Desalojo

Las claves para entender el conflicto del Kubo y la Ruïna, dos fincas okupadas en la Bonanova de Barcelona

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Guillem Sánchez
Manuel Arenas
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Dos fincas okupadas en el distinguido barrio de La Bonanova en Barcelona, conocidas como 'La Ruina' y 'El Kubo', están en el ojo del huracán. El desahucio del segundo inmueble -ambos son propiedad de la Sareb- llega este noviembre tras haber sido suspendido a finales de marzo. La campaña electoral de las municipales disparó la tensión vecinal y puso los dos inmuebles en la palestra mediática.

Este jueves 30 de noviembre los Mossos d'Esquadra acuden al lugar para materializar una orden de desalojo, esta vez sí, permite vaciar las dos fincas a la vez. Con la fecha anunciada desde verano, los okupantes se han bunkerizado y han acumulado todo tipo de material para resistir la intervención policial. Vecinos y comerciantes temen protestas de alto voltaje por la tarde, en especial si el operativo tiene éxito. Estas son las claves para entender el caso.

Un desahucio suspendido y unas medidas cautelares denegadas

'La Ruina' y 'El Kubo' son dos fincas propiedad de la Sareb okupadas desde hace años –desde 2019 la primera y desde 2016 la segunda– en uno de las zonas altas de Barcelona.

En cuanto a 'El Kubo', ubicado en la C/Sant Joan de la Salle, 6, el desahucio previsto -tras una demanda por ocupantes ignorados a la que nadie se opuso- para el pasado 23 de marzo<strong>se suspendió</strong> al comprobar los cuerpos policiales que el lanzamiento "no podría realizarse con todas las garantías de seguridad y eficacia que son necesarias".

Por lo que respecta a 'La Ruïna', en la C/Sant Joan de la Salle, 2-4, el juzgado ha tramitado el procedimiento después de que la demanda por ignorados ocupantes fuera contestada. En esta inmueble es donde la jueza desestimó unas medidas cautelares para proceder al desalojo.

Tensión vecinal y politización

Aunque las fincas no han generado problemas remarcables de convivencia los últimos años, la batalla electoral del 28 de mayo convirtió estas ocupaciones en tema central de la actualidad barcelonesa. Candidatos de Vox, Ciudadanos y Valents se acercaron hasta la Bonanova para manifestarse frente a los okupas y exigir su desalojo inmediato. Sin embargo, una vez ante las urnas, el Kubo y la Ruïna no resultaron ser tan rentables para captar voto y tanto Valents como Ciutadans quedaron fuera del pleno de Barcelona.

Las movilizaciones vecinales, muy politizadas, lograron activar protestas antisistema en favor de los okupas, que a su vez motivaron también dispositivos de antidisturbios de los Mossos. El 25 de abril, por ejemplo, una manifestación contra los okupas implicó momentos de gran tensión. Durante casi tres horas, vecinos y políticos protestaron en el corazón burgués de Barcelona, entre un importante despliegue de unidades antidisturbios de los Mossos d'Esquadra, que mantuvieron cortado el tráfico en toda la zona.

La marcha atrás de Desokupa

"Tic-tac, ratitas". Con esas palabras Daniel Esteve, fundador de la empresa de desahucios extrajudiciales Desokupa, se dirigió a los habitantes de 'La Ruina' y 'El Kubo' para anunciarles a través de un vídeo divulgado en las redes sociales que "sí o sí" los iba a desalojar el 11 de mayo sin orden judicial.

Desokupa es una empresa privada -investigada en el pasado por sus vínculos con la extrema derecha- que ofrece sus servicios a propietarios de domicilios ocupados que no esperan a la justicia. Habitualmente, lo que hace Esteve es arrancar acuerdos a los moradores –a los que visita acompañado de fornidos colaboradores–para que acepten abandonar la residencia a cambio de un precio.

En esta ocasión, sin embargo, los Mossos le advirtieron que no permitirían ningun asalto extrajudicial a las dos casas. Esteve dio marcha atrás y <strong>renunció a proceder al desalojo</strong> para, sin embargo, convocar una manifestación por el centro de Barcelona tres días antes de las elecciones.

Las críticas del Síndic de Greuges

Por su parte, el Síndic de Greuges emitió un comunicado aludiendo a su "preocupación" por la situación de tensión en el barrio de la Bonanova de Barcelona después de que Desokupa anunciara en redes sociales que desalojaría las fincas. El Síndic de Barcelona, David Bondia, apeló a "reestablecer la paz social en el barrio", criticando a Desokupa "generar crispación", "romper de manera no deseada la paz social" y "ocasionar un importante gasto público" por la intervención policial.

"Las consecuencias de la provocación irresponsable de este gasto público deberían ser imputables a las personas y actores que han atizado este conflicto de orden público", zanjó el Síndic.

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