Locales llenos

Marisquerías, discotecas y copas: el regreso del Mobile masivo anima la noche de Barcelona

Locales de la ciudad se llenan en un día laborable de invierno por el congreso de móviles

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El Mobile World Congress 2023 ha vuelto a dejar estampas prepandemia en Barcelona, como marisquerías llenas y colas en discotecas una noche invernal entre semana. Pese a no alcanzar aún la cifra de visitantes de 2019, la recuperación de la presencialidad masiva se ha traducido en un visible incremento de consumo para negocios de restauración y ocio. Los días más fuertes de esta edición en reservas e impacto económico son lunes y martes, mientras que el resto de jornadas se difumina más el gasto de los asistentes.

Este martes, como muestra este completo reportaje fotográfico de El Periódico, podían verse en la capital catalana grupos de congresistas en las mesas de múltiples negocios de la capital. Restaurantes tradicionales y modernos de la ciudad, como el Salamanca, el Bosque Palermo, El colmado, Jacqueline o 4 latas Granados lucían mesas abarrotadas. Los camareros iban arriba y abajo sirviendo manjares de postín, desde paellas hasta deconstrucciones gastronómicas. También se dejaron ver eventos privados, que el resto del año escasean entre semana. El restaurante Tracatrá por ejemplo cerraba al público general para acoger una fiesta privada organizada por la empresa Digital Virgo y con la música en vivo de Fran Asensio Trío. Como anécdota, en la Barceloneta pudo verse además algún congresista indispuesto en el exterior de un restaurante.

Copas, discotecas… y el Bagdad

Tras comer bien, algunos continuaron la ruta con una copa en un local nocturno como el bar musical Diobar o incluso al fresco en una terraza, por ejemplo en la plaza de las Olles del Born. Los más noctámbulos incluso optaron por ir de discoteca: como muestran las fotografías, el ambiente en los locales Opium, Shoko y Pachá era de temporada alta siendo aún pleno invierno y un martes.

Precisamente en la zona del Port Olímpic podían verse colas de taxis listos para llevar a los congresistas de vuelta a su alojamiento. También los había frente al Casino de Barcelona. Y en otro clásico de las juergas de Ciutat Vella: chóferes privados hacían guardia frente a la sala de porno shows Bagdad.