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Maragall y Trias tratan de acorralar a Collboni por sus 8 años en el gobierno de Colau en el debate de TV3

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Colau asiste complacida a los ataques de su exteniente de alcalde y espolea la polarización con el posconvergente

Debate candidatos a la alcaldía de Barcelona en TV3

Debate candidatos a la alcaldía de Barcelona en TV3 / Blanca Blay / ACN

Xabi Barrena

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El debate de TV3 y Catalunya Ràdio entre los alcaldables de Barcelona se ha desdoblado en dos. Por un lado, los cuatro candidatos que encabezan las encuestas, Ada Colau (Comuns), Xavier Trias (Junts), Jaume Collboni (PSC) y Ernest Maragall (ERC) y, por el otro, los tres representantes de los partidos conservadores constitucionalistas: Daniel Sirera (PP), Eva Parera (Valents) y Anna Grau (Ciudadanos) . En el grupo de cabeza, Maragall y Trias recordaron una y otra vez que poca renovación y cambio puede ofrecer alguien, como Collboni, que ha estado los últimos ochos años actuando como la mano derecha de Ada Colau.

La alcaldesa asistió complacida al debate entre los tres e, incluso, se apuntó ien contadas pero demoledoras ocasiones al recordatorio de que el socialistas ha estado a su lado en los ocho años de mandato. Eso sí luego abandonó, hace unas semanas, la tenencia de alcaldía dejando " tirada a la ciudad de Barcelona al dimitir para presentarse para ser alcalde". Y más tarde, a en el bloque sobre turismo espetó que el candidato del PSC "habla desde dentro del gobierno municipal y desde fuera en el mismo bloque temáticoi". Colau, con todo, se mantuvo firme en su objetivo que no era otro que espolear, al mínimo resquicio, la polarización con Xavier Trias.

La primera andanada contra el alcaldable socialista vino a los cinco segundos, cuando el republicano, vencedor en los comicios de 2019, le tildó de "delegado de Madrid" bajo el mando del cual, si llegara a ser alcalde, Barcelona perdería toda "capacidad de decisión". Al poco fue Trias quien le calificó de "monaguillo de Colau". Fueron cayendo los asuntos y la respuesta de Collboni fue subrayar que el debate se estaba convirtiendo en todos contra él', poco menos, aseveró, "porque saben que voy a ganar". Aquí, el posconvergente sacó su lado más preguntado divertido "¿Y usted se lo cree esto?". Maragall y Trias apenas interactuaron entre ellos, a diferencia de lo que ocurre en los actos de campaña donde el republicano ha mentado ya el 3% y la condena del exmano derecha del posconvergente, Antoni Vives. Y es que el debate se vio en toda Catalunya y ERC cree que el ataque entre fuerzas independentistas le repercute negativamente en las urnas.

Pica en Flandes

En tanto, y, vista la unanimidad anti-Colau de los tres partidos que se juegan su entrada o no en el consistorio barcelonés, el trío conservador quiso marcar diferencias mutuas con el idioma que empleaban. Grau y Sirera hicieron un elogio del bilingüísmo y el popular buscó cierto 'efecto pica en Flandes' al señalar que "TV3 también debe usar con toda normalidad las dos lenguas de Catalunya".

Colau estuvo pendiente de Trias. Cuando el posconvergente le negó la veracidad de unos datos, la alcaldesa, rauda, le preguntó si acaso tildaba de "mentirosos" a los trabajadores de la agencia de salud municipal. Y como curiosidad, valga destacar que ambos se echaron en cara las respectivas obras de gobierno, entre 2011 y 2015, uno y desde ese 2015, la otra.

Los ejes ideológicos, eso sí, fueron cambiando. Así, por ejemplo, en movilidad, tanto Trias como Maragall coincidieron en señalar que el problema de Colau "era que usted lanza dogmas sobre los debates y lo que se precisa es respeto a la ciudadanía", según el republicano. Para el posconvergente la movilidad ciudadana "debe salir del consenso".

Sirera, Grau y Parera se lanzaron a la yugular de los tres representantes de izquierdas en la cuestión de la seguridad, siempre con los hechos de la Bonanova de fondo. En especial le buscaron las cosquillas a Collboni, por aquello de que comparten parte de la bolsa de voto, en cuanto a adscripción nacional. Y aquí, Colau y Maragall coincidieron tanto en lo ideológico como en lo práctico.

Colau, al quite contra Collboni

En el rifirrafe entre el republicano y el socialista a cuenta de la presunta no incorporación de agentes de los Mossos d'Esquadra a la ciudad, algo que afirmó Collboni y por lo que Maragall le tildó de "mentiroso", terció la alcaldesa para aseverar que la colaboración con la Conselleria de Interior (en manos de ERC) "ha mejorado mucho". La intervenciones de Colau sobre su exprimer teniente de alcalde fueron pocas, pero quirúrgicamente escogidas.

Trias evitó la mención a las ocupaciones y percutió en la gestión de la seguridad a partir de la imagen internacional de la ciudad. Igual que en materia de limpieza empleó ese tono que en su día le fue resultón: "¿Que qué pasa con la limpieza? ¡Pues que las calles están sucias!", exclamó levantado, casi por única vez, las risas de los participantes.

En materia de vivienda, Collboni sacó pechó de la ley del Gobierno sobre el sector y sus instrumentos para contener la subida del precio de los alquileres. Y aquí se ganó otra quirúrgica intervención: "Me alegro que se apunte al carro ahora", ironizó la alcaldesa, "porque me ha costado ocho años que lo hiciera"

Maragall anduvo atento a repartir su tiempo entre su hábitat natural, el de la explicación de sus propuestas, y el tener que golpear, especialmente a Collboni. Pocas interacciones se llevó el posconvergente del republicano,. Collboni, fajador, aguantó el chaparrón del resto e intentó transmitir que él había acudido al debate a explicar su programa.