Nuevo recurso policial

La Guardia Urbana de Barcelona dota de palas detectoras de armas blancas a una treintena de patrullas

Barcelona detecta, como ha sucedido también en ciudades como Sevilla, Bilbao, Madrid o Valencia, un repunte de los incidentes con cuchillos o navajas

La alcaldesa Ada Colau ha inaugurado este martes una nueva comisaría en Ciutat Vella, el tercer equipamiento municipal en una zona compleja

Comisaría del Raval

Comisaría del Raval / FERRAN NADEU

Guillem Sánchez

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La Guardia Urbana de Barcelona ha dotado de palas detectoras de armas blancas a una treintena de patrullas. La medida se toma después de constatar que el instrumento se había quedado sin efecto al quedarse el cuerpo municipal sin la gestión de detenidos, que asumen los Mossos d'Esquadra. Además de las que quedaron en desuso, el Ayuntamiento de Ada Colau ha comprado más unidades y, en total, ha puesto a disposición de los agentes de seguridad ciudadana cincuenta unidades.

"Es una medida que no es invasora para las personas", ha subrayado este martes el intendente Pedro Velázquez, máximo responsable de la Urbana, en la presentación de la nueva comisaría de Ciutat Vella en la calle de Tàpies, la tercera sede de la Urbana en el distrito más complejo de la ciudad, tras la histórica del número 43 de La Rambla y la de la Barceloneta, compartido con los Mossos.

Las palas detectoras son las menos invasoras porque permiten detectar navajas o cuchillos --elementos metálicos, en definitiva-- sin necesidad de palpar el cuerpo del sospechoso. El recurso, además, llega tras años durante los que se ha ido detectando progresivamente un aumento de los incidentes en los que hay armas blancas implicadas.

Más navajas

"No se trata de un fenómeno concreto de Barcelona", ha remarcado Velázquez. "Al hablarlo con policías de Sevilla, Madrid, Valencia o Bilbao han constatado la misma tendencia", ha asegurado. El uso de palas detectoras puede resultar útil para desarmar a jóvenes que salen de casa con machetes y navajas ocultas en el bolsillo. Las víctimas de los dos últimos asesinatos registrados en Barcelona han sido muy jóvenes y han muerto acuchillados en reyertas. Las navajas no asoman únicamente en los homicidios, también en peleas que años atrás quizás se habrían saldado sin puñaladas.

Llevarán las palas detectoras una treintena de patrullas, sobre todo de los turnos de tarde y noche, y también agentes de tráfico, dado que los detenidos que se practican por delitos contra la seguridad vial sí que siguen recalando en calabozos de la Urbana.

Nueva comisaría

Colau ha defendido en la inauguración de la nueva comisaría que el distrito de Ciutat Vella es "seguro" y ha cargado contra los intereses que tratan de mantener el relato contrario. La delincuencia ha bajado un 22% desde enero en comparación con el mismo periodo de 2019, cuando se alcanzó un techo delincuencial.

El nuevo equipamiento estará junto a la comisaría de los Mossos, en la calle de Nou de la Rambla. Será la sede de las patrullas de Ciutat Vella mientras que la base de La Rambla servirá para alojar las unidades destinadas a combatir la violencia machista y recoger las denuncias del ciudadano, dado que se encuentra en un punto neurálgico de la ciudad.

"Barcelona es transparente", ha reivindicado Albert Batlle, responsable de seguridad consistorial. "No es como otras ciudades en las que existen barrios vetados a la policía", ha defendido, tras señalar que los puntos más conflictivos se encuentran en el centro de la ciudad, como el barrio del Raval, que, por el contrario, generan un eco mayor.

La nueva comisaría refuerza "el compromiso" de la ciudad con "la seguridad", ha asegurado Colau, que ha añadido que durante su mandato se han convocado mil plazas nuevas de funcionarios policiales y que el cuerpo municipal alcanzará, por primera vez en su historia, la cifra de 3.500 agentes.

El problema del narcotráfico

Durante la rueda de prensa, tanto Colau, como Batlle, como el edil de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, aprovechando la presencia de los mandos de los Mossos d'Esquadra en el acto, han recordado el problema que persiste en el distrito, y sobre todo en el Raval, de tráfico de droga. Colau ha razonado que ya en el pasado se desencadenaron operaciones policiales que cercenaron la cabeza de los responsables de la distribución de las redes que actúan en el Raval y ahora, ha pedido, es momento de retomar esas investigaciones más ambiciosas.

Rabassa, por su parte, ha pedido una unidad de investigación específica para el narcotráfico en Ciutat Vella. Una petición que llega después de la creación del grupo Titani por parte de los Mossos que se especializó durante el verano en la investigación de los robos violentos de relojes de gama alta a turistas con el objetivo de detener a los ladrones pero también de llegar hasta quienes estaban comprando estas piezas de joyería usurpadas. El grupo Titani cosechó resultados positivos y el edil confía en que una unidad permanente que esté concentrada en la lucha contra el tráfico de substancias estupefacientes por parte de la policía catalana dará también resultado.

De los narcopisos --domicilios ocupados por traficantes de droga que dejaban a los compradores consumir en el interior del inmueble-- se pasó a los puntos de venta. Y ahora, tras haber clausurado 61 pisos en manos de traficantes solo en 2021, la percepción consistorial es que lo que ha aumentado es el menudeo en la vía pública. Sobre este fenómeno es sobre el que se debe actuar en coordinación con los Mossos.

La nueva comisaría está a solos unos metros de la sede de la policía catalana del distrito de Ciutat Vella. "Si quedaban flecos por resolver en materia de coordinación, podremos hacerlo ahora", ha remarcado Velázquez.