Normativa

Últimos meses de permiso para llevar a los perros sin atar en toda Barcelona

El ayuntamiento aprobará antes de marzo un decreto que regulará 100 zonas en las que los animales podrán ir sueltos, excepto los peligrosos

Los canes pueden ir sueltos hasta que rija la nueva norma y se aplique lo previsto en la modificación de la ordenanza de 2014

Perros en zonas previstas para ellos

Perros en zonas previstas para ellos / Álvaro Monge

Toni Sust

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Cerca de 180.000 perros, 173.584, viven en Barcelona, a tenor de los datos del Colegio de Veterinarios, en función de los chips colocados en los animales, aunque el censo del que dispone el ayuntamiento solo contabiliza 75.000. En todo caso, esos perros pueden, por ahora, pasear libres por toda la ciudad excepto si se trata de animales considerados peligrosos, que siempre tienen que ir atados y con bozal, y salvo en los parques naturales, donde tampoco pueden circular sueltos, y en los infantiles,  en los que no pueden entrar. Es una situación que variará.

Los nuevos espacios sumarán 900.000 metros cuadrados y se podrán utilizar por franjas horarias

Las ZUC

En unos meses, todavía no se sabe cuántos, eso se acabará: los canes solo podrán deambular sin que una persona los sujete en 100 zonas señaladas y habilitadas como tal en los 73 barrios por el consistorio: como mínimo habrá una por barrio y contarán con una franja horaria de utilización. Son las zonas de uso compartido (ZUC).

No es que la ciudad no se haya propuesto regular el asunto. Lo hizo en 2014 al modificar la ordenanza de protección y tenencia de animales, con Xavier Trias como alcalde. La norma previó imponer multas de a partir de 100 euros a quien incumpliera y dejara al perro sin atar, pero se decidió aplazar las sanciones hasta establecer zonas en las que sí pudieran ir sueltos.

Los perros en el espacio público

Para ser exactos, la ordenanza indica que los perros deben ir atados “excepto cuando están en equipamientos y espacios destinados a su recreo y socialización”. Por un lado, ya existen las zonas de recreo para perros y las zonas para perros, más pequeñas, lo que antes se conocía como un pipicán. Son espacios delimitados por vallas.

Pero al margen de estas zonas, los espacios regulados que deben constituir una oferta de espacio decisiva para los animales de compañía serán las ZUC, las que todavía no se han creado. Mientras no llega el decreto que las regule, los perros “pueden ir sin atar siempre que obedezcan las órdenes verbales y estén bajo el campo de visión de la persona conductora”, precisa el consistorio. Los perros considerados potencialmente peligrosos siempre deben ir atados y con bozal

La moratoria que se acordó en 2014 fue de año y medio, pero ocho años después el decreto necesario no ha llegado todavía. Finalmente, la regulación dio un paso adelante en el último pleno municipal de Barcelona, el 25 de noviembre, cuando se aprobó prescindir de un trámite que complicaba el asunto.

Adiós al carnet no nato

El plenario aprobó, con el voto favorable de los socios del gobierno, Barcelona en Comú y el PSC, el de Junts y el de Ciutadans, y la abstención del resto de grupos, eliminar de la ordenanza la obligación de disponer de un carnet de tenencia responsable, para ser exactos, el Carnet de Tenencia Cívica Responsable (CTCR), requisito previsto inicialmente que se acabó convirtiendo en un obstáculo para la regulación.

Eliminarlo permite aliviar el proceso y encarar la recta final del decreto ansiado. De hecho, el gobierno de Ada Colau tiene tres meses desde ese 25 de noviembre para aprobar el decreto que regule las ZUC, aunque eso no significa que vayan a estar disponibles en esas fechas.

El decreto regulará donde están situadas las ZUC, que permitirán en determinadas franjas horarias que los perros vayan sueltos. Las 100 estarán repartidas de manera que un 95% de los barceloneses tengan una a 10 minutos de su casa, afirmó la teniente de alcalde Laia Bonet en el pleno. El mapa de las zonas quedará precisado con el decreto.

20 días de exposición pública

Una vez se publique el decreto, entrará en una fase de exposición pública de 20 días hábiles durante la cual puede ser objeto de alegaciones. Después llegará la aprobación definitiva, y aunque el calendario está por desvelar, la aplicación no tiene porque ser inmediata.

Será el decreto el que fije la fecha de entrada en funcionamiento. El total de las ZUC sumará 900.000 metros cuadrados. Requerirá una señalización, y a poco que los trabajos necesarios sean un tanto laboriosos la fecha se acercará a la de las elecciones municipales, el 28 de mayo. Y quizá ello lleve a que no haya zonas para perros sin atar hasta el próximo verano.

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