Movilidad

El taxi araña el compromiso del aeropuerto de El Prat para mejorar la señalización y pone fin a las protestas

El taxi protesta en El Prat contra los taxistas pirata

Protesta de taxis en el aeropuerto de Barcelona

Protesta de taxis en el aeropuerto de Barcelona / MANU MITRU

Carlos Márquez Daniel

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Un día de movilización le bastó al taxi de Barcelona para conseguir una reunión con la dirección del aeropuerto de Barcelona para abordar el asunto de los taxistas pirata que operan en El Prat y otros asuntos vinculados con el transporte de pasajeros hacia la gran ciudad. Sabiendo cómo las gasta el gremio, Aena tenía dos opciones: acceder de entrada a verse con los taxistas y evitar que la protesta afectara a los viajeros o aguantar el pulso hasta las últimas consecuencias. El aeródromo optó por una tercera alternativa, la de hacer ver solo un poco que no pasaba nada para ver si, en realidad, no pasaba nada. Pero con el taxi siempre pasan cosas, como las horas que la infraestructura se quedó sin taxis, el jaleo dentro de la terminal o la marcha lenta que complicó la circulación en el entorno. Este miércoles se ha celebrado el encuentro con Sonia Corrochano, la directora del aeropuerto, en la terminal 2. Los conductores han salido "muy satisfechos". "Casi hemos hecho pleno con nuestras reivindicaciones", ha resumido Tito Álvarez, líder Élite Taxi.

La directora del aeropuerto se compromete a recuperar la rampa y el ascensor anulados por el covid y a instalar luminosos que marquen el camino hacia la zona de los taxistas

El aeropuerto se ha comprometido a tomar medidas que ya serán visibles en un plazo de entre seis y ocho semanas. La idea es señalizar más y mejor el vestíbulo de llegadas para que los forasteros sepan cuál es el itinerario para llegar a la planta inferior, donde operan los taxistas. Aena volverá a poner en funcionamiento la rampa de bajada que se inhabilitó durante la pandemia, y harán lo propio con el ascensor que también se dejó sin uso por culpa del covid. Estos elevadores, además, tendrán unas pegatinas en las que se informará sobre su destino: el taxi. También se colocarán señales luminosos en la zona el que la gente recibe a sus seres queridos (se incluirán indicaciones hacia el Aerobús).

Restaurante y oratorio

La directora del aeropuerto también les ha prometido mejoras para la parrilla, la zona, apartada de la terminal, en la que los coches esperan su turno para avanzar hacia el tubo, nombre con el que conoce la zona en la que se suben los usuarios. La parrilla contará con un restaurante que está en proceso de licitación y que costará un millón de euros, montante que incluye la instalación de un oratorio.

Con todo, Álvarez ha avanzado que la asamblea prevista para el jueves que debía valorar las promesas de Aena se ha anulado. Una manera de decir que se da por muy buenas las iniciativas de la directora de El Prat. Seguirán, eso sí, con las patrullas de taxistas para vigilar la actividad de los taxistas pirata. "Estamos muy satisfechos, pero no nos iremos hasta que las medidas estén implementadas".