Por qué Fredo Corleone no será alcalde de Barcelona

Vito Corleone, el Padrino, nunca pensó en su hijo Michael como lo que al final fue: su sucesor al frente de la familia. No lo veía como el siguiente Don, sino como un senador o un congresista, la punta de lanza del ingreso de los Corleone en la vida legal. En ‘Juego de Tronos’, Ned Stark no tenía que ser el señor de Invernalia. Su destino era un matrimonio que reforzara lazos con otras casas poderosas, o vestir el negro en el Muro. En la vida real, Jorge VI (Bertie para la familia) no iba a ser Rey de Inglaterra, y probablemente hubiera preferido un papel más reservado, dada su condición de tímido tartamudo.

Pero los primogénitos fallaron. Santino, ‘Sonny’, Corleone se hizo matar en un peaje por su mala cabeza; el padre y el hermano de Stark fenecieron ardiendo en fuego valyrio al no calibrar el peligro que suponía el rey Aeris II, un Targaryen, y el monarca Eduardo VIII renunció al trono británico para casarse con la divorciada Wallis Simpson. De esta forma inesperada. Michael, Ned y Jorge VI se convirtieron en líderes pese a que no estaban llamados a serlo.

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Cuatro alcaldables

A dos meses largos para las elecciones municipales, son muchos los pronósticos que apuntan a que por lo menos alguna de las cuatro candidaturas que optarán a la alcaldía de Barcelona y que más opciones tienen de lograrla, ERC, Barcelona en Comú, el PSC y Junts per Catalunya, podrían registrar fenómenos similares a los vividos en los casos citados. No que sean asesinados, pero sí que alguno tire la toalla.

Es posible e incluso probable que algunos alcaldables acaben prematuramente fuera del consistorio y que el liderazgo recaiga durante los cuatro años del mandato, o parte de este, en el segundo de la lista. Pero lo curioso es quizá que en varios casos hay indicios de que el elegido podría sería el tercero de la lista. Porque a veces el segundo no es el sucesor.

Que se lo cuenten a Fredo Corleone. El pobre Fredo (muchos se habrán identificado alguna vez con el débil de la familia incapaz de sostener un revólver para defender a su padre tiroteado por un delincuente rival) vio como se le saltaban y elegían al hermano menor como jefe. No le gustó. Intentó traicionarlo. Y acabó ejecutado. No se espera que llegue la sangre al río en Barcelona, pero no hay que descartar traiciones en política.

Menorca o la alcaldía

Xavier Trias, candidato de Junts, ha sido el más claro: si no se convierte en el próximo alcalde, y recupera así la vara de mando que ostentó de 2011 a 2015, se irá a su casa. No es mal verano el que le espera a Trias. O alcalde de nuevo o vacaciones relajadas, quien sabe si en Menorca, donde suele pasarlas.

En la candidatura de Junts, por lo tanto, la cosa está clara: la sucesión debe tenerse en cuenta, podría producirse de inmediato. ¿Quién sería el elegido? En teoría, la número dos de la lista, Neus Munté. Pero la vida ya le ha enseñado a Munté que a veces te roban el liderazgo en la última curva. Le pasó en 2019, cuando había ganado las primarias del PDECat y acabó de número tres de la lista de Junts, cuya alcaldable era Elsa Artadi, formalmente número dos por detrás de un alcaldable simbólico, Joaquim Forn.

Munté y las sucesiones

Esta vez, Munté va por detrás de Trias, y le sigue como tercero Jordi Martí Galbis. Y Martí ha sido señalado varias veces como un posible candidato. Es, por así decirlo, el favorito del exalcalde. Y por lo tanto no cabe descartar que a partir del 15 de junio, día en el que se constituye el nuevo ayuntamiento, el jefe de filas de Junts en el consistorio sea Martí.

En cuanto al PSC, Jaume Collboni ha afirmado que se quedará pase lo que pase. Le acompaña como segunda de la candidatura Maria Eugènia Gay, todavía delegada del Gobierno central en Catalunya. No es ningún secreto que el nombre de Gay sonó como el de una posible alcaldable socialista alternativa a Collboni. Y por ello no sería una revolución que en caso de un terremoto inesperado acabe siendo la jefa de filas en el próximo mandato. Pero nadie puede negar que la número 3, Laia Bonet, ha sido este mandato la segunda del actual candidato, y que probablemente este se sienta más próximo a ella.

Janet y Jordi

En Barcelona en Comú sucede lo mismo: no está tan claro que el número dos de Colau, Jordi Martí Grau, vaya a ser el sucesor. De hecho, siempre se ha dicho que será Janet Sanz, que va de número tres. Martí es la mano derecha de Colau en el día a día, y fue premiado con esa segunda plaza, pero Sanz, de quien se dice que pugnó por arrebatársela hasta el último momento, parece tener mucho más respaldo en Barcelona en Comú si llega el caso de que la alcaldesa deja el consistorio en verano, lo que se consideraría lógico si no sigue en el cargo: o se va a la ONU o se va al Congreso.

Finalmente, en ERC. Elisenda Alamany vuelve a ser la número 2, y de 3 va la que en los últimos años ha sonado como número 2 o incluso alcaldable: Ester Capella. Ernest Maragall sostiene que no se irá, pero si lo hiciera, ¿alguien está seguro de que Alamany es quién mandará?

La cuestión, en definitiva, es comprobar quiénes serán los Fredo Corleone barcelonéses, los que perderán la partida, llegado el caso.

Pedro no llama a Ada

Una de las especulaciones sobre posibles pactos poselectorales en Barcelona es la que parte de que llegado el caso el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, haría una llamada para que el PSC pacte antes con Colau que con Trias. Pero no tiene mucha fuerza. Y menos después de que la semana pasada Sánchez paseara con Collboni por la ciudad y no se molestara en hacerle una mísera llamada de cortesía a la alcaldesa.

Mària Sánchez

Periodísticamente hablando, las elecciones municipales ya han quedado marcadas por una ausencia, la de la sobria ironía con criterio de la periodista de TVE Mària Sánchez, fallecida este jueves a los 59 años.

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