Pobreza

"No hay plazas": la operación frío para personas sin hogar en Barcelona no da abasto

El dispositivo atendió a casi 300 personas durante cinco noches, pero faltaron camas según ha podido saber este diario

El ayuntamiento lo niega rotundamente: "Se ha atendido a todo el mundo que lo ha pedido"

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A1-164146493.jpg / MANU MITRU

Elisenda Colell

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Desde el pasado sábado 21 de enero y hasta el miércoles 25 de enero, el Ayuntamiento de Barcelona activó la operación frío para refugiar las personas sin hogar de la ciudad. Una medida extraordinaria, que no ha aplicado ninguna otra ciudad catalana, al preverse que las temperaturas se acercarían a los cero grados. Se añadieron 262 camas 'extra' a las 2.800 que ya hay en albergues abiertos durante todo el año. Sin embargo, y al menos durante una noche, el dispositivo no dio abasto.

Según ha podido saber EL PERIÓDICO, las 228 plazas dedicadas a hombres (34 eran para mujeres) se llenaron. Los profesionales y voluntarios encargados de convencer a las personas que duermen en el raso recibieron órdenes de no derivar ni proponer refugio a quien vieran dormir en la calle. El Ayuntamiento lo niega: "Se ha atendido a todo el mundo que nos lo ha demandado". Las entidades piden más plazas y más medios.

"No mandéis a nadie"

Es lunes 25 de enero a las diez de la noche. Las temperaturas se acercan a los cero grados y hay preavisos de nieve en Catalunya. En Barcelona, voluntarios de la Cruz Roja y un grupo de profesionales municipales llevan dos noches rondando por la ciudad (especialmente Ciutat Vella y Sants) para avisar a todas las personas sin hogar que pueden trasladarse a distintos equipamientos municipales para comer caliente, ducharse y dormir en una cama resguardados del frío intenso. Pero de repente reciben un mensaje de un superior. "Esta noche ya no hay más plazas. No derivéis a nadie más". Aquella noche se atendió a 254 personas, sobraron ocho plazas.

La orden se hizo oficial el martes siguiente a través de un correo electrónico a las diez de la mañana. "No mandéis a nadie que no lo van a coger", rezaba el email. Fuentes de los servicios sociales explican a EL PERIÓDICO que aquella noche los profesionales y voluntarios siguieron contactando con las personas en la calle. "El martes no podíamos enviar a nadie. Seguimos trabajando pero sin ofrecer la opción de refugio", explican las mismas fuentes. Fue la noche más fría de la semana. Las temperaturas llegaron a los 0,4 grados en el Observatori Fabra.

El ayuntamiento tiene otra versión de lo ocurrido. "Este correo, por la mañana, es para no saturar las plazas con derivaciones durante el día, y reservar esas plazas para garantizar el acceso directo durante la noche", justifican desde el consistorio. También explican que, como viene siendo habitual, los equipos que rondan por las calles convenciendo las personas sin hogar de forma proactiva se redujeron durante la tercera noche del lunes, para centrase en las llamadas y avisos de vecinos u otras procedencias. "La instrucciones para la noche del martes al miércoles eran claramente de alojamiento a todo el mundo que nos hiciera demanda", insiste el ayuntamiento. Según los datos facilitados por el consistorio, la noche del martes se atendió a 261 personas.

El consistorio sí reconoce que tuvieron que ampliar el dispositivo con cuatro camas más. De los comunicados a la prensa también se desprende que la mitad de plazas inicialmente reservadas para mujeres se usaran para varones. La noche del miércoles hubo camas disponibles pero para los casos "más vulnerables", según mantienen fuentes de los servicios sociales y constan en órdenes transmitidas por correos electrónicos a los que ha tenido acceso este diario. Se refieren a personas que tengan enfermedades crónicas, edades avanzadas, enfermos o víctimas de violencia, por ejemplo. Una priorización de casos que deja en entredicho el plan del frío, pues en principio la fase de alerta de esta operación prevé dar techo a cualquier persona que duerma en la calle y quiera refugiarse. El ayuntamiento también lo vuelve a negar. "Se ha cubierto toda la demanda".

Este jueves, al elevarse ligeramente las temperaturas, el ayuntamiento ha desactivado la Operación Frío en fase de alerta. En total, 295 personas se han acogido a los distintos refugios habilitados estas cinco noches, más de 1.200 estancias. Según los cálculos municipales, en Barcelona duermen 1.080 personas en la calle. Ahora y hasta el mes de marzo sigue abierto el Centro de Acogida Nocturna de Emergencias (CANE), ubicado en la calle Llacuna. Tiene solo 75 plazas y las personas sin hogar pueden pernoctar aquí un máximo de 30 días. "Hay gente que ha vuelto otra vez a la calle y nos piden volver, la sensación de frío es la misma", lamentan desde los servicios sociales.

Colapso habitual

Las entidades que trabajan con personas sin hogar también reclaman más medios. "Que la Operación Frío esté a tope demuestra que la gente quiere ir, que funciona. Pero estas plazas deben mantenerse y abrirlas todo el año, no solo una semana. Y poner más plazas para que quepa todo el mundo, evidentemente", insiste Ferran Busquets, director de la Fundació Arrels.

"La Operación Frío tapa las vergüenzas que vemos cada día. Necesitamos plazas y continuidad. El colapso de los servicios sociales es nuestro día a día", se queja Peio Sánchez, rector de la parroquia de Santa Anna. Esta última semana el templo ha acogido hasta 180 personas a diario, ya fuera en desayunos, comidas o cenas calientes. El 60% no tiene papeles. "La sociedad civil estamos acogiendo a personas porque las administraciones no dan abasto", esgrime. Lo ejemplifica con el caso de dos mujeres en situación irregular que se quedaron a la intemperie. Durante la última semana fueron acogidas en la parroquia y ahora irán a una vivienda particular: "Una familia de la parroquia de Corbera de Llobregat las va a acoger en casa".

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