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"Es una falta de respeto": Barcelona riñe a Interior por interesarse por las cargas policiales del Esplai del Pi

Una fiesta de un 'esplai' en Ciutat Vella acaba con dos detenidos, gas pimienta y heridos

La parroquia del Pi apoya a su 'esplai' y pide explicaciones a la Guardia Urbana por las cargas policiales

Dos agentes de la Guardia Urbana de Barcelona, en una imagen de archivo

Dos agentes de la Guardia Urbana de Barcelona, en una imagen de archivo / Guardia Urbana Barcelona

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El pasado mes de mayo, numerosos medios de comunicación se hicieron eco de la fiesta del Esplai Santa Maria del Pi del barrio Gòtic de Barcelona, que acabó con dos personas detenidas y enfrentamientos entre miembros de la entidad y la Guardia Urbana. Para el Esplai del Pi, este ha sido un episodio de "violencia policial", y fuentes del Ayuntamiento de Barcelona explicaron que el cuerpo había abierto "informaciones reservadas" sobre el caso, un protocolo de investigación interna que abre en todos los casos en los que la policía ha ejercido un especial uso de la fuerza.

Quien también se interesó por este suceso fue Sonia Andolz, directora general de Administración de Seguridad de la Generalitat, quien se puso en contacto con el teniente de alcaldía de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, para pedir información sobre la actuación policial con la intención de revisar y mejorar el protocolo de actuación. Un requerimiento que Batlle no se ha tomado bien.

A través de una carta dirigida directamente a la señora Andolz, Batlle le subraya e insiste en que su petición "excede" sus competencias, y le reprocha que es una "faltar al respeto".

Entre otras cosas, Batlle le recuerda que la función de la dirección de Seguridad de la Generalitat de coordinación de las policías locales "se tiene que limitar a promover la homogenización de los medios técnicos y la uniformidad en general, las normas de acceso, formación, características del depósito de armas y las medidas necesarias para evitar su pérdida", y que Andolz no puede hacer requerimientos "en el sentido en el que los está haciendo".

Asimismo, Batlle recuerda que la ley reconoce que "es el alcalde quien comanda el cuerpo de la policía local" y que, por los motivos expuestos, él no tiene por qué facilitarle la información requerida sobre la actuación de la Guardia Urbana con los miembros del 'espai' del Pi.

"Es un grave error"

"Aún y así", prosigue la carta, "de acuerdo con lo que ya han avanzado algunos medios de comunicación, le comunicamos que se incoó una información reservada con la finalidad de esclarecer los hechos", recordándole así a la señora Andolz la información que la población general ya conocía desde hacía días. Eso sí, Batlle añade algo nuevo, y es que esta investigación interna se ha suspendido porque, paralelamente, los Juzgados han iniciado un procedimiento judicial para investigar los mismos hechos. "Por este motivo, este ayuntamiento le hace extensiva la necesidad de mantener una espera prudente y respetuosa", hasta que el juez se pronuncie.

El escrito termina acusando a la directora de Seguridad de faltar al respeto no solo al Ayuntamiento de Barcelona, sino también a los barceloneses: "La lealtad institucional es fundamental. Querer hacer política con temas de seguridad desde una dirección general del Departamento de Interior es un grave error, y una absoluta falta de respecto a la institución y a los ciudadanos y ciudadanas", concluye.