Así es el innovador proyecto de pisos cooperativos para mayores de 60 años en Barcelona

1. El origen de un sueño.

Can 70 comenzó a gestarse en 2015. Se trataba de un colectivo de unas 20 personas mayores que trabaja "para conseguir una alternativa al modelo actual de envejecimiento" y presentó al Ayuntamiento de Barcelona su proyecto de "cooperativismo en vivienda en cesión de uso", en suelo público. Lo integran sobre todo mujeres de 55 a 70 años, que han debatido largamente el tipo de convivencia que quieren en la etapa final de sus vidas. Su objetivo era lograr un espacio donde construir su casa, "un edificio a retornar a la ciudad una vez terminado el periodo de derecho de superficie", explican.

2. El modelo seguirá creciendo.

En los últimos meses han completado la cifra de socios que precisaban, de modo que ahora hay lista de espera. Pero a corto plazo se desarrollarán otros proyectos en la misma línea, sea en suelo público o privado. También en municipios del área metropolitana.

3. Un planteamiento pionero en una ciudad.

Can 70 es la primera iniciativa de este tipo en suelo público en Barcelona, ubicada en Sarrià-Sant Gervasi. En Catalunya y España se han dado otras experiencias, sobre todo en zonas rurales, pero no en suelo público ni dentro de cascos urbanos. La filosofía de estas viviendas es la de una comunidad que se constituye en cooperativa y de manera autónoma produce y gestiona sus viviendas, de forma colaborativa. Esta, para séniors, marca la diferencia con otras construcciones cooperativas porque se enfoca en personas de más de 60 años, para las que se construirá un hogar donde envejecer con dignidad, comodidad y cuidados autoasistidos.

4. Primeros pasos en marcha.

El Ayuntamiento de Barcelona, a través del Instituto Municipal de la Vivienda y Rehabilitación, firmó la semana pasada la escritura de constitución del derecho de superficie por 90 años sobre dos fincas de suelo municipal en la Via Augusta 375-381 y 383-387 a favor de la cooperativa adjudicataria Sostre Cívic, que integra a más de un millar de socios. Esta desarrollará el proyecto de covivienda con las personas del grupo motor de Can 70. El suelo cedido está valorado en 3.565.477 euros y el consistorio subvencionará el 16% del coste de la promoción, por un valor aproximado de 650.000 euros, a devolver a largo plazo. Como las viviendas tendrán una bonificación permanente del 95% del IBI y del 90% del impuesto de construcción, la inversión municipal se estima en unos 4,5 millones de euros. La adjudicataria asume el coste de construcción.

5. La capacidad de residentes.

La nueva construcción, que albergará a 39 residentes, integrará 10 pisos con estructura más convencional, de unos 43 metros cuadrados, y otros 29 originales apartamentos que se articularán agrupados cada cuatro o cinco, entorno a una gran cocina y comedor comunes, pero con acceso individual a alojamientos individuales de unos 30 metros cuadrados (baño, habitación y salita). Algunas unidades son conectables para que puedan convivir parejas, sin exceder nunca la comunidad total de 39. De ese modo, si una persona fallece o deja el edificio, el espacio se puede reajustar para que acceda otra persona sola. Se prevé que haya numerosos servicios comunes y compartidos, espacio comunitario de lavandería, sala de cuidados y fisioterapia, jardín y huerto urbano, instalaciones comunes de frío y calor, y otros. Solo pueden vivir socios de la cooperativa, mayores de 60 años, excepto las posibles parejas menores de esta edad tope.

6- Características del diseño y plazos.

Lo componen dos edificios conectados por la planta semisótano, según el diseño ganador del equipo de arquitectos Peris+Toral, quienes han trabajado en el anteproyecto mediante talleres con los implicados. Ahora preparan el proyecto básico, como antesala del ejecutivo y la intención de empezar las obras en un año y terminarlas en 2026. Se estructurarán en tienen un semisótano, planta baja y 4 plantas. En el semisótano se concentran los espacios de uso comunitario del edificio. En el resto, las viviendas.

7. Las reglas del juego y el coste.

La cesión del suelo municipal forma parte del Convenio ESAL, que promueve la vivienda cooperativa en la ciudad. Al ser calificadas como Viviendas de Protección Oficial, se permite limitar los máximos de renta para cada unidad de convivencia, explica el consistorio. Los cohabitantes no pueden tener vivienda propia, o si la tienen deben cederla a la bolsa de vivienda social. Aportan de entrada una parte del capital para la construcción, pero la mayoría es financiado por un banco. Con la cuota mensual que cada uno abona por el uso mientras vivan se paga el préstamo colectivo, de modo que nadie sufre la presión de un préstamo individual.

8. Otras experiencias previas de cesión.