Aumento de la siniestralidad

Batlle pide que la seguridad vial sea enseñanza obligatoria en las escuelas

El teniente de Seguridad de Barcelona llama a los motoristas a extremar precauciones y avisa que la cifra de 23 accidentes mortales en 2022 es "desoladora e inaceptable"

Gran Vía de les Corts Catalanes, Barcelona

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ACN

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El teniente de alcalde de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, ha apostado por que la educación vial sea obligatoria en etapa escolar. En el Foro de Seguridad Vial celebrado en el CaixaFòrum, el concejal ha destacado que, durante 2022, se han producido 2.000 siniestros menos que el pasado año en Barcelona y se han reducido un 18% los heridos graves. Sin embargo, recordó que 23 personas han muerto en accidentes de tráfico, 16 de las cuales eran motoristas.

"Es una cifra desoladora e inaceptable", ha zanjado Batlle. Por su parte, el RACC ha identificado la sostenibilidad, el uso del espacio público y la seguridad vial como los tres retos de la moto y ha apostado por formar, informar, regular y mejorar la convivencia.

Batlle ha destacado que Barcelona tiene un compromiso con la seguridad vial para "que ninguna persona pierda la vida o resulte herida grave". En esta línea ha remarcado que es necesario incrementar los esfuerzos en la mejora de la formación vial y de la seguridad de los motoristas. "La motocicleta es y debe ser una solución eficaz, eficiente y responsable de la movilidad", ha apuntado Batlle que ha hecho un llamamiento para que los conductores de vehículos de dos ruedas extremen las precauciones y utilicen todos los elementos de protección.

El riesgo del alcohol

El teniente de la alcaldía también expuso la preocupación ante la presencia del alcohol en los siniestros de tráfico. Destacó el aumento en un 16,6% de los positivos en los controles de alcoholemia realizados por la Guardia Urbana respecto al 2021.

Por su parte, el presidente del RACC, Josep Mateu, consideró que "hay que reflexionar sobre la importancia real de las motos en Barcelona". En esta línea, ha destacado que se trata de un medio de transporte que ofrece ventajas frente a otros, especialmente el coche privado, dado que ocupa menos espacio público, es económico, flexible y presenta un proceso de electrificación más sencillo.

Mateu ha subrayado que es necesaria información, formación, regulación y fomentar la convivencia. Ha indicado que "una movilidad diversa no debe querer decir más accidentes". En la última década, en Barcelona las motos han supuesto un 6% de los desplazamientos pero han sufrido el 36% de los accidentes.