Las playas metropolitanas empiezan su hibernación

Las playas metropolitanas de Barcelona se preparan para el invierno. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) llevará a cabo tareas de desmontar y retirar parte del equipamiento y mobiliario que han dado servicio durante la temporada de verano. Estas actuaciones, con el fin de proteger todo este mobiliario de cara a próximos temporales, se alargarán hasta finales de octubre, produciéndose gradualmente a medida que los diferentes municipios finalicen formalmente la temporada de baño y la prestación de los servicios de vigilancia.   

La regresión del litoral ha implicado la reducción de la anchura de las playas y algunas modificaciones en las pendientes, hecho que hace aumentar la vulnerabilidad y la exposición de las diferentes instalaciones, las cuales hace años se situaban más cerca del mar.

Por estas razones, AMB ha decidido retirar y proteger módulos de salvamento y primeros auxilios, sillas de vigilancia, lavabos y vestuarios adaptados, pasarelas adaptadas enrollables y plataformas de madera, elementos de señalización de servicios y balizamientos, aparcamientos para bicicletas, papeleras y más de 30 kilómetros de balizamientos marinos.

Pese a la retirada de todos estos elementos del mobiliario, gran parte del equipamiento de las playas metropolitanas seguirá en disposición de los usuarios que también quieran disfrutar de la playa durante el otoño e invierno. El jefe del Servicio de Playas de la AMB, Daniel Palacios, afirma que su “gestión se adapta a un uso continuo los 365 días del año”.

Más afluencia nocturna

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La AMB ha constatado un cambio de uso en las playas metropolitanas este verano. La afluencia de usuarios ha incrementado en horas nocturnas, huyendo de las altas temperaturas registradas y llevando el ocio nocturno cerca del mar. Barcelona ha registrado 114 noches con temperaturas superiores a 20°.

Este aumento de visitantes nocturnos ha condicionado las tareas de limpieza y mantenimiento de las playas. La AMB ha reajustado el horario de limpieza, empezando más tarde, en muchos casos a partir de las 2:00h y reforzando la limpieza manual. Por otro lado, el uso intensivo y casi 24 horas del equipamiento ha hecho necesario incrementar las inspecciones y el mantenimiento.