127 años en Sant Vicenç dels Horts

Así es el 'making of' de una Cabalgata de Reyes centenaria en Catalunya: "Es un orgullo"

La Cabalgata de Reyes Magos de Sant Vicençs dels Horts es, junto con la de Igualada, la primera de la que se tiene constancia en Catalunya

En pie desde 1896, la levantan docenas de voluntarios del municipio, que se vuelca en los preparativos de las 16 carrozas animadas

Elena Martínez

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La Cabalgata de los Reyes Magos de Sant Vicenç dels Horts (Baix Llobregat) es la primera cabalgata, junto con la de Igualada (Anoia), de la que se tiene constancia en Catalunya. El proyecto comenzó en 1896, cuando un grupo de voluntarios de este municipio catalán decidieron salir el día 5 de enero con un carro en el que los Reyes Magos repartían regalos mientras los ciudadanos cantaban canciones a su paso.

127 años después, la tradición sigue en pie en Sant Vicenç, siempre bajo la organización de decenas voluntarios ilusionados por llevar la magia de la Navidad a las calles del municipio. La Comisión Organizadora de la Cabalgata de Sant Vicenç es la que actualmente crea y gestiona la actuación con la colaboración de voluntarios, entidades y el apoyo del Ayuntamiento.

Un proyecto que tiene un arduo trabajo de meses detrás. Según Àngels Valls, portavoz de la Comisión, la organización "no para en casi todo el año" y pocas semanas tras la ceremonia "nos reunimos para ver qué hay que mejorar".

A través de la ayuda del consistorio y de los voluntarios, la Comisión guarda sus carrozas en una nave de la ciudad, donde hasta el último día se trabaja en ellas para salir la tarde del 5 de enero a desfilar por las calles de la ciudad.

La Cabalgata actualmente cuenta con 16 carrozas animadas con personajes como los pajes reales, el muñeco de nieve o el 'camello real', que acompañan durante el trayecto a los Reyes Magos por todo el municipio.

Septiembre y octubre son los meses en que se empieza a pensar en las carrozas de manera creativa, y hasta principios de enero se trabaja en ellas hasta un día antes de la Cabalgata, donde se ultiman los últimos detalles en la nave donde se guardan.

"Es un orgullo tener esta cabalgata centenaria"

Joaquim Sagristà, miembro honorífico de la Comisión, lleva desde los seis años participando en la organización de la Cabalgata de Sant Vicenç. Él es uno de los 22 nietos de Isidre Prats, el impulsor de la Cabalgata a finales del S. XIX; ahora, a los 92 años, no puede participar activamente, pero cada año lo vive como si fuera el primero.

"Es un orgullo tener esta cabalgata centenaria: mucha gente del pueblo, más de 200 voluntarios, se unen para crear una tarde llena de magia", afirma Sagristà.

Con 92 años a sus espaldas, Sagristà cree que la ilusión por la Cabalgata nunca ha cambiado. "Los niños se quedan embobados al ver las cabalgatas y da igual que sea en los 90 o en 2023 que la ilusión siempre es la misma".

El miembro honorífico recuerda los pasos de la Cabalgata antes de que se formara la comitiva. Él, junto con otros ciudadanos de Sant Vicenç, en los años 60 y 70 trabajaban de la mano con Joan Prats i Escala, que se encargaba de construir los tronos reales que eran arrastrados por tractores e introdujo la idea de montar las carrozas con un viejo chasis y una plataforma.

Meses antes del día de Reyes, Joan Prats ya preparaba, en el garaje de su casa, las primeras carrozas por tal lucirlas en la noche de la cabalgata de Reyes. Tal fue la importancia de la figura de Joan Prats para Sant Vicenç dels Horts, que desde el 2001 hay una plaza en el municipio con su nombre.

'Històries centenàries'

En 1996, la Cabalgata de Sant Vicenç cumplió 100 años y, a modo de celebración, se publicó el libro de la mano de la Comisión 'Històries centenàries', una serie de voces y relatos en primera persona de ciudadanos que vivieron los primeros años de la Cabalgata de Sant Vicenç dels Horts.

Los 125 años de la Cabalgata ya se celebraron el pasado año, ya que las restricciones de la pandemia lo impidieron cuando tocaba. En esta presente cabalgata, los niños y niñas del municipio podrán acercarse a los Reyes Magos y entregarles las cartas a mano, puesto que, después de tres años, podrán conocer a los Reyes Magos sin distancia de seguridad de por medio.