Conficto en el litoral

Los chiringuitos de playa de Barcelona reclaman celebrar de nuevo la verbena de Sant Joan

Así fue la verbena de Sant Joan 2022, sin fiestas en los chiringuitos

El año pasado el gobierno Colau prohibió las tradicionales fiestas especiales en los locales, pero permitió los botellones en la arena

La verbena regresó a la playa en Barcelona, en junio de 2022.

La verbena regresó a la playa en Barcelona, en junio de 2022. / Zowy Voeten

Patricia Castán

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A un mes de la verbena de Sant Joan, la celebración que más gente lleva al litoral, los negocios ubicados a pie de playa ya han iniciado una petición unánime para recuperar las fiestas que siempre habían acogido y que el año pasado Ada Colau no autorizó. Los chiringuitos reivindican una tradición que les suponía desde hace más de dos décadas poder hacer convocatorias extraordinarias con discjoqueis y poder trabajar hasta las 05.00 horas, más media hora para el cierre.

Los operadores, de la mano del Gremi de Restauració de Barcelona, han enviado una instancia a la segunda teniente de alcaldía, Janet Sanz; a la tercera teniente, Laia Bonet; al quinto teniente, Albert Batlle; y al gerente de Parques y Jardines, Francesc Jiménez. En ella reivindican el regreso del permiso excepcional que año tras año les permitía abrir hasta la madrugada y convertir esa velada en la más rentable con diferencia del año.

En el escrito, recuerdan que así se ha hecho durante más de dos décadas, y que solo se interrumpió durante la pandemia por razones sanitarias. Les resulta incomprensible que hace un año unilateralmente el ayuntamiento prohibiese el festejo en los chiringuitos pese a que la situación volvía a ser de normalidad y de hecho más de 60.000 personas tomaron el litoral durante la verbena. Pudieron hacerlo en la arena, con música y alcohol, pese a que en los establecimientos no pudo haber pinchadiscos, ni se pudo bailar, ni montar barras extra, ni cerrar más allá de las 3.30 horas, para gran cabreo de los afectados. Solo se podía permanecer en las mesas.

Más oferta regulada

El colectivo y la patronal creen que durante Sant Joan "lo más inteligente es reforzar y multiplicar de forma puntual la oferta de ocio para canalizar la demanda hacia espacios regulados, seguros, fiables y controlados como los chiringuitos". Según argumentan, "la ciudadanía no dejará de desplazarse hasta las playas porque no se autoricen verbenas en los chiringuitos, en cambio lo que encontrarán serán menos servicios a su disposición". Y aluden a los sanitarios de uso público, por ejemplo.

La Guardia Urbana desaloja la playa de la Nova Icaria tras la verbena de Sant Joan.

La Guardia Urbana desaloja la playa de la Nova Icaria tras la verbena de Sant Joan. / JORDI COTRINA

Añaden que "no existe ningún motivo de orden público para prohibir la verbena en los chiringuitos. Nadie sale ganando, se trata de una decisión arbitraria que lesiona innecesariamente los intereses de los licenciatarios", añaden, aludiendo a los 14 operadores que ganaron el último y polémico concurso público.

Por todo ello, reclaman que se notifique a los concesionarios la autorización expresa de apertura hasta las 5.00 horas (más cierre), la presencia de pinchadiscos y barras supletorias en el espacio de terraza, así como de altavoces enfocados hacia dentro del velador. Asumen que cualquier actividad fuera de este espacio y sobre la arena seria sancionable, como antaño.

Incertidumbre

Fuentes municipales indican a este diario que el ayuntamiento todavía no se ha decidido al respecto. Una mesa de trabajo específica de la verbena, con participación "de todos los servicios municipales implicados" tiene la última palabra y estará "evaluando diferentes aspectos en las próximas semanas", ya que aún se está diseñando el operativo.

A nadie se le escapa que a unos días de las elecciones, otra negativa como la del año pasado abriría una nueva tormenta con el sector de la hostelería, que el año pasado ya criticó la decisión municipal, en un Sant Joan marcado por el regreso masivo a las playas y la oferta limitada a las bebidas que llevaron los barceloneses, ,así como los lateros que pudieron hacer el agosto en la Barceloneta.

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