Barcelona licita el mantenimiento de 30 radares no previstos por ahora

Se está poniendo interesante la narrativa del despliegue de radares en Barcelona. Si esto fuera una obra de teatro, la cosa quedaría más o menos de la siguiente manera. Acto 1, marzo de 2021: la concejala de Movilidad Rosa Alarcón anuncia la pronta instalación de 46 nuevos controles de velocidad en la ciudad, con la novedad de que se colocarían en el interior del núcleo urbano. Acto 2, febrero de 2022: la nueva responsable de Movilidad, Laia Bonet, reduce el plan a menos de la mitad, 21 en total, y del resto dice que ya se verá pero deja claro que no están contemplados por ahora. Acto 3, septiembre de 2022, con cuatro nuevos radares de tramo ya en marcha desde mayo, se activan los 17 postes restantes, que serán pedagógicos y no multarán hasta enero. Acto 4, octubre de 2022: el Ayuntamiento de Barcelona licita el mantenimiento de radares de punto durante los próximos tres años y, oh sorpresa, se incluye la lista completa de los 46 del primer acto. Así las cosas, en esta representación hay dos posibles conclusiones: los radares se pondrán aunque el consistorio no lo admita o el ayuntamiento está dispuesto a pagar por el cuidado de unas máquinas que no tiene previsto instalar.

El importe económico del proyecto para estos 36 meses es de 1.319.121,49 euros, IVA incluido, y a partir de este precio orientativo, las empresas interesadas tienen hasta la medianoche del 29 de noviembre para presentar sus ofertas. El montante, tal y como describe el pliegue de prescripciones técnicas, incluye "gastos generales, beneficio industrial, mantenimiento de maquinaria y programario, gestiones y peticiones de permisos, incluso los cortes de carriles necesarios" para la instalación de postes y casetas. Un portavoz municipal aclara que la empresa ganadora irá cobrando en función del trabajo que se vaya haciendo. Es decir, que si mantiene 17 cobrará por 17. Si se encarga de 46, se embolsará el dinero correspondiente a 46.

"Implantación progresiva"

El consistorio argumenta que la inclusión de todos los radares es un gesto "en previsión de que en un futuro se decidiera ampliar la actual red de radares de la ciudad". El contrato, de tres años, prorrogable a uno más, se refiere solo del mantenimiento y reposición de los controles de punto, situados en entornos escolares o en cruces en los que el exceso de velocidad ha generado siniestros de tráfico. Es decir, que los de tramo, los cuatro nuevos y el quinto que ya funciona desde octubre de 2015 en la Ronda de Dalt entre Karl Marx y el nudo de la Trinitat, van por otro lado. Sobre los 27 que faltan, que es la diferencia entre los 17 ya instalados y los 46 presentados en marzo de 2021 y recogidos en la licitación, fuentes municipales recuerdan que ya quedó claro que se ha optado "por una implantación progresiva y pedagógica y que de momento se apuesta por estos primeros 17 para poder evaluar su efectividad".

El concurso, y es una práctica habitual ante posibles eventualidades, se reserva una partida extraordinaria del 20% del presupuesto (hasta 1,6 millones de euros), entre otras cosas, para tener en cuenta "la instalación de más unidades a mantener de las previstas inicialmente". En el documento de prescripciones técnicas, sin embargo, se incluyen los 46 del plan inicial de marzo de 2021, tal y como puede comprobarse en la página 6 del informe, donde se detallan "46 cinemómetros laser TRUCAM II en cabina" y "46 cinemómetros pedagógicos". También aparecen en el anexo 1, que incluye dos planos con la situación de 72 controles de velocidad, incluidos los 46 detallados hace un año y medio por la concejala Alarcón, que aquel día aseguró que estarían instalados antes de finalizar 2021. aunque con algunos errores, como confundir Muntaner con Rocafort en el caso del radar sito entre Còrsega y Rosselló.

Las sanciones

A pesar de que los radares fijos de velocidad están señalizados porque así lo indica la ley, las multas por exceso de velocidad siguen registrando en Barcelona cifras inquietantes. En 2021, las cámaras cazaron a un total de 358.097 infractores, casi mil cada día. Si el número les parece un escándalo, lo que sucedió en 2020, con los índices de movilidad por los suelos, con las calles vacías, con las rondas en formato circuito automovilístico, rozó lo escandaloso. Durante el primer año del covid, con semanas en las que el tráfico se redujo hasta un 90%, se sancionó a un total de 604.104 conductores por correr más de la cuenta, 1.655 diarios. A partir de enero también sancionarán los 17 de punto instalados con el inicio del curso escolar. Falta que entren en acción los 27 restantes, que según el concurso público, están más que previstos, y según el ayuntamiento, ya veremos.

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