Seguridad ciudadana

Barcelona ultima la instalación de 17 cámaras de videovigilancia en el paseo de Gràcia

La capital catalana terminará el año con 117 cámaras policiales en la calle, muy lejos de las 3.500 que Niza colocó tras el atentado de 2016

Los dispositivos se colocarán después del verano en cinco cruces de la arteria comercial y están previstos otros ocho en el Palauet Albéniz

cámaras seguridad

cámaras seguridad / Manu Mitru

Carlos Márquez Daniel

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Las primeras cámaras callejeras de Barcelona se instalaron en el verano de 2001 en dos puntos especialmente calientes de Ciutat Vella: la plaza de Orwell y la calle de Escudellers. Se generó un enconado debate sobre la seguridad y el derecho a la privacidad. Curiosamente (entonces gobernaba la ciudad el PSC), CiU y PP, partidos que podríamos considerar de orden, se posicionaron en contra de la medida. Las asociaciones de vecinos llegaron a plantear 26 emplazamientos, pero el consistorio se curó en salud y tardó varios años en animarse a colocarlas en otros lugares del distrito. A día de hoy, la capital catalana dispone 92 cámaras operativas, pero están al caer 17 más en el paseo de Gràcia y, más adelante, otras ocho en el Palau Albéniz, en Montjuïc. Llegar hasta aquí, sin embargo, no ha sido un camino fácil. 

Cartel en Portal de l'Àngel que informa de la presencia cercana de cámaras de seguridad

Cartel en Portal de l'Àngel que informa de la presencia cercana de cámaras de seguridad / Manu Mitru

Si 117 cámaras (esa será la cifra antes de terminar 2023) son muchas o pocas es algo que puede valorar el lector a su buen criterio. Si les sirve como comparación, la ciudad de Niza, que en 2016 fue víctima de un atentado terrorista que mató a 86 personas, tiene en sus calles 3.583 cámaras de vigilancia policial. Luego hay que añadir todos los sistemas privados, tanto de entidades bancarias, farmacias, gasolineras, como de comercios o empresas, amén de las de tráfico, que también tienen un uso bilateral vinculado a la seguridad, o las cerca de 8.500 (sí, 8.500) distribuidas por toda la red de transporte público de TMB, tanto en vehículos como en estaciones. 

El ayuntamiento ha sacada a licitación la instalación de 17 nuevas cámaras que se colocarán en el paseo de Gràcia en cinco puntos de la arteria. Está previsto que el concurso se resuelva en abril y que las obras duren unos cinco meses, así que, si nada lo evita, en septiembre podrían estar ya operativas. El valor estimado es de unos 153.000 euros, pero como suele suceder en estas convocatorias públicas, las empresas aspirantes pujarán a la baja. 

Informe de la Urbana

La colocación de las cámaras seguirá las directrices que marca el estudio de necesidades elaborado por la Guardia Urbana, cuerpo que será el encargado de validar la instalación una vez el trabajo esté finalizado. Las cámaras, tal y como puede comprobarse en el pliego de condiciones del concurso, estarán instaladas en ambos lados de la avenida, en los cruces con las calles de Provença (2 unidades), Mallorca (1), Aragó (3), Gran Via (7 cámaras) y Ronda Sant Pere (4).

Vigilancia en la parte alta de la Rambla

Vigilancia en la parte alta de la Rambla / Manu Mitru

Una de las lentes estará frente a la Pedrera, y otra, junto a la Casa Batlló. La elección, según señala Cristina Secades, coordinadora de Proyectos de Análisis y Estrategia, “sigue las recomendaciones de la policía local y no tiene que ver con la presencia de tiendas de lujo, sino con zonas donde haya riesgo para la seguridad ciudadana, sea porque registran grandes aglomeraciones de personas o porque son lugares emblemáticos por su valor cultural, turístico, político o económico”. Pero tal y como indica esta experta, el camino para llegar hasta aquí ha sido mucho más largo. 

Control anual

Mientras que las cámaras privadas apenas tienen burocracia, las de control policial deben presentar un informe a la Comissió de Control dels Dispositius de Videoviligància de Catalunya, un ente en el que están representados el TSJC, el Govern, el Estado y los municipios, que es quien decide si a lugar o no la instalación de dicho sistema de seguridad en la vía pública. El permiso, una vez conseguido, requiere de una renovación anual que garantice "el derecho a la privacidad, intimidad y a la propia imagen de los ciudadanos que pueden resultar afectados por estos dispositivos de control".

La Pedrera, uno de los puntos que quedarán bajo control de las cámaras policiales a partir de septiembre

La Pedrera, uno de los puntos que quedarán bajo control de las cámaras policiales a partir de septiembre / Manu Mitru

En el caso de Barcelona, las imágenes van directamente a la Sala Conjunta de Mando (formada por Guardia Urbana, Mossos, SEM y Bomberos), situada en la calle de Lleida. Las cámaras del Eixample (por ahora, las ocho instaladas en la Sagrada Família) también pueden visualizarse en la comisaría de la policía local en este distrito, pero solo quedan registradas en la nave nodriza de Montjuïc. A no ser que haya un requerimiento judicial, al cabo de tres meses son borradas. Son, en cualquier caso, define Secades, "una herramienta complementaria a la actividad policial, además de ser un elemento preventivo y disuasorio de cualquier actividad delictiva".

Helvética Light

 Todas las cámaras disponen de un cartel que informa de la presencia de este elemento de seguridad ciudadana. "Zona vigilada en un radio de 500 metros", puede leerse en la señal, que incluye el pictograma de una cámara. Si alguien tiene curiosidad, el anuncio, tal y como establecen las bases del concurso público, debe hacerse con la tipografía Helvética Light.

Gran Via con paseo de Gràcia. Aquí van siete cámaras

Gran Via con paseo de Gràcia. Aquí van siete cámaras / Manu Mitru

Con todo, Barcelona tiene a día de hoy 77 cámaras en Ciutat Vella, dos en Sant Andreu, ocho en la Sagrada Família (instaladas por el templo pero gestionadas por la policía), y cinco (colocadas haces escasos meses) en Maria Cristina. Hay que sumarle las 17 previstas en paseo de Gràcia y las ocho que la comisión del Govern aprobó recientemente para el entorno del Palauet Albeniz, la residencia oficial de la familia real en sus visitas a la ciudad. Todas ellas, al margen de prevenir y disuadir, pueden ser consultadas para asuntos particulares. Un accidente de tráfico, por ejemplo. O un robo. Pero eso así, a los tres meses serán historia.

Maria Cristina, un control con paraguas comunitario

Barcelona se unió en 2019 a la ciudad francesa de Lyon para crear el proyecto Secur'Cities, con el objetivo de garantizar la seguridad en espacio que acogen grandes acontecimientos frente a amenazas terroristas. Este proyecto, que ha tenido vigencia hasta finales de 2022, se ha financiado a través del fondo Internal Security Found Police, creado por la Comisión Europea. El presupuesto total era de casi tres millones de euros, financiados en un 90% por fondos comunitarios. En el caso de Barcelona, las ocho cámaras situadas en la avenida de la Reina Maria Cristina forman parte del paquete de medidas previstas en el proyecto, que también ha permitido modernizar algunos dispositivos y realizar un estudio de las zonas sensibles de la capital catalana.

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