Collboni, un alpinista mejorable con buenas cartas para llegar a la cumbre

Barcelona está llena de gente haciendo cábalas sobre quién será el próximo alcalde, y muchos creen que el que tiene más números para lograrlo es Jaume Collboni. Sostienen fuentes conocedoras de los entresijos del asunto, esos expertos, esos médicos invisibles, que Collboni puede ser alcalde por varias vías, como un alpinista puede subir por diferentes caras a la cumbre de una montaña. La más obvia: ganando las municipales del 28 de mayo. No es algo que parezca inalcanzable. Varias encuestas le señalan como el alcaldable con más opciones de quedar el primero.

Las dos rutas

En ese caso, lo más probable es que pudiera elegir socio. Una opción sería recorrer el camino de la sociovergencia, que ya fue el elegido por los socialistas en 2019 en la Diputación de Barcelona. Otra vía sería mantener la alianza con Colau y volver a tener de compañero de gobierno a Barcelona en Comú, pero esta vez como el socio menor.

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También cabe la posibilidad de que ganando no acabe de alcalde, si se da una suma de otras candidaturas que alcance los 21 concejales que dan la mayoría absoluta. No es algo que le sea ajeno, porque él mismo ha confesado que fue uno de los padres de esa fórmula con Manuel Valls, Eva Parera y Celestino Corbacho como salvadores de una Ada Colau que, incómoda pero sin titubear, por lo menos públicamente, dejó entrar a los tres invitados a su fiesta.

Pactos con la derecha

Por todo ello sorprendió un tanto que hace unos días Collboni acusara a Colau de haber pactado dos veces con la derecha. Bueno, se entiende que como exsocio tome distancia, pero la primera de esas dos alianzas que denunció es precisamente la de la investidura de 2019 en la que el jugó un papel más que relevante. La alcaldesa, por su parte, siempre ha negado haber pactado con nadie.

Collboni proclamó a medio mandato, en mayo de 2021, que él fue quien cocinó esa alianza (con la derecha) que garantizaba la reelección de Colau y un pacto de gobierno con el PSC a cambio de orillar el ‘procés’. El segundo pacto que denuncia es el de la alcaldable de Barcelona en Comú y su homólogo de Junts, el exalcalde Xavier Trias, para frenar al PSC.

La lista y Junqueras

De nuevo con los expertos, dicen los cocineros electorales que la opción más deseable electoralmente para los socialistas era Salvador Illa, que su victoria estaba asegurada en Barcelona. Pero añaden que no tendría sentido quemar en la contienda al líder del PSC en el Parlament cuando está más cerca que nunca de la hipotética presidencia de un Govern tripartito. Según esta tesis, el segundo en atractivo era Miquel Iceta, cuyo nombre ha sonado mucho como posible alternativa a Collboni, pero quedó descartado porque su figura impedía de lleno un posible acuerdo municipal tripartito con BComú y ERC por el veto expreso de Oriol Junqueras.

Siguiendo con esa lista de popularidad electoral, y con la teoría de esas fuentes de cocina electoral, la tercera con más cancha entre los votantes era Meritxell Batet, la cuarta, la delegada del Gobierno en Catalunya, Maria Eugènia Gay (finalmente número dos de la lista), y en quinto puesto, el alcaldable, Collboni, entre cuya falta de activo destacaría, precisamente, su imagen de socio de Colau durante los últimos años.

Colau y Agustina de Aragón

A todo esto, la alcaldesa empezará la semana declarando en el juzgado por la denuncia de un Fondo inmobiliario. Será la segunda vez que le toque hacerlo. La primera fue por el caso de las subvenciones, archivado y reabierto, en el que sus detractores le atribuyen el reparto de cantidades millonarias de forma arbitraria, algo que nunca, por ahora, se ha visto acreditado. En aquel caso, el equipo de Colau hizo todo lo que puedo para evitar que tuviera que verse en el brete de declara como imputada.

Se diría que ahora es distinto, que ahora no preocupa tanto la cita y que lo afrontará al puro estilo de Agustina de Aragón encendiendo la mecha del cañón contra los franceses. Haciendo gala de ser víctima del ataque de los fondos “buitre” cuando faltan dos meses y medio para las elecciones municipales.

Un alquiler optimista

Entretanto, en el frente del Constitucionalismo, Eva Parera, candidata de Valents, y Anna Grau, de Ciutadans, fueron las únicas alcaldables, junto con Colau, que excusó su presencia, ausentes en el acto de presentación del documento Projecte Pro BCN 2023. Hay quien dice que se les olvidó invitar a Parera.

Fuera o no así, la excompañera de candidatura de Valls se muestra muy optimista de cara al futuro. Parera ha presentado esta semana la nueva sede de Valents en Barcelona. El local es de alquiler, y el contrato de cinco años. Es cuestión de ver si en 2028 la marca se ha consolidado y si se sigue pagando una renta. La oficina está en la calle de Trafalgar, a 240 metros de la Torre Urquinaona, que albergó la primera sede de Ciutadans, propiedad, según publicó El Mundo, de Miguel Rodríguez, presidente de la empresa de relojes Festina. Sirva como aviso a navegantes ‘valents’ de lo efímera que puede ser la vida de una opción política.

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