El Col·legi de Periodistes de Barcelona rinde homenaje a los profesionales que cumplen 35 años como miembros

En 1988, llegaba Gorbachov a la presidencia de Rusia, se celebraban los JJOO de Seúl, se produjo la revuelta en Palestina, una huelga general paralizó España, moría Josep Tarradellas,... En ese año, también, el Col·legi de Periodistes de Barcelona recibía a nuevos colegiados, a los que este jueves rendía homenaje en el Real Cercle Artístic de Barcelona, por cumplirse el 35º aniversario.

Entre los asistentes se encontraban Núria Ribó, Albert Gimeno, Xavier Casinos, Jesús Albalat, Gabriel Jaraba, Xavier Campreciós y los fotógrafos Xavier Jubierre y Ricad Fadrique, además del dibujante Òscar, autor de la simpática ilustración a modo de auca del periodismo que ilustraba el diploma que recibieron los colegiados.

En el acto, Joan Maria Morros, actual decano del Col.legi, y los periodistas Ramon Besa y Montse Armengou, dos de los homenajeados, hicieron un recorrido por el periodismo hasta llegar a nuestros días, con la vista puesta en el futuro. “El periodismo actual va de la redacción a la calle y no de la calle a la redacción”, lamentaba Besa, redactor jefe de deportes de ‘El País’, ya que cada vez el periodista se desplaza menos al lugar donde ocurren las cosas.

La amenaza de Franco (Antonio)

Asimismo, aseguraba que la lucha contra las ‘fake news’ pasa por el periodismo, cada vez más “necesario”. Y recordaba una anécdota del periodista Antonio Franco, cuando era director adjunto de 'El País' (luego fue, durante 20 años, director de El Periódico de Catalunya), en la que, con su peculiar estilo, tan directo como intimidatorio, les recriminaba a los redactores que llevaba días sin recibir una llamada de queja y eso quería decir que no estaban haciendo bien su trabajo. “Si esto sigue así, os echo a todos”, les soltaba a modo de 'amenaza'.

Por su parte, Montse Armengou, directora de ‘Sense ficció’, de TV3, hacía un recorrido por las efemérides de ese año, a las que añadía, con ironía, “que Isabel Preysler se casaba por tercera vez”, y por las tecnologías, de la máquina de escribir eléctrica con la que comenzó a los ordenadores. Asimismo relativizaba los peligros actuales, porque siempre los ha habido, como las redes, porque “desde siempre la gente ha hecho ruido” y recordaba que las presiones siempre han existido. Lo que sí confesó que le produce inquietud a la periodista es la IA y denunció la precarización de las redacciones y la necesidad de las empresas periodísticas de invertir en profesionales. “Si no, estamos perdidos”, enfatizó. 

Asimismo, apuntó que las nuevas tecnologías han democratizado la información y como mujer, que también vivió acoso en una redacción, hizo hincapié en que, a pesar de que cada vez hay más mujeres en estas, no se cumple la paridad. Para acabar recordando que “la objetividad no es la neutralidad”.