Enésima discusión

Los comunes y el PSC se enzarzan también por la venta de café y comida en quioscos de BCN

Un quiosco de prensa de Barcelona

Un quiosco de prensa de Barcelona / Ricard Cugat

Jordi Ribalaygue

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Los quioscos de Barcelona se han convertido en el enésimo motivo en que los dos socios mal avenidos del gobierno de la alcaldesa Ada Colau han escenificado de nuevo sus disputas. El bipartito de Barcelona en Comú y PSC ha elevado la propuesta para que los puestos de prensa ofrezcan nuevos productos y servicios para tratar que sean viables, incluida la venta de café y comida preparada, a la comisión de economía del ayuntamiento. Se trataba tan solo de dar curso a la medida para abrir el período para presentar alegaciones con las que modificarla. Se deducía que contaba con el beneplácito de ambas fuerzas, pero los comunes y los socialistas han acabado discrepando y han votado por separado.

El PSC se ha desmarcado tras la queja del Gremio de Restauración de Barcelona, que ha repudiado que los quioscos se conviertan en lo que ha tachado como “bares encubiertos” que, en su opinión, podrían plantear una “competencia desleal” a la hostelería. “No ha habido diálogo con sectores que podrían verse afectados por esta cuestión”, ha esgrimido la concejal socialista Montserrat Ballarín.

En cambio, el teniente de alcalde de los comunes Jordi Martí ha asegurado que la propuesta para ampliar el abanico de productos de los quioscos se ratificó sin discusión en el seno del ejecutivo de comunes y socialistas. “Era un acuerdo de todo el gobierno”, ha sostenido Martí, que ha recalcado que el cambio por el que se reduce el espacio reservado para exhibir diarios y revistas para dejar más hueco a otro tipo de artículos en las paradas se negoció durante más un año con el gremio de vendedores de prensa

Debate desconcertante

La oposición se ha mostrado perpleja por el nuevo episodio público de desavenencias entre los integrantes del ejecutivo de Colau. En las últimas semanas, Barcelona en Comú y PSC ya han reñido por el plan de usos comerciales del Eixample, por el proyecto de reforma de la ronda Sant Antoni y sobre la ruptura temporal de relaciones con Israel.

“Es una irresponsabilidad llegar a la comisión sin un expediente acordado. No queremos que las familias paguen los platos rotos de un gobierno que piensa más en las elecciones que en gobernar”, ha recriminado el concejal Jordi Castellana (ERC). “Es lamentable el postureo del PSC y la actitud de los comunes de no desbloquear esta situación”, ha expresado Joan Rodríguez (Junts). “Es lamentable la posición del gobierno, pero aún lo sería más que acabase afectando a los negocios”, ha advertido Josep Bou (PP). “¿Se harán alegaciones mutuamente a la propuesta de su gobierno? Aquí no están en campaña, están gobernando”, ha espetado Eva Parera (Valents)

En medio de un cierto desconcierto, varios grupos han pedido primero que el punto se retirara de la orden del día. Ferran Mascarell (Junts) ha sugerido que los ediles de la oposición abandonaran la sala para hacer decaer el punto por falta de quórum. También se ha planteado si se debía aplazar la cuestión a la comisión del marzo. Martí ha advertido que, de posponerse la discusión, se estaría “jugando con la economía de las familias que gestionan los quioscos”. “Si no comenzamos ahora el trámite, nos acercaremos peligrosamente al límite en que no se nos permitirá aprobarlo, porque estaremos en período electoral”, ha alertado. 

Al final, la mayoría de partidos han rechazado demorar el asunto un mes más. Entre reproches, Barcelona en Comú, Cs, PP y Valents han votado a favor de la aprobación inicial de la modificación de las condiciones de los quioscos, mientras que PSC, ERC y Junts se han abstenido. Ahora se abrirá un período de exposición pública durante 20 días para proponer enmiendas a los cambios en los quioscos para que sobrevivan a la caída de la difusión de las publicaciones en papel. Martí ha cerrado el debate pidiendo disculpas por lo que ha tildado de “espectáculo” y “sainete”. “Lo que ha pasado en esta comisión no tendría que haber pasado”, ha concluido.