Barcelona triplicará los controles para acceder a la zona de bajas emisiones

La zona de bajas emisiones (ZBE) de Barcelona tendrá pronto más puntos de control de matrículas después de que el Ayuntamiento haya cerrado un concurso público que amplia de 20 a 62 los lugares en los que se audita si un vehículo, en función de su etiqueta ambiental, puede entrar o no. De esta manera, la ciudad dispondrá de un centenar de cámaras situadas tanto en las salidas de las rondas como en el interior de la ciudad. El coste de la licitación es de casi 1,2 millones de euros.

El consistorio anunció la semana pasada su intención de aliviar las condiciones para poder entrar en la ZBE con un coche contaminante. Ahora podrán acceder las familias con rentas bajas, los autónomos que acrediten que se jubilan en cinco años y las personas que vayan acudan de manera recurrente a un tratamiento médico. También se ampliará a partir de enero, tras superar todo el proceso burocrático de modificación de la ordenanza, el número de días con permiso para entrar: de 10 a 24. Puede parecer un paso hacia atrás, pero es una manera de blindarse ante posibles nuevas demandas (sigue su proceso el recurso municipal a la sentencia del TSJC que en marzo tumbó el paraguas ambiental) y de poder hacer nuevos pasos hacia adelante, como la posibilidad de que tampoco puedan entrar en el terreno que marcan las rondas los vehículos con etiqueta amarilla.

Todo ello se hará de la mano de las sanciones que ya se aplican por el incumplimiento de la normativa. Ahora son 20 los puntos de control y con el nuevo concurso público, el año que viene, a partir del segundo semestre, deberían ser 62, con entre una y tres cámaras por 'check point'. Se instalarán en lugares como el paseo de Santa Coloma, la Ronda del Mig, Bonanova, Diagonal, avenida de Vallcarca, Balmes, Sardenya, Aragó, Travessera de les Corts, Isabel II, Via Laietana o la avenida de Madrid.