Investigación judicial

La Guardia Civil registrará la incineradora del Besòs para comprobar si contaminó en exceso

La Audiencia de Barcelona ordena una entrada y registro de la planta de Sant Adrià después de que una jueza de Badalona lo denegase

Instalaciones de la incineradora de residuos Tersa, en Sant Adrià de Besòs.

Instalaciones de la incineradora de residuos Tersa, en Sant Adrià de Besòs. / DANNY CAMINAL

Jordi Ribalaygue
J. G. Albalat
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Sobre la incineradora de Tersa en el Besòs, la planta que más toneladas de basuras quema en Catalunya, se cierne la incógnita sobre si se excedió diseminando sustancias contaminantes que, según la fiscalía, pudieron poner presuntamente en “riesgo grave” la salud de los vecinos próximos a la planta, en el límite entre Sant Adrià de Besòs y Barcelona. El concejal de Emergencia Climática del Ayuntamiento de Barcelona, Eloi Badia, y el jefe de explotación de la fábrica, F. R. G., comparecieron este martes como investigados en la causa, que se sostiene en las pesquisas realizadas por la Guardia Civil durante casi cuatro años. El cuerpo policial pidió autorización al juzgado de instrucción 5 de Badalona en enero para practicar una entrada y registro de la central. La jueza lo desestimó, pero la Audiencia de Barcelona ha concedido ahora la orden tras los recursos del Ministerio Público y de la acusación que la plataforma vecinal Aire Net ejerce.

La resolución del alto tribunal contradice a la instructora. La jueza desechó la petición de la Guardia Civil al considerar que inspeccionar la planta resultaba “prematuro” en el actual momento procesal de la causa, originada por una denuncia que Aire Net presentó en la Fiscalía en abril de 2018. 

Además, adujo que “no procede en este momento limitar el derecho fundamental a la inviolabilidad del domicilio” con la irrupción de los agentes en la planta. La instalación es de titularidad pública, compartida por el Ayuntamiento de Barcelona y el Área Metropolitana. “No se considera proporcional”, añadió la magistrada en el auto en que denegó la medida, al que EL PERIÓDICO ha tenido acceso. En cambio, la Audiencia de Barcelona ha concluido que la diligencia sí es procedente y necesaria para la investigación. El registro será excepcional, dado que se practicará sin que el sumario esté bajo secreto, como suele ser habitual en estos casos.

La petición del Seprona

En un oficio fechado el pasado 3 de enero que este medio ha consultado, la unidad del Seprona de la Guardia Civil reclamó un mandamiento a la jueza para que le facultase a acceder a la incineradora. El instituto armado requirió el permiso “al objeto de la prosecución de las investigaciones”, reza el documento.

El Seprona argumentó que el registro resultaba necesario por la “no existencia de otro medio menos lesivo para la comprobación del ‘modus operandi’ empleado para llevar a cabo los delitos investigados”. La causa que se instruye en los juzgados de Badalona está abierta por un presunto ilícito contra el medio ambiente por la posible emisión excesiva de partículas y sustancias contaminantes a la atmósfera, al quemarse residuos supuestamente por debajo de la temperatura que la normativa dicta para minimizar la polución.

Una cuestión nuclear en el caso es si los cálculos basados en un algoritmo que la empresa ha usado para medir la temperatura a la que arden los desechos es pertinente para garantizar una combustión adecuada que mitigue la dispersión de componentes tóxicos o no se ajusta a la normativa. La Guardia Civil sostiene que “en diversos momentos, dentro de las instalaciones del grupo Tersa se han quemado residuos por debajo de la temperatura establecida de 850 grados”. “Supone un grave riesgo de contaminación a la atmósfera y, como consecuencia, un riesgo para la salud pública, dado que no está garantizado que los compuestos contaminantes […] se estén descomponiendo completamente”, avisa.

En ese sentido, solicita entrar en la planta para “verificar el funcionamiento del algoritmo” y comprobar si el cálculo coincide con las mediciones directas de los sistemas de control de temperatura de la incineradora. Los agentes también quieren examinar si el sistema automático de mediciones “cumple con los requisitos”, entre otros posibles indicios sobre los hechos investigados. En el escrito que enviaron al juzgado, indican que constan mediciones de dióxido de azufre y mercurio que “no superaron niveles de garantía de calidad” y que, además, “la empresa tomó ciertas medidas de forma manual, incumpliendo de esta manera la calibración indicada en las instrucciones técnicas”.

Sustancias cancerígenas

Hay otros aspectos que figuran en la investigación que la Guardia Civil pretende evaluar en la instalación, según figura en el escrito que envió al juzgado. Los policías se proponen “verificar que la descarga de cenizas se realiza con las medidas de seguridad adecuadas”. El Seprona afirma que el trasiego de escorias fue inadecuado, “por lo que se permitió la salida de partículas altamente contaminantes, catalogadas como muy peligrosas”.

La planta de incineración de residuos de Tersa, en Sant Adrià de Besòs.

La planta de incineración de residuos de Tersa, en Sant Adrià de Besòs. / MANU MITRU

“Esta mala práctica puede ser catalogada como riesgo grave para los empleados que se encontraban en las instalaciones, así como el potencial riesgo de contaminación que supone si las cenizas volantes alcanzan la atmósfera”, alerta la Guardia Civil. Asimismo, recuerda que “algunos efectos sobre la salud asociados a la inhalación de partículas contaminantes son el desarrollo de asma, mal funcionamiento de los pulmones y aparición de problemas cardíacos”.

El cuerpo cita varios estudios sobre la contaminación en torno a la planta, elaborados entre 2014 y 2017 por un equipo encabezada por el catedrático de Toxicología de la Universitat Rovira i Virgili, Josep Lluís Domingo. Para los agentes, llama la atención que dichos informes detectasen en Sant Adrià “una cantidad significativamente superior de dioxinas y furanos [dos sustancias cancerígenas] en suelos y en aire respecto a las demás plantas de valorización energética” de Catalunya. También resaltan que esos trabajos apuntaron que “el riesgo de desarrollar cáncer en los habitantes de Sant Adrià de Besòs es de entre tres y cuatro veces mayor si lo comparamos con las demás plantas de gestión de residuos estudiadas”.

La Guardia Civil también quiere cerciorarse de la cantidad empleada de carbón activo, que sirve para absorber dioxinas y furanos y reducir las emisiones de metales pesados al ambiente. El cuerpo advierte que, al menos en 2017, Tersa habría usado “valores muy por debajo de la cantidad de carbón activo recomendada”. Según los investigadores, provocó que la expulsión de dioxinas y furanos fuese “el doble del límite permitido”.

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