Una Mercè de retornos y ausencias: así han evolucionado los escenarios de la Fiesta Mayor de Barcelona

La Mercè adquirió una deuda con el Besòs en 2023. Este año la paga, pero solo la salda a medias. Tras unos años de idilio con la periferia en que abrió la agenda de actos que el centro solía acaparar, la Fiesta Mayor pasó de largo el año pasado en dos enclaves junto al río con aspiraciones de erigirse en plazas fijas de la gran cita de Barcelona. 

El parque de la Trinitat cayó del programa tras encandilar sin interrupción -salvo por el Covid- como pista para números de circo, danza, teatro y música desde 2016. La exclusión ha sido fugaz, porque este año reaparece en el cartel, de nuevo con un picoteo de artes escénicas a degustar entre el sábado y el domingo y una exposición de arte urbano al aire libre que justifica la visita hasta el martes. En cambio, la Mercè rehuye de nuevo el parque del Besòs. Algo lejanos se divisan ya los multitudinarios picnics familiares en el Bon Pastor que, en 2018 y 2019, invadieron (literalmente) el río, allí donde el agua funde la capital con Santa Coloma de Gramenet. 

No es la única baja de los festejos, compensada por algunas altas que no se han buscado en los márgenes de la capital, sino en su núcleo. Los escenarios que se instalan esta vez en plaza Catalunya y se recuperan en la antigua fábrica Estrella Damm suplen una ausencia notoria, la del Moll de la Fusta, obligada por la Copa América. El ‘village’ montado por la competición de vela ocupa todo el paseo, punto habitual de los conciertos del BAM.

De Joan Miró al Port Olímpic

De la Mercè del 2024 también se descuelga el parque de Joan Miró, tras cuatro ediciones en que se había consagrado como un reclamo para el público familiar. Hace un año ya se intuía que la gran explanada próxima a la plaza Espanya podía esfumarse de los fastos, en vistas al inicio de las obras de conexión de las líneas de Ferrocarrils de la Generalitat que unen a Barcelona con el Vallès y el Baix Llobregat. Más de 5.000 metros cuadrados del parque han quedado expeditos de vegetación en las últimas semanas, con la tala de 75 pinos y el traslado de 19 palmeras para despejar la zona logística donde se acopiará tierra excavada y maquinaria de la ampliación ferrovaria. 

En consecuencia, Joan Miró también decae del programa. A cambio, el Port Olímpic reinaugurado en julio tras la remodelación ingresa como escenario del MAC, el festival de espectáculos de calle de la Mercè. A su vez, el parque de la Estació del Nord se consolida como el eje de las artes escénicas al aire libre de la Fiesta Mayor en sustitución del parque de la Ciutadella, relegado de las celebraciones por segundo año consecutivo. 

Sí perduran otras ubicaciones ya emblemáticas, como el castillo de Montjuïc, el Palacete Albéniz y el parque del Aqüeducte, en Ciutat Meridiana. En cambio, se prescinde de la Nau Bostik para los conciertos de la Mercè y no se repite el ensayo de la ‘superilla’ dedicada a los números de pequeño formato en Consell de Cent, entre las calles Rocafort y Borrell, con la que se experimentó en 2023. La inclusión de la plaza del Moviment Obrer, en La Marina del Prat Vermell, la plaza de Sarrià y el parque de Trinitat Vella en la programación ha resultado fugaz: emergieron el año pasado como telón de fondo para la recuperada comparsa de Picasso y, como el Guadiana, desaparecen esta vez. 

“En el olvido”

La omisión del parque de la Trinitat y el parque fluvial en 2023 sentaron como un jarro de agua fría en la franja del Besòs de Barcelona. “Nos enteramos tarde, de repente y cuando faltaba una semana para la Mercè. No dieron ninguna explicación”, recuerda Manoli Vera, de la Asociación de Vecinos de Trinitat Vella.

La dirigente vecinal aplaude que esa parte del distrito de Sant Andreu se repesque para la fiesta. “Es muy importante para el barrio, significa abrirlo a Barcelona”, define Vera, que destaca que es un emplazamiento “práctico y cómodo” para llegar, a través de la Línea 1 de metro.

La satisfacción de Trinitat Vella contrasta con el chasco que se han llevado en el Bon Pastor. “Nos han dejado en el olvido”, lamenta Paquita Delgado, presidenta de la Asociación de Vecinos del barrio. Cuenta que reclamó que los festejos hicieran parada de nuevo en la ribera del río. “Preguntamos hace unos meses al distrito y Alcaldía si tenían previsto que la Mercè volviera, pero no lo habían pensado”, explica.

Tras el paréntesis de la pandemia, el retorno al Besòs quedó pospuesto en 2022 por unos trabajos de ajardinamiento junto a las últimas Casas Baratas y el cambio de gobierno en 2023 no favoreció retomar la promesa de volver a extender la Fiesta Mayor a la linde de la ciudad. “Las obras ya acabaron y se levantó la valla. Pensamos que podríamos haber tenido la Mercè este año, pero se les ha pasado. Es decepcionante”, se sincera Delgado, que rememora la "acogida impresionante" que el lugar se granjeó durante un bienio. “Vamos a seguir reivindicándolo para lograr el compromiso de que las fiestas vengan al Bon Pastor el año que viene”, se compromete la líder vecinal.