Pendiente de catalogar

Doce años esperando a Sherlock Holmes: una colección 'top' mundial duerme en Barcelona sin poder consultarse

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Joan Proubasta cedió a la Biblioteca Pública Arús unas 12.000 piezas recopiladas durante medio siglo y las que sigue adquiriendo

Más de 12.000 piezas del universo Sherlock Holmes, pendientes de catalogar en la biblioteca Arús

Más de 12.000 piezas del universo Sherlock Holmes, pendientes de catalogar en la biblioteca Arús / Jordi Otix

Jordi Rovira

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El coleccionista Joan Proubasta cedió en 2011 su inmensa colección sobre Sherlock Holmes –la mayor de España y una de las más importantes del mundo– a la Biblioteca Pública Arús, situada en el paseo Sant Joan de Barcelona. Doce años más tarde, si bien se exhibe, todavía no ha podido ser catalogada y, por tanto, sigue sin poder consultarse.

La historia entre Proubasta y el famoso detective se remonta a los años cincuenta, cuando a los 13 años este barcelonés fue enviado a Grenoble para perfeccionar su francés. “No muy lejos de la residencia de estudiantes había un quiosco que vendía bebidas, tabaco y libros. "Compré Estudio en escarlata de un tal Conan Doyle, que narraba las aventuras de Sherlock Holmes. Fascinado, compré toda la colección y al regresar a Barcelona adquirí todos los libros de la editorial Molino”, recuerda.

Durante las décadas siguientes, este ingeniero textil se dedicó a coleccionar cualquier material relacionado con el excéntrico detective. Como sabía idiomas, su empresa le mandaba por todo el mundo a vender hilo y él aprovechaba para adquirir material. “País que visitaba, país que compraba un libro”, asegura. La colección no dejaba de crecer, hasta el punto que ya no le cabía en el garaje de su casa. 

Las aventuras de Sherlock Holmes de Conan Doyle se han traducido a multitud de idiomas

Las aventuras de Sherlock Holmes de Conan Doyle se han traducido a multitud de idiomas / Jordi Otix

Más de medio siglo después de iniciarla, en octubre de 2010, la capital catalana acogió un encuentro internacional de aficionados a Sherlock Holmes, organizado por las principales asociaciones del sur de Europa, entre ellas el Círculo Holmes, la primera asociación española de amigos de Sherlock Holmes, con sede en Barcelona y que presidía Proubasta.

Lazo masón

Uno de los escenarios del encuentro fue la Biblioteca Arús, inaugurada en 1895, ocho años después que Conan Doyle creara el personaje que lo llevaría a la fama. Allí Proubasta organizó una exposición temporal de cómics sobre Holmes. Y pensó que aquel edificio –con su mobiliario de madera noble y sus casi 80.000 volúmenes en armarios de puertas acristaladas– podía ser un buen lugar para su colección. “Enseguida me di cuenta de que en ningún sitio estaría mejor que allí”, afirma. Que Conan Doyle fuera masón como Rossend Arús, fundador de la biblioteca, –lo que explica que esté especializada en masonería– hizo el resto.

La cesión se oficializó en febrero de 2012. La colección constaba de casi 7.000 libros en 68 idiomas –esperanto y braile inclusive–, entre ellos una primera edición en inglés de El sabueso de los Baskerville, que le dejó en herencia el mayor coleccionista inglés de Holmes, y otra de Estudio en escarlata firmada por Conan Doyle. Además, también había 1.200 cómics, puzzles, pósteres, teteras, juegos de mesa, pipas, gorras, gabardinas, figuras, medallas y sellos, entre otras cosas. Incluso había autógrafos de actores que han interpretado al detective, como Michael Caine, o revistas porno con modelos ataviados con sombrero, capa y pipa. Un material ingente de unas 12.000 piezas. Solo el primer día, llegaron dos camiones con 172 cajas.  

Llaveros, chapas, placas de cava... Todo el universo Sherlock Holmes, pendiente de catalogar en la biblioteca Arús

Llaveros, chapas, placas de cava... Todo el universo Sherlock Holmes, pendiente de catalogar en la biblioteca Arús / Jordi Otix

Sin los recursos necesarios

un piso entero, en la tercera plantaCases Singularsdos visitas guiadas
Una edición de coleccionista de una novela de Sherlock Holmes, parte del archivo Proubasta

Una edición de coleccionista de una novela de Sherlock Holmes, parte del archivo Proubasta / Jordi Otix

Tienen el mismo problema que les surgió con el archivo de Enrique Tierno Galván, que recibieron al mes siguiente de oficializarse el de Proubasta. Disponían de un material valioso, pero carecían de recursos y de personal especializado para catalogarlo. A diferencia del archivo del exalcalde de Madrid que, tras casi una década en el olvido, se ha catalogado gracias a un convenio entre el Instituto de Cultura de Barcelona y la Fundació Catalunya Europa y se podrá consultar a partir de otoño –tal como EL PERIÓDICO avanzó hace unos días–, con el de Joan Proubasta, inmenso en comparación con el de Tierno Galván, no hay solución a la vista.

“La colección no está catalogada ni sabemos el número exacto de piezas que la componen. Se puede visitar, pero no se puede consultar ningún documento ni ninguna pieza”, admite David Domènech, bibliotecario de la Arús. “Sería necesario un catalogador, a poder ser experto en Sherlock Holmes y políglota, porque tenemos libros en muchas lenguas”, añade.

Carteles y un disfraz de Sherlock Holmes, en el archivo Proubasta de la biblioteca Arús

Carteles y un disfraz de Sherlock Holmes, en el archivo Proubasta de la biblioteca Arús / Jordi Otix

Una colección que crece

Domènech asegura que Proubasta es consciente de las limitaciones de la biblioteca. Y es así. “Estoy contento porque aceptaron la colección y, al menos, ahora todo está bien colocado y no lo tengo en mi garaje”, asegura el coleccionista, que cada quince días lleva más material que consigue de intercambios con otros aficionados a Sherlock Holmes. Sin embargo, Proubasta, que ya tiene 79 años, cree que se puede hacer “mucho más”.

A las limitaciones técnicas y de personal, se añade que la directora de la biblioteca Arús lleva tiempo de baja médica, con lo que nadie toma decisiones importantes. Proubasta pone como ejemplo el material de época que, tres años atrás, entregó para que se pudiera reproducir una habitación victoriana como las de Baker Street donde, según Conan Doyle, residían Sherlock Holmes y el doctor Watson. “No se ha hecho nada para montarla y el material está en una habitación, tapado para que no se llene de polvo”, afirma.

Todo tipo de merchandising sobre Sherlock Holmes, en el archivo Proubasta de la biblioteca Arús

Todo tipo de merchandising sobre Sherlock Holmes, en el archivo Proubasta de la biblioteca Arús / Jordi Otix

Este coleccionista lamenta que la colección no se conozca lo suficiente en Catalunya. Josep Lluís Martín Berbois, doctor en Historia Contemporánea y miembro del Círculo Holmes, apunta en el mismo sentido que "no ha llegado al público en general a pesar de la difusión realizada por diferentes vías". "Quizás una gran exposición del detective londinense sería un excelente motivo para dar a conocer la colección de Joan Proubasta", concluye.