Muere un motorista en un choque con un vehículo de la Guardia Urbana de Barcelona

Gabriel fue trasladado en estado crítico al Hospital de Sant Pau. "Tenía el cráneo roto y las costillas hundidas", detalla un familiar, que añade que los médicos optaron por sedarlo y, cuatro días, tras ver que no reaccionaba, acabaron por desconectarlo y certificar su defunción.

Desde el Ayuntamiento de Barcelona se subraya que la Unidad de Investigación y Prevención de la Accidentalidad (UIPA) de la Guardia Urbana ha abierto una investigación, como ocurre siempre que hay un accidente grave, y todavía no ha terminado el trabajo. También se subraya que se ha informado a la familia en todo momento y se confirma que el vehículo con el que chocó Gabriel era un coche no logotipado del cuerpo municipal que se dirigía a un servicio. No consta que circulara con las luces prioritarias activadas.

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La familia de Gabriel, sin embargo, asegura que apenas tienen información sobre lo ocurrido y solicitan la colaboración ciudadana de personas que pudieran ver lo ocurrido, o incluso tomar imágenes. "Nos han dicho que no hay testigos ni cámaras y queremos saber qué pasó", explica el familiar que ha contactado con EL PERIÓDICO. "El choque tuvo que ser fuerte porque se rompió el casco contra el bordillo del separador de los dos sentidos en Travessera de Dalt pero no sabemos si el coche lo embistió por detrás o le dio lateralmente ni tampoco si circulaba por encima de los límites de velocidad porque se dirigía a algún servicio", razona.

A pesar de que Gabriel falleció a causa de heridas sufridas en este accidente de tráfico, la Guardia Urbana no lo consideró una víctima mortal de accidente de tráfico dado que su muerte no se produjo durante las primeras 24 horas tras el suceso.