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La Llama: el Lourdes de los humoristas

Los cómicos peregrinan a esta tienda de barrio con más ligereza que un tertuliano opinando de Shakira. Se ha convertido en el epicentro del humor. Punto de encuentro con efecto ‘gag’. Un negocio bastante serio

La Llama: el Lourdes de los humoristas

Arte, libros, chistes y minimanitas: este es el epicentro del humor en Barcelona. / Zeta Media Lab

Ana Sánchez

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Los humoristas peregrinan a esta tienda de barrio con más ligereza que un tertuliano opinando sobre Shakira. “Es como Lourdes”, comparan sus acólitos con fe milagrera. Un oasis con cacas de pega para cualquier fan de la comedia. Lo mismo encuentras cojines de pedos que minimanitas para aplaudir sarcásticamente, libros que te hacen sonreír, cómics underground, manuales de humor, ‘stand-up’ en vivo o a la cómica Judit Martín grabando un pódcast. Aquí llegan incluso las facturas del diario satírico El Mundo Today.

La Llama (Villarroel, 34). “La primera tienda del mundo especializada en humor”, se anunció en Twitter cuando abrió. “Libros, arte, chistes”, resumen ahora. Cinco años después, ha demostrado ser un negocio bastante serio. Un punto de encuentro con efecto ‘gag’. El epicentro del humor en Barcelona. “Me hacía ilusión que la tienda no solo fuera un sitio físico donde vendes cosas –cuenta Abi-, sino que se creara una comunidad”. 

Abi Enrech, la dueña de La Llama, posa en su tienda con minimanitas.  

Abi Enrech, la dueña de La Llama, posa en su tienda con minimanitas.   / ZOWY VOETEN

Detrás tiene 16.300 seguidores en Twitter, más de 23.500 en Instagram, un canal de Telegram con un centenar de miembros, Twitch, revista y un pódcast no oficial –Fósforofofo- que prevén retomar en breve. Hasta un himno. Lo compuso Ziru, ilustrador de 'Cartones Perros'. “Es como si Dios se hubiera convertido en un local –resume la canción-, quitando la violencia intrínseca y todo lo del ámbito espiritual”.   

Abigail Enrech. Abi. Es la dueña de La Llama. Eso significa que es capaz de conseguirte desde un T-Rex hinchable hasta cirios para rezar a cómicos. De esas personas que uno recuerda con una sonrisa. Sería más fácil encontrar a alguien que te hable mal de la madre Teresa de Calcuta que de ella.

Te sonreirá tras el mostrador, aunque suele estar cansada nivel “ahora que me he sentado a contestar mails, que me traigan la cena aquí, que ya me duermo en esta silla y me ahorro volver mañana a la tienda”. A poco que la sigas en redes, jurarás que trabaja 35 horas al día. En sus ratos libres, hace ‘stand up’, pódcast (con Raquel Hervás e Irene Minovas), ejerce de Infojobs andante en cuanto tiene ocasión. “Profesionalmente –se quita hierro ella-, la comedia necesita un espacio de intercambio”. 

Aunque no se le vea por la tienda, por ahí detrás está Kike García, la mitad de El Mundo Today. Es el “librero consorte”, que dice él, pareja de Abi, cofundador de La Llama y su Community Manager, entre otras mil funciones humorísticas.  

Para contar todo lo que se organiza entre estas cuatro paredes hay que tomar más aire que el señor del anuncio de los Micromachines. Hacen exposiciones, ‘shows’, open mics (La Llama Nits, un viernes al mes), suscripción literaria (La Llama Box), hace poco se grabó aquí una masterclass’ del escritor Kiko Amat. El nombre de La Llama se ha expandido a una escuela ‘online’ de comedia –La Llama School-, idea del humorista Àlex Martínez Vidal, y a un festival de comedia alternativa -La Llama Fest-, que agotó entradas el pasado septiembre en Barcelona.

“Hay cosas que hacemos por amor al arte –Abi se encoge de hombros-, porque creemos que invertir en creadores hará que a la larga toda la comunidad crezca. A veces les digo: ‘Yo quiero que os hagáis famosos’ –se ríe-. ‘El dinero os lo gastaréis luego aquí’”. 

Cirios para rezar a cómicos.

Cirios para rezar a cómicos. / ZOWY VOETEN

Los clientes vienen a comprar con ansia de adictos. “Teniendo un avión a las 13.30 –cuenta Jan Huertas, un habitual-, he esperado a que abrieran a las 11 antes de ir al aeropuerto”. Hay quien les trae regalos. “Es que me hacéis feliz”, les dicen. “Una vez recibí una postal rarísima, pero muy bonita –recuerda Abi-. ‘Cada Navidad escribimos postales a nuestra familia y amigos –ponía-. Tú no lo sabes, pero eres mi amiga’”.  

Bigotes de emergencia de La Llama.

Bigotes de emergencia de La Llama. / ZOWY VOETEN

Hay que salir corriendo de la tienda sin mirar atrás. Tienen todo eso que no te hace falta para nada pero que necesitas con urgencia enfermiza. ¿Los 'hits' de La Llama? Minimanitas que se ajustan a los dedos, antipostales de Barcelona, riñoneras con forma de barriga, “los turistas flipan con las cacas”, asegura Abi. Hoy acabas con el gorro con cuernos de Tim, el encantador, el de ‘Los caballeros de la mesa cuadrada’ de los Monty Python. El nombre de la tienda, por cierto, viene de un 'sketch' de los británicos. Lo confirma una foto junto a la caja registradora de la famosa llama con John Cleese.

En la parte trasera de la tienda se habrán grabado casi una veintena de pódcast. “Hay sábados que se graban tres –resopla Abi-, una locura”. Desde 'Los anales de internet' de Maru hasta el 'Nou paradigma' de Judit Martín y Natza Farré. “Tenemos una mesa de grabación y un pequeño espacio que cada vez se me queda más pequeño”, lamenta la dueña. Aquí se estrenó 'La Ruina', que ahora llena teatros y ha saltado a La 2. “Estoy tan contenta –sonríe ella-. Cuantas más cosas de comedia se hagan grandes, más comedia consumirá la gente y, por lo tanto, mejor nos irá a todos”.   

“Me ha cambiado la vida”, confiesa Adri Romeo. Él empezó en La Llama y ahora es cómico profesional. “Estoy seguro –dice Alejandro Ortín, estudiante de La Llama School- de que en los libros se conocerá a una generación como 'La generación de La Llama”'. “Para mí es un lugar de peregrinación”, confiesa Tomás Álvarez. “Es el pegamento de la escena alternativa de Barcelona”, añade Jenniffer van de Voorde. La Llama es casa –resume la cómica Raquel Hervás-, Una casa divertida, llena de cosas para ver, hacer y escuchar. Y Abi es el alma de esa casa”. “Abi -apunta Raffiti- es una ‘persona palanca’. De esas que con su ejemplo, o con una simple charla, pueden terminar dándote ese empujoncín que necesitas para afrontar algo creativo”. 

Imagen general de La Llama.

Imagen general de la tienda. / ZOWY VOETEN

“Se ha creado una comunidad muy chula”, dice ella con orgullo. “No es que nosotros hayamos hecho nada –se quita hierro-. Simplemente nacimos en un momento que había mucha gente alrededor y plantas un espacio donde la gente puede pasar y se conoce y puedes intercambiar”. En Barcelona hay mucho chup-chup cómico. “Desde que empezamos hace cinco años –asiente Abi-, coincidimos con el Comedy Gold, L’Altre Mic... Ya se estaban haciendo muchas cosas”. Cada vez hay más 'open mics' con los que perder el miedo al escenario. “Al final haces piña. Es como que tejes una red entre todos que hace que esa red se vea –concluye-. Y es lo que ha pasado en realidad. La Llama no es que sea el epicentro. Es un nudo de la red grande”.

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