Plan de fomento del catalán

El Ayuntamiento de Barcelona se abre a multar por discriminación lingüística

El consistorio invertirá 24,2 millones en el protocolo para promover el catalán, que incorpora campañas dirigidas a jóvenes, turistas y comercios, entre otros

Ambiente en el Portal de l'Àngel de Barcelona

Ambiente en el Portal de l'Àngel de Barcelona / Álvaro Monge

Jordi Ribalaygue

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El Ayuntamiento de Barcelona se abre a imponer sanciones en caso de probarse que se han vulnerado los derechos de un vecino de la ciudad al negársele la atención en los servicios públicos en catalán o en castellano, los dos idiomas oficiales, o en caso de demostrarse un trato vejatorio por razones lingüísticas, ya sea en la administración o en el sector privado. Entre las 68 medidas que contiene el plan municipal para el fomento del catalán presentado esta mañana, el consistorio incluye la opción de “atender a las demandas sobre derechos lingüísticos, incluyendo la función sancionadora si corresponde”.

El teniente de alcalde Cultura, Jordi Martí, ha enfatizado que "el plan no va a sancionar" y ha remarcado que la medida no es más que un recordatorio de lo que la normativa de la Generalitat ya establece, si bien reconoce una cierta laxitud en la imposición de multas que la ley contempla al respecto. "Cualquier ciudadano tiene derecho a ser atendido y entendido en catalán o es castellano en la administración. Las entidades y los servicios nos han pedido poner más cuidado en la vulneración de ese derecho porque no se le presta suficiente atención, tanto en catalán como en castellano", remarca.

La coordinadora del protocolo, Marta Rovira, ha aclarado que “no se refiere a multar por no usar el catalán en un cartel, sino que se refiere a los derechos de las personas cuando se den situaciones de discriminación”. A su vez, ha recordado que la imposición de sanciones compete en este caso a la alcaldesa Ada Colau, "como en otras vulneraciones por razón de género u otras", ha comparado.

Ha añadido que es “una petición directa de las entidades” que han participado en la elaboración del protocolo por el que se prevén invertir 24,2 millones de euros a lo largo de cuatro años para fomentar el uso del catalán y revertir la caída del uso del idioma, especialmente en declive entre los jóvenes de la ciudad. "Fue una demanda a la oficina de derechos lingüísticos por vulneraciones lingüísticas que se dan en cualquier idioma. Las entidades piden que la función sancionadora se aplique también en estos casos", ha expresado Rovira.

Según los últimos datos disponibles, la Oficina de No Discriminación del consistorio registró 59 presuntos casos de desprecio por motivos lingüísticos en 2021. Del total, 55 quejas fueron de ciudadanos que denunciaron haber sido desdeñados por expresarse en catalán y las otras cuatro, por idiomas que no son ninguna de las dos lenguas oficiales.

Martí ha señalado que el plan no va más allá de las sanciones que ya fija la normativa lingüística de la Generalitat. “No se trata de imponer nada ni de imponer a golpe de martillo, sino de promover, de hacer que la lengua sea atractiva y convencer de que el uso del catalán es positivo para el que lo usa y el colectivo”, ha afirmado Martí.

El concejal de los comunes ha comparado el protocolo con una “lluvia fina” que pretende regar diferentes ámbitos -desde la educación a la cultura, pasando por el deporte y la salud- para tratar de revertir el “retroceso” en el uso del idioma. “El objetivo no es tanto el catalán bien escrito y bien hablado, sino promover que se use en cualquier ámbito de la vida, pública o privada”, ha añadido.

Cursos acelerados para médicos

Un comité de expertos lingüistas apadrinado por el Institut d’Estudis Catalans -la academia de la lengua catalana- ha elaborado el plan a lo largo de los últimos meses. Entre las propuestas, figuran cursos acelerados para médicos que proceden de fuera de Catalunya, campañas para que los turistas sepan que el catalán se habla en Barcelona y diferentes fórmulas para promover el idioma en la juventud.

Antes de entrar en vigor, la medida debe ser sometida a aprobación en el pleno municipal. Tiene garantizada la mayoría, al ser respaldada por las dos formaciones independentistas en la oposición, ERC y Junts, que han acudido a la presentación de la hoja de ruta para escenificar su apoyo. En cambio, el PSC, socio de gobierno de la alcaldesa Ada Colau, no ha asistido.

Martí ha presentado el plan como una “medida de gobierno” y ha dado por descontado el apoyo de los socialistas. La concejal Rosa Alarcón (PSC) ha puntualizado que su formación comparte el "diagnóstico" sobre la regresión del catalán en la ciudad y la necesidad de promover que se hable, si bien ha reclamado "evitar todo aquello que implique imponer y polémicas que no benefician la convivencia lingüística". "Estamos porque se despliegue el Plan Nacional por la Lengua. Al mismo tiempo, estamos en momento electoral y con la lengua no se juega en plena campaña", ha sostenido Alarcón, que ha añadido que el PSC aún debe analizar el contenido del protocolo. En todo caso, ha afeado que se presenten "medidas de apoyo a la lengua en este momento, que puede inducir a que se use como arma electoral".

El programa desgrana las propuestas por sectores. En educación, se prevén ofrecer cursos para padres y madres de alumnos, invitar a ‘influencers’ que hablan en catalán a centros de secundaria y crear un taller de retransmisiones deportivas en catalán en institutos. También apunta que se exigirá el catalán en la titulación de los monitores de actividades de ocio para la juventud. Además plantea lanzar una campaña por redes sociales para subrayar “la vinculación del catalán con la identidad barcelonesa de los jóvenes”

El plan precisa que se velará porque las intervenciones de la alcaldesa y los concejales sean en catalán. También anuncia campañas para fomentar el catalán en comercios, universitarios extranjeros y barrios donde menos se emplea. También proyecta crear un ‘día de la lengua’, que podría consensuarse con la Generalitat para que sea común en toda Catalunya. A su vez, contempla crear una oficina de la lengua catalana, instalada en la Casa de les Lletres del Poblenou, pendiente de abrir.