Ada Colau queda tercera y se despide de la alcaldía ocho años después

Ada Colau ha perdido las elecciones municipales y no podrá cumplir su objetivo de contar con un tercer mandato en el que culminar su obra. Ha sido derrotada por Xavier Trias, el alcalde al que ella derrotó hace ocho años. Y ha perdido por dos concejales, por 11 a 9, por unos 17.000 votos. En 2015, ella ganó a Trias por un edil -11 a 10- y por cerca de 17.000 votos. El del posconvergente es el desquite soñado.

La alcaldesa ha quedado tercera, aunque por un suspiro, con 142 votos menos que el alcaldable del PSC, su primer teniente de alcalde durante el mandato que ahora acaba, Jaume Collboni, que ha obtenido 10 concejales, uno más que Colau y dos más que hace cuatro años. La posibilidad de que un pacto inesperado aúpe a Colau a la alcaldía, como pasó hace cuatro años, se antoja del todo inviable. Su candidatura solo ha ganado en Sant-Montjuïc y Ciutat Vella, dos de los 10 distritos. En sus dos elecciones anteriores, Colau se impuso en seis distritos.

El mal menor que quedaría a los Comuns, ser el socio menor de un gobierno del PSC, tampoco parece nada fácil: requeriría no solo el apoyo socialista sino que ERC aceptara sumarse, por lo menos a la votación de investidura. Una fórmula en la que quizá Colau ya no estaría presente y que ahora mismo se antoja compleja por el rechazo mutuo a pactar entre ellos mostrado por republicanos y socialistas.

Pasada la medianoche, Colau ha comparecido para afirmar que ha sido "un orgullo" ser "la primera alcaldesa de Barcelona" durante ocho años, y para explicar que había llamado a Trias para felicitarle, como él hizo hace ocho años. Pero a continuación ha advertido de que los Comuns tratarán de lograr un pacto de izquierdas que impida al alcaldable de Junts volver a ser alcalde.

“Es cierto que Trias ha quedado primero, pero solo con 11 concejales. Y las fuerzas progresistas sumamos 24”, ha afirmado, abriendo la puerta a buscar un pacto que desbanque al ganador. “Es una obligación de las fuerzas progresistas interpelar a ERC y el PSC para sentarnos a hablar y ver si esa mayoría de 24 concejales puede tener una expresión de gobierno”, ha añadido.

Un retroceso decisivo

La candidata de Barcelona en Comú se queda con nueve concejales, lo que no supone un gran retroceso en números pero un mundo en las consecuencias. En 2015, logró 11 ediles. Ganó las elecciones, de forma inesperada, y se convirtió en la primera alcaldesa de Barcelona. En 2019 perdió un edil y, con 10, quedó segunda por unos 5.000 votos por detrás de Ernest Maragall, el alcaldable de ERC.

Entonces, Colau se convirtió de nuevo en alcaldesa gracias al apoyo de los ocho ediles del PSC y al voto de tres concejales de Barcelona pel Canvi, Manuel Valls, Eva Parera y Celestino Corbacho.

El fin de una era

A la vista de los resultados, la ciudad cambiará después de ocho años de timonel. La Paloma, sede de Barcelona en Comú en esta noche electoral, era, pasadas las diez de la noche, con casi un 90% de los votos escrutados, un pequeño mar de caras largas. Y eso que durante el final de la tarde la esperanza y el optimismo han reinado temporalmente.

Antes de que llegaran los primeros resultados reales, las encuestas han generado optimismo en Barcelona en Comú. Los que iban llegando a La Paloma, desde militantes a altos cargos de los Comuns en el ayuntamiento, esbozaban sonrisas comedidas, sabedores de que la victoria por la mínima que auguraban esos sondeos podría no bastar para lograr el gobierno.

Cuando el escrutinio se ha iniciado, las sonrisas se han convertido en caras más serias, con puntuales celebraciones, como cuando, con más del 70% de los votos contados, Barcelona en Comú ha subido un edil para situarse con 10, empatada con la lista de Trias y la de Collboni,

‘Superilla’ y tranvía

El resultado deja en el aire la continuidad de los principales proyectos de la era Colau, empezando por el programa ‘Superilla Barcelona’ y sus ejes verdes en el Eixample. También está por ver si este resultado deja el tranvía en la calle de Girona y paraliza la conexión por la Diagonal para siempre, como quiere Trias, o se aplaza un mandato, como dio a entender Collboni que se plantearía si gobernaba.

Colau ha abordado esta cuestión en su parlamento final. Sobre los proyectos principales de su gobierno, ha dado por hecho que no desaparecerán: "La propia ciudadania se movilizará para defenderlos". Y ha agregado: "No creo que barcelona este dispuesta a renunciar a la conexión del tranvía, al dentista municipal".