Trias ultima en Londres su decisión de volver a presentarse a las municipales

Xavier Trias pidió estabilidad en Junts per Catalunya y en el seno del Govern de coalición que el partido mantenía con ERC como una de sus 4 condiciones para presentarse a las elecciones municipales de mayo en Barcelona, y esta estabilidad, que no es que fuera muy sólida, ha saltado por los aires. Y pese a ello, el exalcalde no ha arrojado la toalla.

Más bien al contrario: todos los consultados creen que se tomará unos días para digerir la ruptura del Ejecutivo catalán para acabar confirmando que se presenta. “Entendemos que es cuestión de días que confirme que se presentará”, asegura Jordi Martí Galbís, portavoz de Junts en el Ayuntamiento de Barcelona. Y agrega: “Tenemos encuestas buenas tirando a muy buenas”.

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Visita privada

Junts mantiene el apoyo a que encabece su lista en la capital catalana, con el objetivo de presentar batalla y la convicción de que no será un comparsa de la cita, que tiene opciones de gobernar. Entretanto, Trias no se ha pronunciado sobre sus planes y se encuentra en Londres en una visita privada con amigos. No es que pueda retrasar mucho el anuncio de cuáles son sus planes. Sus rivales dan por hecho desde hace semanas que se presentará, y de hecho muchos esperaban que lo anunciara por la Mercè.

En cuanto a sus partidarios, una candidatura de Trias es una opción que se presenta más que conveniente en el contexto de la situación de Junts en el Ayuntamiento de Barcelona, donde es intrascendente en las votaciones desde que se inició el actual mandato, en 2019. La oposición que encabezó Elsa Artadi fue de perfil duro en el discurso, pero su abandono lo dejó en nada. Las perspectivas electorales eran entonces considerablemente negativas.

Sin oposición interna

Si Trias decidiera ahora no presentarse, la situación de desazón sería considerable. Lo que parece claro, dicen fuentes del partido, es que tras lo sucedido en el Gobierno catalán, todo indica que si el exalcalde decide presentarse no habrá un debate interno entre los posconvergentes que pueda cuestionar ese paso. No es momento para más tormentas en Junts.

En cuanto a las encuestas que cita Martí, hay quien dice que superan los 10 ediles que logró en 2015, y otros que rebajan el pronóstico a 8 o 9 ediles, que ya serían tres o cuatro más de los que el grupo tiene ahora.

Trias fijó cuatro condiciones para encabezar la lista posconvergente en mayo: libertad para hacer la lista; estabilidad en Junts y en el Govern; libertad para elegir coaliciones poselectorales, e irse a su casa si no se convierte en el próximo alcalde.

Un pacto con el PSC

La primera parece garantizada. La segunda no se dará, y ahora toca digerirlo y seguir adelante pese al incumplimiento. De hecho Trias ya ha rectificado antes, puesto que en mayo aseguró que no se presentaría y luego lo ha reconsiderado. La tercera parece ahora más fácil que antes: una vez roto el Govern compartido con ERC, ¿quién se opondría a que Trias se apoyase en un tercero, llámese PSC, para dejar a Colau y Ernest Maragall, alcaldable de ERC, fuera del gobierno?

La última condición también es aceptada, y parte de la convicción de que si Trias se va, quedarán perfiles para encabezar el grupo, sea el de su presidenta actual, Neus Munté, o la del ya exconseller de Salut, Josep Maria Argimon, llamado a figurar en la lista de Trias como número tres. Y si aunque se vaya, el exalcalde ha mejorado los números de Junts, a nadie en el partido le parecerá mal.