada Familia cientos de turistas hacen filas para comprar tickets. / ZOWY VOETEN
Además de reinvertir el dinero en la mejora de su patrimonio (son también dueños del Món Sant Benet, entre otros espacios), la fundación, según señala un portavoz, destina buena parte de sus ganancias a proyectos sociales transversales: la atención de las personas mayores, la sostenibilidad, la generación de empleo para personas en situación de vulnerabilidad o la promoción de vocaciones científicas.
El 'efecto Benedicto'
La finca del número 92 del paseo de Gràcia es la obra de Gaudí que menos incremento de visitas ha experimentado. De hecho, el año pasado recibió menos turistas que en la primera década del siglo XX, con años (2006 o 2007) en los que se vendieron casi 1,4 millones de entradas. El resto de monumentos del 'big four' gaudiniano, en cambio, han dibujado una escalada considerable.
La Sagrada Familia, por ejemplo, con 1.420.087 entradas en el año 2000 (en 1994 eran 700.000) y 2.376.780 en 2005, estaba no hace tanto a años luz de los 4,7 millones actuales. En 2011 se produjo el primer gran salto con la consagración de la basílica, en noviembre de 2010, por parte del papa Benedicto XVI: se ganó de golpe un millón más y se superó el listón de los tres millones. La barrera de los cuatro millones se pulverizó en 2016, con una cosecha de 4.561.848 accesos. No sería raro cerrar 2024 con cinco millones de peregrinos.

Benedicto XVI, en la Sagrada Família, el 7 de noviembre de 2010 / Julio Carbó
El Park Güell solo tiene registros desde 2014, el primer ejercicio entero con el perímetro regulado y de pago. Ese año fueron 2,6 millones de entradas vendidas, y la cosa se estabilizó sobre los tres millones desde 2016 hasta la pandemia. Los años 2022 y 2023, con el covid ya atrás, se superaron de largo los cuatro millones.
De Andorra a Gràcia
Más allá de los cuatro grandes monumentos, Barcelona tiene otras obras relevantes que llevan la firma de Antoni Gaudí. La Casa Vicens, en Gràcia, recibió en 2023 la visita de 200.000 personas, un 58% más que el año anterior y un 22% más que antes de la pandemia. Esta finca, en la calle de las Carolines, fue adquirida en 2014 por el banco andorrano MoraBanc que, tras una reforma integral, la abrió al público en noviembre de 2017. La cifra de negocio de 2022 fue de 2.125.464 euros. Aplicando ese elevado aumento de entradas de 2023, el ejercicio debió cerrar sobradamente por encima de los tres millones de euros. La propiedad, sin embargo, todavía arrastra la deuda de la reforma (unos cuatro millones de euros) y de la compra del inmueble, un montante que no se hizo público, pero que rondó los 30 millones de euros.

La Casa Vicens, otra perla de Antoni Gaudí, en este caso, en el barrio de Gràcia / Ferran Sendra
A todos estos monumentos habría que sumarle la Torre Bellesguard, en Sant Gervasi, o el Palau Güell, en el Raval. La primera es la única finca de toda esta larga lista que no forma parte del patrimonio de la UNESCO, pero no por ello deja de ser una de las perlas que Gaudí legó a Barcelona. Sucede lo mismo con el colegio de las Teresianas, en Ganduxer, la obra más minimalista del genial arquitecto, que, por orden de las religiosas, tuvo que contener su florido lápiz, o la Casa Calvet, el único edificio del autor que fue premiado por el Ayuntamiento de Barcelona.
Mientras, en el mundo...
Las comparaciones son siempre odiosas, pero una ojeada a monumentos de otros países permite situar a Barcelona en el escenario internacional. El Coliseo de Roma, por ejemplo, generó en 2023, con 12 millones de visitas, unos ingresos brutos de 80 millones de euros. En el caso de París, la Torre Eiffel, con 6,2 millones de visitantes, ingresó en 2022 unos 113 millones de euros.

Imagen de archivo de la Torre Eiffel, durante los JJOO de París / Europa Press
Según un estudio presentado hace un año por la empresa de consignas de equipaje Bounce, la atracción mundial que más genera es el edificio Burj Khalifa (el más alto del planeta), en Dubai. Con entradas desde 44 euros, se prevé que este año recaude más de 650 millones de euros. Le siguen el edificio de la ópera de Sydney, con casi 300 millones, y cierra el podio el Empire State Building, con algo más de 160 millones de euros. En esta misma clasificación, el único exponente español es la Sagrada Família, que ocupa el puesto número nueve. Curiosamente, el único icono religioso de la lista. De Barcelona al cielo.
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