En Barcelona

Los ladrones violentos esquivan la prisión preventiva en el 90% de las detenciones

Robos violentos y hurtos descienden en la capital catalana este 2022, donde los arrestos policiales han crecido en un 16%

Mossos d'Esquadra en la estación de Sants.

Mossos d'Esquadra en la estación de Sants.

Guillem Sánchez

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Los robos violentos han caído un 13,3% este 2022 en Barcelona en comparación con el 2019, año previo a la pandemia y durante el que se registraron los peores datos registrados desde el despliegue de los Mossos d'Esquadra en la capital catalana, en 2005. También han sido menos un 26,6% menos los hurtos denunciados en la ciudad en relación al mismo periodo. Las detenciones de ladrones violentos, además, han aumentado en un 16%. Las cifras son "buenas" ha defendido la comisaria de Barcelona, Marta Fernández, en un balance que también recoge que Barcelona sufre como el resto de capitales españolas y europeas la lacra de la reincidencia, que persiste en la calle a pesar de las detenciones. Los ladrones violentos arrestados solo entran en la cárcel preventivamente en una de cada diez ocasiones. En las nueve restantes, son detenidos, pasan a disposición judicial y regresan a la calle.

Los Mossos activaron en 2020 un plan específico para combatirla, el Pla Tremall. Es un sistema de trabajo que han defendido como un modelo de éxito tanto Fernández como el inspector Josep Naharro, responsable de la investigación criminal que sucede dentro de los confines de la ciudad. Se basa en mejorar la inteligencia policial para conocer el fenómeno de la multirreincidencia y poder así anticiparse con dispositivos en las zonas más afectadas y también mejorar la coordinación con la fiscalía y los juzgados y aportar más información sobre la actividad delincuencial de cada ladrón que pasa a disposición judicial. Un catálogo delincuencial que ha logrado que las medidas cautelares que se dictaban contra los reincidentes aumentaran en 2021. Este 2022, sin embargo, han vuelto a proporciones anteriores al Tremall.

Tanto Fernández como Naharro consideran que esa disminución de las órdenes de cárcel preventiva se debe en parte al hecho de que han crecido mucho las detenciones in fraganti. Ese tipo de arrestos no terminan en encarcelamientos antes del juicio porque se instruyen como delitos en grado de tentativa.

Casi 300 reincidentes

Los Mossos han detectado a 289 ladrones en Barcelona que hacen de los hurtos y los robos violentos su forma de vida. Actúan sobre todo en el centro de la ciudad y en el litoral, ejes turísticos. Estos casi 300 carteristas han sido arrestado en 2.270 ocasiones tras cometer un total de 5.692 delitos. Los cinco reincidentes más activos han sido arrestados 117 veces. Uno 25, otro 24, dos más 23 y el quinto, 22. Dos de estos cinco nunca han entrado en la cárcel tras esa veintena de detenciones, uno la ha pisado doce días y otros dos se encuentran entre rejas.

Para la comisaria y el inspector la actividad de estos delincuentes tiene un impacto en la percepción de seguridad de la ciudadanía. Pero para que se tenga una descripción detallada de estos delitos los dos policías han subrayado que en un 74% de los casos la víctima resulta ilesa y que solo en un 13% de los ataques los ladrones han esgrimido un arma blanca.

Relojeros subcontratados

Los Mossos crearon para luchar contra el robo violento de relojes de gama alta que sufrían los turistas la unidad Titani. "Cuanto mejor conoces algo, mejor puedes combatirlo", ha razona Fernández, que ha reconocido que no resulta posible asignar investigadores específicos para cada modalidad delincuencial a pesar de que hacerlo siempre ofrece buenos resultados. Gracias al estudio de este fenómeno los Mossos han averiguado que existen grupos organizados de ladrones que encargan a delincuentes de la calle la sustracción de los relojes.

En 2019, las llamadas manadas de 'relojeros' estaban integradas por los mismos delincuentes que después se llevaban estas piezas a otros países para revenderlos allí. En la actualidad, sin embargo, estos grupos delegan el trabajo sucio en los más jóvenes, que son quienes asumen el riesgo de ser arrestados y que después también aceptan entregar los relojes que arrebatan, en ocasiones con gran violencia, a cambio de poco dinero.

El reto del futuro, ha remarcado Naharro, es poner la lupa sobre todos los delincuentes que compran objetos robados en la calle. Si se logra desincentivar esta demanda, la actividad delincuencial disminuirá.

35 pisos delincuenciales

A lo largo de 2022 se han desmantelado 35 pisos ocupados por ladrones que se dedican a robar. En muchos casos son jóvenes que habían pertenecido a la red de protección de la Generalitat y que, tras cumplir los 18 años y no tener contratos laborales al alcance, se han quedado en un limbo desde el que sucumben al dinero fácil que proporcionan hurtos y robos violentos.

Según los Mossos, la mayoría de los multirreincidentes son hombres –en 2022 solo se detuvo a nueve mujeres– de entre 18 y 25 años, que actúan en solitario contra una única víctima. Hasta el momento, los Mossos han dibujado dos perfiles de los ladrones multirreincientes que actúan en Barcelona: los "oportunistas", que son delincuentes locales, y los que forman parte de grupos criminales que se desplazan de otros puntos de Catalunya, de España o de Europa para cometer varios robos en pocos días.