Barcelona inicia el camino para 'esconder' el reparto de mercancías en los aparcamientos

Barcelona ha impulsado pruebas piloto pero faltaba dar el salto normativo para que de la excepción se pueda pasar a la regla. El ayuntamiento ha anunciado este martes su intención de aprobar un plan especial urbanístico que permita que los 620 aparcamientos públicos y privados puedan convertirse en 'hubs' de la movilidad, es decir, que empiecen a jugar un rol importante en la distribución urbana de mercancías, que se les permita albergar consignas para reducir el volumen de furgonetas circulando por la ciudad (medio vacías, según el RACC, por cierto) y que puedan ofrecer el servicio de recarga de vehículos eléctricos, entre otras cosas. Un salto importante para un sector que hasta la fecha se ha regido por la licencia de la guarda y custodio de automóviles.

Este diario ya daba cuenta a finales de noviembre de la reclamación que el Gremio de Garatges de Barcelona lanzaba al consistorio. Su presidente, Xavier Ferrer, se quejaba con amargura de las políticas urbanísticas de los 'comuns', que a su modo de ver "estrangulan y criminalizan al vehículo privado", pero también pedía al gobierno municipal un cambio en la normativa para poder acoger otras actividades económicas. Por la necesidad de esponjar la vía pública pero también porque este es un sector al que no le queda otra que adaptarse a la nueva realidad de la movilidad. Eso implica abrirse a otros mercados. En los últimos 15 años no ha abierto ningún nuevo aparcamiento privado y medio centenar han cerrado. La ciudad dispone de unas 95.000 plazas, sin tener en cuenta las de los parkings de comunidades de vecinos, hoteles o centros comerciales.

Además de las nuevas prestaciones vinculadas a la carga y descarga, el plan municipal también ordena la inclusión de los puntos de recarga de vehículos eléctricos y las estaciones de intercambio de baterías, además de los espacios destinados a cajeros automáticos -ahora que van desapareciendo de los bajos comerciales- y las máquinas de 'vending'. La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, ha explicado que los aparcamientos podrán destinar una máximo de 10 plazas a estos nuevos usos, y siempre se tendrán que reservar un mínimo de 40 plazas para el estacionamiento rotatorio. "De esta manera -ha sostenido la edila de Barcelona en Comú- ayudaremos a que el espacio público no sea una jungla".

'Cargo bikes'

La concejala de Movilidad, Laia Bonet, ha concretado que la medida se aprobará este jueves en comisión de gobierno, y que la idea es que todo esté listo antes de que termine el mandato, a finales de mayo, de manera que los aparcamientos, sean públicos o privados, puedan tomar las decisiones que consideren oportunas para albergar nuevas vías de negocio. En el caso de la distribución de mercancías, la idea es que las furgonetas de reparto vayan directas al subsuelo, lo que evitará congestión y reducirá la contaminación, y que la distribución de última milla se realice en vehículos sostenibles como 'cargo bikes', cada vez más habituales en las calles de Barcelona. "Las pruebas piloto han dado un resultado magnífico", ha aportado la edila socialista.

Ferrer ha celebrado el proyecto, que sobre todo beneficiará a los aparcamientos del Eixample y Ciutat Vella, los que más pueden ayudar a esponjar el tráfico de la ciudad. Está por ver si la iniciativa privada responde, ya que, tal y como ha confirmado Bonet, no está previsto que el ayuntamiento instale 'lockers' públicos como los que sí ha colocado en algunos mercados municipales para que los clientes puedan recoger su compra.

La realidad

Barcelona presentó su estrategia para la distribución urbana de mercancías en Barcelona 2030 el 15 de febrero del año pasado. Aquel día se aportaron algunos datos para entender la urgencia del plan: cerca del 23% de los vehículos que transitan por la ciudad tienen alguna relación con las mercancías y el 50% de la mercancía que se descarga en la ciudad proviene de fuera del núcleo urbano. El 92% de estos profesionales, además, reparten durante la hora punta de tráfico, y son responsables del 30% de las emisiones contaminantes achacables a la movilidad motorizada.

Alguno de estos datos provienen de un estudio presentado por el RACC en mayo de 2021, que en otro informe hecho público en diciembre de ese mismo año advertía de que cerca del 80% de vehículos que circulan por el Eixample provienen de fuera de la ciudad. Bonet ha añadido este martes que uno de cada cuatro son camiones o furgonetas. En cualquier caso, en una ciudad con 4.500 calles, 1,6 millones de habitantes, 824.000 vehículos, 5.500 terrazas de restaurantes o bares y 26.000 contenedores conviviendo en 100 km², toda medida destinada a aliviar el espacio público será bienvenida.

El problema, que es más un desafío, es que todo queda en manos de la iniciativa privada, pues de los 620 aparcamientos, solo 90 están en terreno público. El Gremi de Garatges se reunió el año pasado con un representante de Amazon, que les ofreció un precio que consideraron "ridículo" para instalar 'lockers' en los aparcamientos asociados.