Queja vecinal

Barcelona borra las pintadas de los castigados muros centenarios del Baluard del Migdia

El Ayuntamiento de Barcelona elimina los grafitis del yacimiento histórico tras las reclamaciones vecinales para adecentar el espacio

Muros del Baluard del Migdia, en Barcelona, tras ser limpiados de grafitis.

Muros del Baluard del Migdia, en Barcelona, tras ser limpiados de grafitis. / CEDIDA

Jordi Ribalaygue

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El aspecto es completamente distinto al que, durante meses, ha desaliñado unos vestigios que ligan a Barcelona con su pasado. Tras las quejas reiteradas de los vecinos del entorno, el ayuntamiento ha borrado las pintadas que manchaban el Baluard del Migdia, el yacimiento escondido entre edificios del barrio de la Ribera, en Ciutat Vella, que corresponde a un tramo de la muralla que rodeaba a la ciudad y que, a su vez, fue fortín durante el asedio de 1714, en la Guerra de Sucesión. 

En los últimos días, el consistorio ha eliminado los grafitis que la habían tomado con los restos históricos. Antes de proceder, el gobierno municipal ha consultado al Servicio de Arqueología de Barcelona para precisar las técnicas adecuadas para limpiar unos muros que cargan con siglos de historia. El Baluard del Migdia está protegido por un grado elevado de catalogación patrimonial, al clasificarse como un Bien Cultural de Interés Nacional. 

Pese al alto nivel de preservación que obliga a conservarlo, la antigua fortificación ha devenido en un rincón deteriorado en los últimos tiempos. Se ha hecho habitual ver basura arrojada y acumulada en el foso del conjunto monumental, en el que personas sin hogar suelen buscar cobijo para dormir entre sus cavidades. Algunos sintecho han acampado alrededor del baluarte. En una plaza adyacente, situada justo enfrente de la Estació de França, menudean las quejas por episodios de delincuencia y vandalismo.  

Un viandante arroja una bebida al foso del Baluard del Migdia.

Un viandante arroja una bebida al foso del Baluard del Migdia. / ELISENDA PONS

Las tareas para restaurar los restos históricos completan los trabajos para adecentar el entorno del baluarte, donde también se han quitado pintadas de los edificios que lo envuelven. El Ayuntamiento de Barcelona ha instado al menos a una comunidad a que asuma el gasto de acabar con los grafitis de unas torres de ventilación, sin valor patrimonial. En ese caso, la factura para los vecinos asciende a unos 800 euros.

Ahora cabe ver si los muros del Baluard del Migdia no son embadurnados de nuevo con espray. Vecinos de la zona aseguran que volvieron a ser pintarrajeados tiempo después de que el consistorio realizara labores de limpieza similares a las que ha efectuado en las últimas semanas.