Acto de recuerdo

La búsqueda detectivesca para hallar a las familias de los bomberos de BCN deportados a los campos nazis

El cuerpo homenajea a cuatro agentes recluidos en campos de concentración tras tratar de localizar a sus descendientes, a los que sigue buscando

Eugeni Renom y Núria Cusidó, sobrino nieto y bisnieta de Eugeni Riera, señalan la placa con el nombre de su familiar, bombero de Barcelona muerto en Mauthausen.

Eugeni Renom y Núria Cusidó, sobrino nieto y bisnieta de Eugeni Riera, señalan la placa con el nombre de su familiar, bombero de Barcelona muerto en Mauthausen. / ROBERT RAMOS

Jordi Ribalaygue

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Barcelona ha tardado 80 años, incluidos más de 40 en democracia, para rendir tributo a cuatro servidores públicos que fueron recluidos en los campos de concentración nazis. “Demasiado tiempo”, ha admitido el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, durante el homenaje “sencillo, pero cargado de simbolismo y solemnidad” con el que, en palabras del concejal, los Bomberos de Barcelona han restituido la memoria de sus miembros deportados al infierno carcelario hitleriano. 

Eugeni Riera Moll murió en Mauthausen y Miquel Bosquet Folqué perdió la vida en Gusen; Jesús del Pueblo Moreno y Josep Alcoberro Solé sobrevivieron. Sus nombres han vuelto a ver la luz gracias a la investigación de Marc Ferrer, historiador y, a su vez, bombero. También ha comprobado que otros dos bomberos, Eduard Antonio Añover y Francesc Truco Barceló, fueron esclavizados por los Servicios de Trabajo Obligatorio de la Alemania totalitaria durante la II Guerra Mundial. 

El deber de honrarlos se ha demorado tanto que no ha fructificado la tarea a contrarreloj que el cuerpo se encomendó en las últimas semanas para dar con las familias de los tres deportados sin descendencia conocida. Al menos, no ha dado resultado por ahora, porque los agentes no desisten en la búsqueda.

Cuatro placas con los nombres de cada una de las víctimas del nazismo se han descubierto este viernes para brindarles recuerdo perpetuo en la entrada del antiguo cuartel de la calle Lleida, convertido en el museo Espai Bombers. Figuran cerca de las baldosas que evocan a los agentes fallecidos en acto de servicio. “No es que llegue tarde, sino que lo hace demasiado tarde”, ha calibrado Àlex Rigol, integrante de la Amical de Mauthausen, que agrupa a los descendientes de los prisioneros republicanos españoles en los campos de concentración. 

Indagaciones en Francia

Los Bomberos de Barcelona se han esmerado en tratar de hallar a descendientes de Miquel Bosquet, Jesús del Pueblo y Josep Alcoberro para invitarlos a participar en el homenaje. “Pero no ha sido posible localizarlos”, ha explicado el director del cuerpo, Sebastià Massagué, que se ha comprometido a no cejar en las pesquisas. Sí que han acudido familiares de Eugeni Riera, identificados por los estudios de Ferrer. 

En las últimas semanas, la dirección de los Bomberos de Barcelona contactó con sus colegas de Francia. Se sabe que Del Pueblo y Alcoberro se exiliaron en el país vecino tras ser liberados, aunque se desconoce si allí retomaron el oficio. El cuerpo hizo trámites para publicar sendos anuncios en dos grandes periódicos galos, 'Le Monde' y 'Le Figaro', para pedir ayuda por si algún lector sabía del paradero de los familiares.

Carles Pons es el bombero de Barcelona que ha procurado averiguarlo. Desgrana unas indagaciones que se antojan casi detectivescas. “Hemos estado en Francia y hemos contactado con ayuntamientos como los de Perpinyà y París, con consulados de España, con hospitales y cementerios… De momento, no consta que haya familiares”, comenta el agente, que apostilla que se enfrentan a una “búsqueda muy difícil”.

Descubrimiento de las placas que recuerdan a los cuatro bomberos de Barcelona deportados a campos de concentración nazis.

Descubrimiento de las placas que recuerdan a los cuatro bomberos de Barcelona deportados a campos de concentración nazis. / ROBERT RAMOS

Una hija recién fallecida

En todo caso, los Bomberos de Barcelona y el historiador Marc Ferrer sí han logrado desvelar algunas incógnitas desde que EL PERIÓDICO publicó a primeros de enero que lanzaban una llamada de auxilio para contactar con las familias de los cuatro presos del nazismo. “Sabemos que Alcoberro falleció en Banyuls y hemos encontrado su tumba -revela Pons-. Está allí enterrado con su mujer. Sabemos que ambos pagaron el nicho a perpetuidad y que lo hicieron ellos mismos. No constan hijos. Por el acta de defunción, sabemos que vivieron en una residencia, pero allí hubo una inundación y toda la documentación se perdió”.

A su vez, los Bomberos de Barcelona han contactado con el Ayuntamiento de Hellín, la población de Albacete donde nació Del Pueblo. La tentativa también ha caído en saco roto: no quedan parientes del deportado en la localidad. “Vivió en Francia y murió allí, aunque no sabemos dónde. Seguiremos buscando si tuvo hijos”, indica Pons, que prevé que las indagaciones se amplíen a los agentes del cuerpo que fueron víctimas del franquismo. Hubo decenas de depurados, aparte de los que fueron fusilados por alistarse en las tropas republicanas durante la Guerra Civil o se exiliaron al final de la contienda. “Si es necesario, investigaremos por toda Europa”, dice.

Resulta demasiado desdichado el caso de la descendencia de Bosquet, muerto en 1941 a los 36 años. Eugeni Renom, sobrino nieto del otro bombero exterminado, descubrió que Bosquet tuvo una hija. Habitaba un piso en la calle Padilla y murió soltera y sin hijos en una residencia de Barcelona el pasado 7 de septiembre, no hace aún ni medio año. Los únicos allegados de la mujer eran dos ahijados residentes en Granada, sin parentesco con el expatriado.

Más 'stolpersteine'

“Vamos tarde con los bomberos mártires, con los muertos del fascismo enterrados en las cunetas, los deportados en los campos de concentración y, en general, con todas las víctimas”, ha advertido Renom. No ha reprimido la crítica por que un homenaje como el de este viernes haya costado tanto que se organizara. “Cualquiera que desde un lugar con poder retrase un solo día un acto de recuerdo o la instalación de una ‘stolpersteine’ [los adoquines que rememoran a cada víctima del nazismo] está traicionado a la memoria democrática, es decir, a la democracia y es cómplice de la barbarie”, ha rematado. 

El concejal de Memoria Democrática, Jordi Rabassa, ha anunciado que Barcelona colocará 11 ‘stolpersteine’ más en los próximos meses, tras las nueve instaladas en 2022. Antes de cerrar el acto, Núria Cusidó ha invocado con emoción a Riera, su bisabuelo muerto con 45 años: “Ahora tengo su misma edad. Mi abuela, para aprender catalán, se apuntó a una escuela de barrio. Nos dejó una redacción sobre los recuerdos que tenía de su padre, la mayoría explicados por su madre. ‘Se dedicó a salvar vidas y nadie pudo hacer nada para salvársela’, escribió. A mi madre la bautizaron Eugènia por él. Lo llevaremos siempre en la memoria aunque no lo conociéramos porque, de alguna forma, nos cambió la vida. Los silencios conmovedores cuando en casa preguntábamos por él encogían el corazón”.