Desalojo inminente

Presión al Ayuntamiento de Barcelona para que salve el ‘Hort d’en Tomàs’

El apoyo de la UB y colectivos vecinales al huerto apremia al distrito de Horta-Guinardó a parar el desahucio, previsto para el 18 de octubre

El 'Hort d'en Tomàs', situado en el barrio de Montbau, en Barcelona.

El 'Hort d'en Tomàs', situado en el barrio de Montbau, en Barcelona. / Zowy Voeten

Jordi Ribalaygue

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De no producirse un vuelco en los próximos días, el terreno que Tomás Cedillo comenzó a sembrar hace 33 años será arrasado en los pies de Collserola. El ‘Hort d’en Tomàs’ -vestigio de los cultivos autogestionados de Barcelona y embrión de un proyecto de agricultura sostenible- afronta la orden de desmantelamiento que el distrito de Horta-Guinardó ha dictado para que se cumpla el 18 de octubre. Tanto los descendientes del primer labrador de la parcela del barrio de Montbau como el ayuntamiento se declaran predispuestos para que prosiga la labor del huerto, que se pretende abierto a vecinos y estudiantes. Sin embargo, las posiciones siguen alejadas mientras se aproxima el día del desahucio, al que los responsables del campo de cultivo piensan oponer resistencia. En paralelo, la Universitat de Barcelona (UB) y colectivos vecinales respaldan a los herederos de Cedillo, también ante el distrito, lo que suma presión para que la expulsión se detenga y se busque una solución. 

El solar en disputa está pegado al campus Mundet de la UB y se halla cerca de la Facultad de Educación, comprometida con el ‘Hort d’en Tomàs’ e interesada en que perdure para que los futuros profesores aprendan de él. “El huerto es una oportunidad para nuestros estudiantes”, sostienen en la facultad, donde opinan que la labranza guarda valores pedagógicos. En ese sentido, recuerdan que la agricultura se ha abierto hueco en los colegios a medida que la preocupación por el cuidado del medio ambiente y la alimentación saludable se ha generalizado. 

“Muchas escuelas e institutos tienen huertos, que impulsan en línea con los objetivos de desarrollo sostenible”, destacan en la UB. La Facultad de Educación ha sellado un acuerdo para que un grupo de universitarios se involucre con el ‘Hort d’en Tomàs’, que hace bandera de un modelo autosuficiente, basado en un sistema de riego a base de agua de lluvia almacenada. Está previsto que los primeros alumnos acudan al campo este curso y están programadas unas sesiones informativas este jueves, 12 días antes de la fecha en que la huerta podría ser destruida por orden municipal.  

"Inviable" sin dinero público

A su vez, entidades de barrio se han alineado con la propuesta que trata que el huerto sobreviva en su ubicación. La Asociación de Vecinos de Montbau dirigió un escrito al distrito en que manifiesta que respalda el proyecto ideado por los parientes de Cedillo, fallecido en 2013. El presidente del colectivo vecinal, Narcís Serrats, advierte que la cuestión va más allá de conservar un emplazamiento donde la plantación ha pasado casi desapercibida hasta que los guardas forestales del Parc de Collserola se percataron hace unos meses que invade suelo público sin permiso.

“No se trata solo de salvarlo, sino de que haya inversión para mantener el proyecto. A nosotros nos gusta, pero es inviable sin una administración que lo lleve y ponga dinero. Y, ahora mismo, eso no existe”, observa Serrats. El nieto de Cedillo e impulsor de la idea de que el huerto perviva, David Mesa, cree que el ‘Hort d’en Tomàs’ puede albergar entre “30 y 40 personas” si se promueve en el vecindario como espacio de aprendizaje y autoconsumo. Sin embargo, el plan topa con el pulso que los partidarios y el distrito tienden sobre si existe posibilidad de legalizar el cultivo, carente de autorización para permanecer en un terreno municipal. 

“La única cosa que falta es hacer un plan especial, pero el distrito lo descarta y no quiere suspender el desahucio”, lamenta Mesa. Por su parte, el distrito de Horta-Guinardó responde que los planes especiales solo se redactan “en situaciones muy excepcionales” y su tramitación es “compleja”. Opone que ha ofrecido a la familia un descampado “donde se pueda desarrollar el proyecto”, con la condición de que antes se deje libre el espacio actual, incluido en el territorio del Parque Natural de Collserola.

El ayuntamiento ofreció que el ‘Hort d’en Tomàs’ se desplazara unos 50 metros. Sus responsables lo han desechado. “Allí ya hubo otro proyecto que fracasó porque las condiciones del terreno no son óptimas”, asegura Mesa. Además, defiende que la tierra que su abuelo aró alberga valor sentimental y ecológico. “Es esencial para nuestra filosofía”, aduce.

El distrito se declara con voluntad de “estudiar diversas alternativas” para que se labre otro campo. Las autoridades municipales esgrimen que es irreversible que “se restituya la legalidad” del solar ahora ocupado y, en consecuencia, dan por inaplazable la inminente orden de expulsión. En cambio, ERC reclamará en el pleno de Horta-Guinardó de este jueves que el ‘Hort d’en Tomàs’ se proteja y que el desalojo se paralice. Por su parte, Mesa dice que extenderán la mano “hasta el último momento” para hallar una fórmula que respete el legado de su abuelo. “Si no, intentaremos resistir para que no se desmantele y, luego, seguiremos explorando la vía del diálogo”, promete.