Campaña electoral

DEBATE | Collboni pide un apoyo amplio para alejarse de Colau sin pactar con Sirera

El debate, en 14 frases

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Maragall afirma que en ningún caso pactará un gobierno en el que esté el PSC

debat beteve

debat beteve / Jordi Otix

Toni Sust

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Betevé ha sido este lunes escenario del primer debate en campaña entre los alcaldables de los siete grupos que tienen representación en el Ayuntamiento de Barcelona. Ernest Maragall (ERC), Ada Colau (Barcelona en Comú), Jaume Collboni (PSC), Anna Grau (Ciutadans), Eva Parera (Valents), Xavier Trias (Junts) y Daniel Sirera (PP). No es que el debate haya sido especialmente entrenado o enriquecedor, pero tampoco excesivamente brusco.

En lo que es el tema clave, el de las alianzas que tendrán que darse para la formación del próximo gobierno de la ciudad, Collboni, el que más juego puede tener, con pactos posibles en dos direcciones, ha optado por reclamar un apoyo amplio que le evite el trance.

Sirera afirma que no respetará la lista más votada si es la de Colau y que hará lo que sea necesario para que no vuelva a ser alcaldesa

Algunos candidatos han encontrado mejor que otros su espacio. Trias ha dado la sensación de participar poco durante algunas partes, algo que por fases también le ha sucedido a Colau, pero se diría que en su caso de forma buscada: la alcaldesa lleva una campaña de buscada baja intesidad. Maragall ha querido actuar de voz de la conciencia que denuncia los incumplimientos de los demás, pero le perjudica la sensación de que a estas alturas tiene muy difícil aspirar a la alcaldía.

De futuro alcalde a antiguo socio

Collboni ha adoptado la actitud que lleva días asumiendo, la de quien está convencido de que tiene la alcaldía a un paso. Y quizá por ello en algunas fases ha recibido ataques de casi todos sus rivales, de Colau a Grau –la más irónica, la que parecía vivir con menos tensión el debate-, pasando por Sirera y Parera –los que más han buscado el choque con los alcaldables que van en cabeza en las encuestas.

Ataques en el sentido de denunciar que el alcaldable socialista está ocultando que ha sido socio de la alcaldesa durante el mandato que ahora concluye y parte del anterior. De hecho, Colau le ha reprochado “falta de credibilidad” por desligarse de la gestión del gobierno que ha compartido con ella pero citar como mérito propio las medidas tomadas por el ayuntamiento en el frente económico, que como primer teniente de alcalde ha dirigido estos últimos cuatro años. Y Sirera iba insistiendo en recordar que Collboni ha estado en el gobierno.

Los alcaldables, detrás de sus atriles.

Los alcaldables, detrás de sus atriles. / Jordi Otix

La ‘superilla’

El primer bloque, de movilidad, era bastante claro de entrada. La alcaldesa defendiendo el modelo de la ‘superilla’ y los ejes verdes, y el resto afirmando o bien que no es cierto que esté haciendo ‘superilles’ –Trias, Maragall y Collboni-, que colapsa la ciudad con ellas o ambas cosas.

Maragall, que probablemente ha sido el mejor en el detalle técnico de los proyectos, ha cuestionado la movilidad de Colau no por su objetivo, sino por su gestión, pero no es algo muy distinto a lo que ha hecho Collboni, defendiendo su propuesta de aparcar ejes verdes y apostar por la reforma de los interiores de manzana del Eixample.

Collboni: “Conectaré el tranvía”

También Sirera ha cargado contra la gestión de Colau, pero con mucha más virulencia: “Sus ocurrencias convierten Barcelona en un caos”. Collboni ha mencionado su voluntad de cubrir la Ronda de Dalt, proyecto que todos los alcaldables han defendido. El socialista, que en una intervención reciente se abrió a aplazar la conexión del tranvía por la Diagonal y no hacerla el próximo mandato, ha afirmado: “Conectaré el tranvía, que quede claro”.

“No sé si habla como miembro del gobierno”, le reprochaba Colau a Collboni, que le ha contestado: “Como candidato a alcalde”. Maragall ha citado los problemas de Rodalies para atacarle: “Es su gran fracaso, señor Collboni”.

Vivienda

En un debate económico, con poca chicha y reafirmación de posiciones en cuanto al turismo, Collboni ha afirmado que si gobierna hará una apuesta por el crecimiento para combatir la desigualdad, una tesis que comparte con Trias y que le separa de Colau.

En vivienda ha habido muchos reproches a Colau, aunque solo Sirera le ha recordado su promesa fundacional incumplida, aquellos 8.000 votos prometidos por Barcelona en Comú en 2015 que no se hicieron en un mandato. La alcaldesa ha defendido el 30% de vivienda protegida, cuestionado sobre todo por Trias y Sirera, pero también por Parera, que ha acusado al gobierno de la ciudad de no propiciar la construcción.

Maragall ha recordado que el alquiler un 46,5% en los ocho años que Colau lleva como alcaldesa. Más o menos en este punto, Parera y Grau han empezado a mencionar la ocupación como problema general, y en particular por el conflicto de la Bonanova. Y ese caso ha ido reapareciendo.

Coalición de adversarios

Collboni ha subrayado que el gobierno actual deja planeamiento para construir 70.000 pisos más. Y Colau ha reaccionado denunciando que eso lo ha hecho Urbanismo, en manos de los Comuns y le ha afeado que sí dé valor a algunas partes de la gestión de estos años: “Ahora sí está orgulloso”. En definitiva, esta campaña está dejando claro lo que ya se veía: que los socios han trabajado más en paralelo que en coalición durante el último mandato.

Seguridad y suciedad, problemas principales de Barcelona según las propias encuestas del ayuntamiento han generado el rifirrafe habitual: la oposición denunciando mala gestión y Colau replicando en cuanto a la limpieza -el problema ha sido la renovación de la contrata, ha dicho como suele- y la inseguridad, sobre la que ha afirmado que los datos han mejorado.

La operación Sirera

En el bloque sobre pactos, Sirera ha sido rotundo: “Vamos a hacer lo posible para que Colau no siga siendo alcaldesa”. El alcaldable del PP ha contestado con un sonoro “No” a la pregunta de si respetará la lista más votada: “Si Colau es la más votada haré todo lo posible para que no siga siendo alcaldesa”.

Trias ha optado por no comentar la posible fórmula en la que entraría Sirera, que implica sumar votos con el PSC y Junts para llegar a los 21 concejales que dan la mayoría absoluta y que sirven para investir a un alcalde que no sea Colau aunque gane. “Yo nunca voy a la contra, me presento para ganar, quiero un cambio en la ciudad”, ha afirmado Trias.

Maragall: nunca con el PSC

Maragall ha asegurado que excluirá al PSC de todo pacto, que no estará en un gobierno en el que estén los socialistas. Y Collboni, al que Colau pedía claridad, ha evitado complicarse y ha subrayado que las encuestas le dan ganador: “Tengo muchas opciones de ser acalde”. “Para mí se trata de ganar con una amplia mayoría que me de la libertad completa para iniciar una nueva etapa”, ha dicho el socialista, dejando claro que quiere tener números que le permitan evitar la dependencia de terceros. Y depende de cómo vayan los números, Sirera es aquí el tercero, en una hipotética suma de PSC, Junts y PP que garantice que Colau no gobierne aunque gane.