Descubre los rincones secretos de las tiendas más virales de Barcelona | MAPA

Entras en la tienda con sonrisa de disimulo. Tú sigues recto, intentando no hacer contacto visual con las dependientas. Te paras delante de una percha con impostura de peli de espías de serie B, repasas de reojo la ruta del tesoro que marca TikTok. Y de golpe se te queda la boca tan abierta como al ver los zascas de Sofía Vergara a Pablo Motos.  

No sabrás si te has ido de rebajas o te has colado en ‘Emily en París’. Ahora al ir de compras lo mismo te puedes topar con un jardín secreto que con un pasillo hipnótico en el que hacerte selfies compulsivamente. Con bolsas de marca en la mano hasta puedes acabar tirándote por un tobogán. Es lo que se lleva en TikTok: ir de tiendas virales. Las ‘influencers’ van en masa en busca de “el famoso pasillo de Zara” y se cuelan en oasis con vistas gratis a La Pedrera y a la Casa Batlló. Aquí tienes una docena de rincones secretos.  

El famoso pasillo de Zara

(Paseo de Grácia, 16)

Destino de peregrinaje tiktokero entre perchas: “El famoso pasillo de Zara”, lo rebautizaron en redes. Hace meses que vienen hordas de adolescentes con móvil y andares de Indiana Jones en busca del arca perdida. Se esconde en la tienda de paseo de Gràcia, 16. Hay que seguir recto hasta llegar a las escaleras, está justo a la izquierda. Una rampa blanca, zigzageante, un tanto hipnótica, sí. Pasaba desapercibida hasta que se ha convertido en “un pasillo oculto” por arte de TikTok. Ahora es carnaza de selfies con hashtag #aesthetic. Hay vídeos y vídeos con millones de visualizaciones. “Y mira que lleva años”, se encoge de hombros un empleado con cara de ejercitar más la paciencia que el abogado del rey emérito.  

“¿El pasillo famoso? ¡Por favor…!”, resopla otra dependienta con prisa de rebajas. “Interrumpen mucho el paso –menea la cabeza-. Se pasan ahí la vida. Y no deja de ser una rampa para carritos y sillas de ruedas”. Sí, el pasillo supuestamente secreto es el que se usa para evitar las escaleras. “Alguna vez no hemos podido pasar nosotros con la mercancía”, cuenta otra empleada. “Se ha convertido en una atracción”.  

Patio con vistas a La Pedrera

Massimo Dutti (paseo de Gràcia, 96) 

“Una terraza con vistas a La Pedrera gratis”, anuncian en TikTok. Se quedan cortos. No es la única joya modernista que esconde el Massimo Dutti de paseo de Gràcia, 96. Esta es la casa Casas Carbó, por la que pasó la firma de alta costura Asunción Bastida y Vinçon. La impecable restauración que hizo la firma de moda hace 7 años ha dado de sí reportajes enteros.

Ahí sigue la impresionante chimenea de 1902 que proyectó Josep Pascó para el comedor de la familia de Ramon Casas. Moraleja: aquí hay que ir de compras con mirada de turista. Es obligado hacer parada técnica en el patio del segundo piso: un vergel con mesitas, vistas a la parte posterior de la Casa Milà y una furgoneta de época de la marca que ahora ejerce de autoservicio de refrescos.  

Terraza con vistas a la Casa Batlló

Servei Estació (Aragó, 270)

Otra contrafachada de Gaudí gratis. A esta se accede desde Servei Estació. Hay que llegar al segundo piso, si consigues no ser abducido por los mil y un accesorios de bricolaje con los que te cruzas. La terraza da a la parte de atrás de la Casa Batlló. Hay quien se sienta a contemplarla en las sillas de exposición de la tienda. “Hay gente que viene solo para esto”, asegura el encargado de planta. Incluso hace parada aquí un ‘tour’ turístico todas las mañanas. “Es curioso –asiente una clienta-turista-. Se lleva mucho: redescubrir”. “Todas las tiendas de esta zona son muy interesantes”, garantiza su marido. 

Dos tiendas más en las que pasar por caja con la boca abierta: en el Ale-Hop de la Rambla, 38 también hacen parada los ‘tours’. Tiene un techo modernista que quita el hipo con espejo en el que hacerse selfies. El Zara de plaza de Catalunya, 5 esconde una cúpula que recuerda a la del panteón de Roma y escaleras nobles con murales que subir con calma. “Nosotros mismos se lo recomendamos a los clientes –dice una dependienta-. Aquí tienen el espacio cultural”. 

El jardín privado más viral

Lo destapó un vídeo en TikTok: una chica atravesaba la tienda de Guess de paseo de Gràcia y llegaba de golpe a un jardín de postal con palmeras. Era de esperar la avalancha de curiosos con móvil. Han llegado a venir en grupos, incluso familias con hijos, dicen. Hay quien se piensa que es una cafetería. Pero no. Este no es un oasis de acceso público. “Es un jardín privado”, deben insistir a diario en la tienda. Solo pueden acceder los clientes del Salón Toro (Passatge de Domingo, 2), que da al otro lado del jardín.

3 tiendas con toboganes

“Deslízate hacia la belleza”, invita un cartel a la entrada del Sephora de Pelai, 13 junto a un túnel rojo. Los transeúntes lo miran con la cara de Alicia antes de colarse en el país de las maravillas. Es un tobogán por el que bajar directo a la tienda. “Hay gente que viene específicamente por él”, sonríe la dependienta de la entrada. “Niños, adolescentes, adultos… Casi todo el mundo se tira”. Pues sí, en apenas 5 minutos, desaparecen por el hueco media decena de niños y un par de grupos de guiris gritonas móvil en mano. “¿Es seguro?”, pregunta una madre con apuro antes de lanzar a sus hijos al vacío. Sí, sí. Lo has probado tres veces por si acaso.   

En el Desigual de plaza de Catalunya, 9 también se escuchan grititos de montaña rusa con perchas de fondo. Su tobogán conecta la entreplanta con la planta baja: 10 metros de largo, casi 5 de altura. Suele haber minicola. 

A 3 minutos a pie está Pangea (Rambla de Catalunya, 23). “La tienda de viajes más grande del mundo”, anuncia en la puerta. 1.700 metros cuadrados en los que dan ganas de quedarse a vivir. Aquí estaba el antiguo Cine Coliseum. Junto a las gradas, también ofrecen un minitobogán por el que lanzarse.

Librerías con oasis

Muy cerca de Pangea se esconde un oasis con libros: Llibreria Finestres (Diputació, 249). Cruzando las estanterías, al fondo, hay una terraza-cafetería donde refugiarse con café y libro.

Los vergeles entre libros merecerían un capítulo aparte. La terraza interior de Laie (Pau Claris, 85) es otro secreto a voces. La de La Central del Raval (Elisabets 6), una incondicional de los listados de jardines secretos. El idílico bar de la librería sirve, además, uno de los mejores bikinis de Barcelona.  

Azotea secreta en una papelería

Raima (Comtal, 27) 

Habitual en los ránkings tiktokeros de “terrazas ocultas”. Entre 3.000 papeles de todo el mundo, la papelería más grande de Europa esconde un ‘rooftop’ viral. Está en la cuarta planta. Hay un bar (Nimura) entre exposiciones de artistas locales, un piano de acceso libre y hasta un mural para ‘singles’ donde ligar a base de notitas de papel. “Muchas parejas han salido de aquí”, sonríe Nil Muntané, segunda generación detrás de Raima. Los coloridos muebles del bar -excallejeros- están restaurados con papel. “¡Hasta el baño está fabricado con papel!”.  

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