Rondará el 85%

Barcelona igualará este verano la ocupación hotelera de 2019 pero con precios récord

El sector cree que el incremento de las tarifas implica un viajero de más calidad

El Hotel W de Barcelona

El Hotel W de Barcelona / Manu Mitru

Patricia Castán

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La euforia viajera desatada desde la primavera de 2022, cuando la pandemia empezó a quedar atrás, se mantendrá este año pese a la inflación y sus efectos. Hasta el punto de que Barcelona espera regresar a los volúmenes de turistas de 2019, cuando hubo una ocupación hotelera media del 85%. Pero lo realmente relevante, según el sector, es que pagarán precios récord en la ciudad, lo que entraña filtrar a un viajero de más capacidad adquisitiva. Los datos de enero a abril avalan esta tesis: la tarifa media de una habitación esos cuatro meses ha sido de 151 euros, 27 más que antes de la crisis sanitaria. Y la ocupación se ha igualado en este periodo, con un 77%, solo a 0,28% que entonces.

El presidente del Gremi d'Hotels de Barcelona, Jordi Clos, ha recordado que el año pasado las cifras no empezaron a recuperarse hasta abril, mientras que este año ha empezado con fuerza. Por ello, las previsiones son "muy positivas" de cara a la temporada alta que empieza. La previsión para el verano es alcanzar el 85% de la prepandemia, aunque incluso podría superarse si no sucede nada que afecte al turismo.

Más gasto y más viajero de negocios

El sector destaca la importancia del incremento de las tarifas, que atiende tanto al aumento de los costes y suministros, como al apetito viajero tras los meses de parálisis del sector. Quienes llegan a Barcelona están dispuestos a gastar más, y ello implica un turismo de más calidad, señala Clos. Es una circunstancia que se ha producido en todos los grandes destinos, desde Madrid, a Londres o París.

En este sentido, el director del gremio, Manel Casals, subraya que la capital catalana sigue teniendo precios por debajo de los que se dan en la mayoría de estas ciudades competidoras, por lo que no se prevé que las tarifas tengan un efecto disuasorio en el turismo del año. Clos ha destacado que gran parte de ese impulso se debe a la eclosión, este año, del viajero de negocios. Las ferias vuelven a llenarse (33.000 asistentes al reciente salón Seafood) y disparan las reservas hoteleras de este segmento.