El lotero de las Arenas de Barcelona baila salsa tras repartir un cuarto y un quinto premio de la Lotería de Navidad

La abuela tiene la culpa, porque hace más de 30 años que regenta una Administración de Lotería en Jaén y Víctor, el nieto, la veía trabajar, charla con la gente, repartir algo de felicidad. Siguió su ejemplo, pero aquí en Barcelona, y este jueves de Lotería de Navidad, ha repartido un cuarto y un quinto premio. A él no le ha tocado ni un euro, pero no ha escatimado en cava. Y no solo eso: se ha traído a los profesores de la escuela de baila de Gràcia a la que suele acudir para para explorar su otra gran pasión.

Víctor Fernández abrió la Administración de Lotería del centro comercial de las Arenas de Barcelona en 2015. Queda escondida, junto a unas escaleras mecánicas, al lado de la entrada del metro de plaza de Espanya. Dice que todavía deberá esperar para que el negocio le resulte rentable, pero está seguro de que va por el buen camino porque, explica, ha apostado fuerte por la venta a empresas a través de internet. Asegura ser líder en este segmento. Y en toda España, que no es cosa menor.

Aquí han tocado un cuarto premio, el número 25.296, con 200.000 euros por serie, y un quinto, el 88.509, con 60.000 euros la serie. "No sé todavía cuántas series hemos vendido", explica Víctor, empapado tras la lluvia de cava. A su lado, Gabriel, el profesor de la escuela Que Rico Dance de Gràcia, que ha venido junto a Karen, la otra maestra del centro, para bailar salsa y celebrar la buena fortuna del lugar. Como bailarines secundarios de esta demostración de salsa, además del lotero, tímido, en la última fila, todos los trabajadores de la Administración de Lotería. Siete en total.

Más que la abuela

A pesar de ser una Administración tan joven, no es ni mucho menos la primera vez que agitan el espumoso. En la lotería de Navidad de 2015 y 2019 también dieron un cuarto premio, y en enero de 2022 resultaron agraciados con el segundo premio de la Lotería del Niño. Ha tenido más suerte él en siete años que su abuela en cuatro décadas, pero algo tendrá que ver el esfuerzo en trascender a la venta en ventanilla para llegar a públicos de todas partes.

"Bailando se pone nervioso, pero en su profesión es el mejor", bromea Gabriel, mientras rodea a Víctor con su brazo. En el interior de la oficina, una trabajadora sigue despachando décimos. Junto a la ventanilla, una roca que simula ser de oro. "Friega tu cartera y tendrás suerte", explica el lotero. Genio y figura.