Nuevo equipamiento

Los promotores del Hermitage cambian Barcelona por L’Hospitalet con un proyecto para 50 años

Tras la guerra de Ucrania, la iniciativa descarta cualquier acuerdo con el museo ruso para centrarse en un espacio "de arte físico y digital multidisciplinar" en la antigua fábrica Godó i Trias

El centro, con vocación internacional, llevará por nombre The Factory Museum y aspira a una cesión de cinco décadas del inmueble protegido de titularidad pública 

L’Hospitalet 13/10/2022 Antiga fàbrica Godó i Trias, de L'Hospitalet FOTO de FERRAN NADEU

L’Hospitalet 13/10/2022 Antiga fàbrica Godó i Trias, de L'Hospitalet FOTO de FERRAN NADEU / FERRAN NADEU

Natàlia Farré

Natàlia Farré

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De Barcelona a L’Hospitalet de Llobregat. Este ha sido el recorrido realizado por Varia Investment Cultural, los promotores de la ya descartada franquicia del Hermitage en la Nova Bocana del puerto de Barcelona, y ahora con una nueva iniciativa sobre la mesa en el consistorio de L’Hospitalet de Llobregat. Concretamente, este jueves la junta de gobierno del municipio ha aprobado publicitar y abrir un plazo de 20 días de alegaciones del proyecto presentado el pasado mes de julio por el grupo inversor. Lo que pretende el promotor es la cesión por 50 años de la ocupación de la antigua fábrica textil Godó y Trias, de titularidad municipal y con protección patrimonial, para desarrollar The Factory Museum.

Inversión de 50 millones

Con el nombre warholiano, el grupo plantea “un museo de arte físico y digital multidisciplinar que acogerá exposiciones inmersivas históricas y contemporáneas, además de un centro de investigación y espacios destinados a artistas”, afirman. El proyecto se plantea con fases, una primera con la rehabilitación y el uso del espacio patrimonial, y otra más ambiciosa a medio o largo plazo que contempla la construcción de un nuevo edificio en los terrenos adyacentes y calificados para uso cultural, además de la participación de terceros actores. El resto de detalles están por concretar a la espera de que el proyecto sea aceptado. Aunque fuentes de los promotores sí confirman que supondría “una inversión privada en un edificio público de más de 50 millones de euros”.  

Edificio patrimonial

De entrada, ha sido bien recibido por el consistorio de L’Hospitalet, no en vano, la iniciativa ayudaría a significar la ciudad como polo de las artes y reforzaría el distrito cultural, además del distrito económico (la antigua fábrica está junto a la plaza de Europa); algo que no pasa desapercibido por los inversores que defienden el proyecto como una “propuesta cultural educativa” que busca actuar como “nuevo eje vertebrador dentro de L’Hospitalet que uniría el área histórica con la parte más moderna” en una zona de “gran afluencia de público” junto a la Fira de Barcelona y la Ciutat de la Justícia.

Tampoco desprecian en el municipio que la propuesta supondría la rehabilitación de un edificio patrimonial que explica la memoria industrial de la ciudad y la apertura a la ciudadanía de un espacio ahora en desuso. Y que su restauración significaría, además, tener un ‘pritzker’ en L’Hospitalet, pues la propuesta para recuperar la antigua fábrica correrá, en caso de producirse, a cargo de RCR Arquitectes, el estudio ganador del conocido como nobel de la arquitectura en 2017. Pero lo suyo es seguir el proceso jurídico pertinente y dar la opción a presentar otros proyectos en caso de que los hubiere. También está el tema no menor de dar por definitivamente finiquitado el convenio que el Ayuntamiento de L’Hospitalet firmó con unos inversores chinos para crear un centro de medicina tradicional del país asiático en la fábrica Godó i Trias que no ha prosperado.

Lógica metropolitana

El viaje del proyecto de Barcelona a L’Hospitalet debe gran parte al empeño del grupo municipal del PSC en la capital catalana por consolidar la iniciativa del Hermitage: “Siempre defendimos la necesidad de llegar a un acuerdo para dar cabida a un espacio cultural de inversión privada”, argumenta Xavier Marcé, concejal de Turismo e Industrias Creativas. Con la judicialización del proceso –los recursos entre las partes implicadas, también el puerto, están ya presentados con una reclamación patrimonial al consistorio de 141 millones en curso - y otras ciudades como Málaga y Madrid postulándose para acoger el proyecto, los socialistas pusieron sobre la mesa de los promotores la opción de L’Hospitalet: “Una idea que funciona con la lógica mentropolitana, que refuerza el espacio de la Fira y el distrito cultural de L’Hospitalet en una ubicación que es claramente barcelonesa”, a juicio del regidor. 

El espacio gustó por su concepción y situación, y se abrieron las conversaciones con el consistorio de Núria Marín. Al principio, la apuesta por el Hermitage seguía en pie pero la guerra de Ucrania obligó a dejar de lado a la pinacoteca rusa y replantear totalmente el proyecto finalmente presentado, que no tiene nada que ver con el museo de San Petersburgo. Y que parece gustar tanto a la segunda como a la primera ciudad catalana: “Es una buena noticia que la inversión se quede en la Barcelona metropolitana. De hecho, desde el PSC hemos trabajado para que la iniciativa no marchara a otras ciudades del resto del Estado. L’Hospitalet forma parte de la realidad metropolitana de Barcelona y esto nos ha de permitir vincular el distrito cultural de L’Hospitalet con la potencia cultural de Barcelona”, asegura Jaume Collboni primer teniente de alcalde de Barcelona.