JUICIO EN LA AUDIENCIA DE BARCELONA

Traficantes de armas niegan que blanquearan dinero con un quiosco de Montjuïc

La fiscalía pide para cada uno de los acusados una pena de cinco años de cárcel

Archivo - Fachada del Palacio de Justicia de Catalunya, sede del TSJC y de la Audiencia de Barcelona.

Archivo - Fachada del Palacio de Justicia de Catalunya, sede del TSJC y de la Audiencia de Barcelona. / DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS - Archivo

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Una madre y un hijo que regentaban un chiringuito de bebidas en Montjuïc, frente al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), han negado este martes que lo usaran para blanquear las ganancias que obtenían traficando con armas y han asegurado que su fortuna procede solo del quiosco, que les daba 180.000 euros al año.

En la sección segunda de la Audiencia de Barcelona ha quedado este martes visto para sentencia el juicio contra ambos acusados que, junto al padre de familia ya fallecido, están acusados de haber blanqueado los beneficios ilegales que obtuvieron entre los años 1998 y 20212 por el tráfico de drogas.

La fiscalía pide para cada uno de los acusados una pena de cinco años de cárcel y un millón de euros de multa, al considerar que a través de la facturación del negocio del chiringuito blanquearon dinero procedente de la actividad delictiva de manipulación, tráfico y depósito ilegal de armas, municiones y explosivos por los que fueron condenados a penas de hasta 5 años de cárcel.

No obstante, los procesados han insistido en que todos sus ingresos económicos procedían de la actividad del "Bar Nuri" que regentaban, un módulo de bebidas y comidas que, aseguran, contaba con una decena de mesas y cuarenta sillas y permanecía abierto más de doce horas al día, hasta la medianoche.

Grandes beneficios

Con la venta de bebidas y tapas, que se disparaba la noche que había macroconciertos en Montjuïc -de los Rolling Stones, Madonna o Tina Turner, han puesto como ejemplo-, podían llegar a facturar unos 600 euros netos diarios, lo que al cabo del año alcanzaba sumas de hasta 180.000 euros.

La fiscalía discrepa de esas cifras y mantiene que la explotación del quiosco-bar de Montjuïc ascendió a 856.222 euros en 14 años -con una renta mensual familiar de 4.920 euros-, pero que los acusados "enriquecían" paralelamente su patrimonio con los beneficios obtenidos de la venta de armas hasta amasar una fortuna de 1,4 millones de euros.

En el juicio ha declarado un inspector de la Policía Nacional que elaboró el informe que apuntaba a indicios de blanqueo de capitales, unas sospechas que se basaban en el "desequilibrio" entre los ingresos declarados por la actividad del chiringuito y los reales, ha apuntado.

Falta de investigación

A preguntas de la defensa, ejercida por los abogados Cristóbal Martell y Arnau Xumetra, el inspector ha reconocido sin embargo que la policía no investigó la actividad del negocio y qué ingresos podía generar, más allá de las declaraciones tributarias de los acusados.

La defensa ha aportado al juicio un informe pericial económico -del que discrepa una inspectora de la Agencia Tributaria- que concluye que el chiringuito podía generar hasta 70.000 euros de beneficios netos en tres meses, cálculo que ha basado en lo facturado entre agosto y octubre de 2012, cuando la familia que regentaba el negocio ya dejaba constancia de sus ventas a través de los tickets de caja.

Por su parte, la inspectora de Hacienda ha admitido que esos márgenes de beneficio no le parecen "desorbitados" en el sector de la hostelería, pero ha apuntado que, según sus cálculos, para amasar una fortuna como la que tenían, la familia "debería no haber consumido nada en quince años. Todo ahorro", ha añadido.