Modelo de ciudad

El Saigón diario de la movilidad en Barcelona (según el RACC)

El 65% de los ciudadanos consideran que circular por Barcelona es muy complicado y aseguran que la ciudad no está preparada para garantizar la convivencia de tantos modos de transporte

La mayoría señalan al patinete como principal mal de la circulación, pero el 85% de los implicados en siniestros son vehículos a motor, por un 13% de bicis y VMP

calle Aragó

calle Aragó / FERRAN NADEU

Carlos Márquez Daniel

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Algo más de 100 km2 de superficie y 1,6 millones de habitantes dan para lo que dan. Barcelona es una ciudad densa en la que se registran cerca de seis millones de desplazamientos diarios. Y más cambiante que nunca, con nuevos actores en el espacio público, con la distribución urbana de mercancías disparada, con un urbanismo que ha osado tocarle la cara al Eixample de Ildefons Cerdà. Con todo, el RACC considera que atravesamos un momento crítico en cuanto a convivencia callejera. Porque la señalización carece de claridad, porque las normas de circulación son ahora más heterogéneas que nunca, porque hay patinetes y antes no estaban, porque el incivismo está por las nubes y porque falta planificación. O sea, la ciudad atraviesa una suerte de Saigón de intolerancia colectiva alimentada por una planificación urbanística demasiado variopinta. Siempre según el RACC, claro.

Patinetes y bicis comparten espacio con la calle de Aragó, la autopista urbana por excelencia de Barcelona

Patinetes y bicis comparten espacio en Aragó, la autopista urbana por excelencia de Barcelona / Ferran Nadeu

Esta entidad ha realizado 2.000 encuestas y 25.000 observaciones en distintos puntos de la ciudad. Los resultados arrojan una lluvia de titulares, como que el 65% de los ciudadanos (notas inferiores a seis sobre 10) consideran que moverse por la ciudad es complicado o que el 66% cree que Barcelona no está preparada para garantizar la convivencia de tantos modos de transporte en un mismo espacio. Antes esto era un campo de peatones, coches y motos, salpicados por furgonetas, taxis y autobuses, y ahora, en el mismo espacio, hay que hacer hueco a las bicis y a los patinetes, que son el modo de transporte que más crece. De hecho, el único que crece junto con los que se mueven a pie (movilidad activa en general), porque hay menos automóviles matriculados que nunca y las motocicletas se mantienen estables.

Un poco de contexto

La percepción del tráfico, tal y como se ve en la evolución histórica de los datos, puede leerse también en clave económico-social-sanitaria. La crisis iniciada en 2008 generó un bajón de la movilidad cercano al 15%. Menos tráfico es igual a menos congestión. El porcentaje de los que veían que la circulación empeoraba cayó de manera muy pronunciada entre 2008 y 2013. La recuperación económica a partir de ese año hizo que crecieran los desplazamientos, y por ende, también lo hicieron los atascos. Resultado: ese dato de malestar empezó a subir, hasta que con la pandemia, como es obvio, volvió a caer. Ahora, con la vuelta a la normalidad, y enamorados de esa ciudad de pajaritos y cielo azul, la percepción de caos se dispara una vez más. Y ahí estamos, con ese 54,8% de ciudadanos (en este caso, según la encuesta municipal de servicios municipales) que hoy creen que la circulación ha empeorado.

Usuarios de patinetes eléctricos por las calles de Barcelona

Usuarios de patinete eléctrico por las calles de Barcelona / Zowy Voeten

Puesto el contexto, lo que sí refleja el estudio del RACC es que la movilidad sigue moviéndose por bandas. No organizadas, pero bandas al fin y al cabo. También plasma una creciente sensación de inseguridad, sobre todo por parte de los más vulnerables. Lo bueno, además, es que el otrora automóvil club (ahora 'mobility club') realizó un informe similar en 2017, lo que permite comparar registros. Los ciclistas que se siente nada o poco seguros son el 34%, por un 15% de hace cinco años. En el caso de la moto son el 29% (23% en 2017), mientras que los peatones han pasado del 14% al 18% y los coches, del 8% al 7%. Los patinetes no tenían categoría entonces, y en la encuesta realizada este año son el 29% los que van con el miedo en el cuerpo. En resumidas cuentas, respecto a los tiempos anteriores al covid, todos menos el automóvil se sienten más vulnerables.

Conservadores de izquierdas

El RACC ha preguntado a los entrevistados quién tiene más actitudes de riesgo. Ahí es donde, no nos engañemos, sale un poco el cuñado que todos llevamos dentro. El resultado demuestra que, aunque las encuestas digan que somos una ciudad progresista y que se declara de izquierdas, en materia de movilidad somos más bien conservadores: el nuevo, el patinete, es señalado por todos, como a partir de 2007, con el nacimiento del Bicing, lo fue la bicicleta. Es el peor para peatones y ciclistas y el segundo peor valorado por coches y motos. El automóvil es la piedra más grande en el zapato de las bicis, el ciclista está en lo más alto del rechazo del conductor y los patinetes se quejan de los motoristas y de los viandantes por encima de todo lo demás. En global, el 85% de los encuestados considera que no existe respeto entre los distintos modos de transporte.

Accidente con dos motos y un coche implicados, el pasado julio, en Gran Via con Roger de Flor

Accidente con dos motos y un coche implicados, el pasado julio, en Gran Via con Roger de Flor / Ferran Nadeu

Todos estos datos se apoyan luego en las observaciones sobre el terreno. Los resultados dibujan una sociedad que cuando se trata de circular deja de lado la convivencia. Son los ritmos frenéticos propios de una gran ciudad, pero en este caso, con todo lo que puede significar en cuanto a siniestralidad. Recuerden, en los últimos 10 años más de 200 personas han perdido la vida en las calles de la capital catalana a consecuencia de un siniestro de tráfico. El 53%, motoristas, por cierto. El 40% de los peatones no cruzan correctamente la calle, el 51% de los ciclistas y patinetes rebasan el semáforo en rojo y el 91% no señalizan los giros, el 22% de las motos usan el carril bus y el 20% de los coches giran sin precaución. Parece que la movilidad activa es más furtiva, pero luego viene bien consultar los datos de accidentalidad. Los de 2021, por ejemplo: el 67% de los vehículos implicados en accidentes son coches o motos, por un 12,6% de bicis y patinetes.

Deprisa y despistados

Los resultados son también preocupantes en cuanto a la velocidad. Sobre todo en los carriles bici en acera (afortunadamente, quedan pocos), donde casi nadie respeta el límite de 10 km/h. Igual de mal las motos y los coches en las supermanzanas con ese mismo tope: el 94% lo superan. Los registros de la Guardia Urbana permiten comprobar hasta qué punto pisamos el acelerador más de la cuenta. Solo en 2021, se impusieron 358.000 multas por este concepto. Aunque es justo admitir, ha recordado el director del área de Movilidad del RACC, Cristian Bardají, que correr demasiado no está entre las principales causas de siniestralidad, donde sí destacan las distracciones, no respetar las distancias o los giros indebidos.

Radar instalado en septiembre en Mallorca, entre Nàpols y Roger de Flor, que forma parte de la 17 de punto que empezarán a sancionar en enero

Radar instalado en septiembre en Mallorca, entre Nàpols y Roger de Flor, que forma parte de la 17 de punto que empezarán a sancionar en enero / Álvaro Monge

Vista toda esta información, puede afirmarse sin excesivo margen de error que Barcelona es una ciudad de coexistencia, pero no de convivencia. Y según el automóvil club, el modelo urbanístico de los últimos años no ayuda, puesto que los usuarios de la vía pública naufragan con facilidad en una paleta de calles tan variada: red básica, zonas 30, plataforma única.., amén de los límites de velocidad, puesto que hay ocho distintos. El RACC recomiendo al ayuntamiento un red para peatones "más segura y mejor iluminada" y liberar espacio en las aceras (sacando motos, bicis, terrazas, mobiliario urbano...). También receta señalización clara para que bicis y patinetes no se metan donde no deben y puedan circular sin riesgo. Y en cuando a la red viaria, "caracterización inequívoca de las vías básicas y de las vías de tráfico local". Cada uno en su casa y dios en la de todos.