Los alquileres están por encima del salario mínimo en al menos 22 barrios de Barcelona

Los efectos de la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 1.080 euros darán para pocas alegrías a los residentes en Barcelona que viven de alquiler. Después de que la ciudad pulverizase sus propios récords de precio de arrendamiento en 2022, el coste de la vida en la ciudad aún resulta de difícil encaje con los sueldos más bajos. En un total de 22 de los 73 barrios de la capital catalana la media del precio de un alquiler está por encima del SMI. En otros dos están casi a la par.

El volumen de barrios, que lejos de concentrarse en la zona alta se distribuye entre seis de los diez distritos, ilustra que el incremento salarial tendrá mucha menos repercusión en unos municipios que en otros. En Barcelona, la renta media de un piso contratado en el tercer trimestre (según las fianzas y contratos oficiales registrados en el Incasol, y a falta del cierre del último trimestre) ascendió a 1.066 euros, apenas unos euros por debajo del nuevo salario mínimo.

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En 22 barrios un arrendamiento se sitúa por encima de esa base salarial: en el Gòtic (1.111 euros); Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera(1.084); Fort Pienc (1.118); Dreta de l'Eixample (1.445); Antiga Esquerra de l'Eixample (1.252); Nova Esquerra de l'Eixample (1.113); Sant Antoni (1.072); La Marina del Prat Vermell (1.380); La Bordeta (1.136, por las nuevas promociones de vivienda); Les Corts (1.203); La Maternitat i Sant Ramon (1.107); Pedralbes (1.946); Vallvidrera, Tibidabo i Les Planes (1.346); Sarrià (1.541); Les Tres Torres (1.990); Sant Gervasi-La Bonanova (1.473); Sant Gervasi-Galvany (1.550); El Putxet (1.149); El Parc i la Llacuna del Poblenou (1.169); La Vila Olímpica (1.499); Poblenou (1.104); Diagonal Mar i el Front Marítim del Poblenou (1.354) y Sant Martí de Provençals (1.158). En Sant Antoni y Vallcarca i Penitents roza el SMI.

Oferta disponible aún más cara

Si en lugar de enfocar a los contratos firmados se observa la actual oferta disponible, el porcentaje territorial con alquileres disponibles por encima del sueldo base aún crece más. No obstante, los portales inmobiliarios no disponen aún de la estadística.

Los datos reflejan solo la disonancia entre ingresos (el aumento de SMI beneficiará a entre 240.000 y 260.000 personas en Catalunya) y coste de la vivienda para una buena parte de la población de Barcelona. Pero hay que tener en cuenta que la exigencia para la firma de un arrendamiento suele ser que la renta no represente más del 35% de los ingresos del o los arrendatarios. De ese modo, ni siquiera el resto de barrios (con precios firmados entre 1.072 en Sant Antoni y 552 del mínimo en Torre Baró), están al alcance de muchos mileuristas que pretendan vivir solos.