Negocios enfrentados

Los restauradores de Barcelona, en pie de guerra contra la venta de café en quioscos: "Es inadmisible"

La decisión del ayuntamiento no ha sido bien recibida por el Gremio de Restauración de Barcelona

Denuncian la "competencia desleal e intrusismo" con conllevará la medida, considerada "contradictoria"

Un quiosco de prensa de Barcelona

Un quiosco de prensa de Barcelona / Ricard Cugat

Gisela Macedo

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La decisión del Ayuntamiento de Barcelona de permitir a los quioscos de prensa vender café y comida envasada no ha sido bien recibida por los restauradores. El Gremio de Restauración de Barcelona ha emitido un comunicado en el que denuncia "la competencia desleal e intrusismo" que esto supondría para ellos, y anuncia que trabajarán para evitar que se apruebe definitivamente.

La medida, que aún no se ha puesto en marcha, nace de la necesidad de renovar la fórmula de estos negocios para evitar su cierre, ya que la venta de revistas y diarios en papel ha caído considerablemente. Por ello, los quioscos también estarán autorizados a vender ‘souvenirs’, boletos de lotería, regalos, entradas para espectáculos y tarjetas de transporte y de recarga de móvil, entre otros.

Para el director del Gremio, Roger Pallarols, "es inadmisible querer rescatar estos quioscos a expensas de hundir la restauración de los barrios". En este sentido, considera que la medida "enfrenta" a estos "negocios vecinos que, hasta ahora, han convivido con armonía". Subrayan que los quioscos cuentan con "ventajas competitivas" económicas con respecto a los bares y restaurantes, que tienen que pagar el alquiler del local, suministros y personal, entre otros gastos. Igualmente, Pallarols asegura que "nadie quiere" que los quioscos de prensa cierren, aunque aboga por buscar otras vías para que sobrevivan.

Medida contradictoria

Asimismo, los restauradores consideran que esta decisión es "incoherente", teniendo en cuenta ciertas medidas que ha tomado recientemente el gobierno de Ada Colau, como el nuevo plan de usos del Eixample, que restringe la apertura de bares en este distrito. “Se impide la apertura de bares de verdad y, al mismo tiempo, se promueve que los quioscos se conviertan en bares encubiertos. No tiene ningún tipo de sentido y, de hecho, plantea dudas legales: en un espacio determinado no será posible abrir un bar, pero sí sumar un nuevo punto de restauración en forma de quiosco”, protesta Pallarols.

Por otro lado, desde el Gremio advierten de que esta decisión puede perjudicar a los consumidores: "el intrusismo devalúa los oficios y, en consecuencia, la calidad de la oferta que se pone al alcance de la ciudadanía", apuntan.

"Trabajaremos para que la medida, en aquello que perjudica la restauración, no se llegue a aprobar definitivamente”, concluyen en su comunicado.