Barcelona aplaude a Itziar González, sin el apoyo del PSC, por su denuncia de la corrupción

Emocionada, frenando las lágrimas, la exconcejala de Ciutat Vella Itziar González se ha declarado este viernes reconciliada con el Ayuntamiento de Barcelona. Lo ha hecho 12 años después de dimitir a causa de las amenazas que recibió por denunciar un caso de corrupción en el distrito que dirigía, vinculado con la concesión irregular de licencias de pisos turísticos, zanjado con 17 condenados en septiembre pasado.

En 2008, alguien entró por la fuerza en el piso de González, empezaron las amenazas de la trama. Y una gran sensación de soledad. Ella y la funcionaria Lourdes Conesa, que también denunciaba las irregularidades y que también sufrió amenazas por ello, han visto hoy un tanto reparado el dolor sufrido. El pleno municipal ha aplaudido su papel, su valentía, mediante dos propuestas de Barcelona en Comú y ERC, algo distintas pero en el fondo similares, reconociendo su papel ante la corrupción, que la sentencia de septiembre deja clara, como alertadoras de un caso de corrupción, una figura regulada por la UE, y en trámite de serlo en España. Iniciativas que contemplan una posible indemnización económica.

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Agarrándose a las dudas de si ese pago procede, entre otros aspectos, el PSC no ha apoyado las proposiciones: se ha abstenido en los dos casos, al igual que el PP y Valents. Han prosperado con el apoyo de los ‘comuns’, ERC, Junts per Catalunya y Ciutadans.

Reunión y comparecencia

Antes de que se abordaran las proposiciones, González y Conesa han comparecido en el Saló de Cent con la alcaldesa, Ada Colau (que las había recibido antes en su despacho), con el jefe de filas de ERC, Ernest Maragall y algunos de sus concejales, y con Jordi Martí Galbís y Francina Vila, de Junts per Catalunya. Es decir, con Ciutadans, que no ha enviado nadie al Saló de Cent, los grupos que han votado a favor de las dos proposiciones.

Colau ha subrayado el “reconocimiento” a las dos profesionales tras el “recorrido infernal” que hicieron desde que denunciaron las irregularidades. También ha recalcado que el ayuntamiento no las acompañó y ha anunciado que el distrito de Ciutat Vella ha incoado de oficio un expediente para analizar la posible compensación patrimonial a las afectadas por el daño sufrido. Maragall y Martí Galbís se han pronunciado en términos similares.

Ni una llamada

Conesa se ha mostrado “especialmente agradecida” a Colau y a la gerente municipal, Sara Berbel, ha recordado cómo fue apartada de su cargo en Ciutat Vella de una forma que considera inmerecida: “No pude ni despedirme de mis compañeros”. Y ha concluido que pese a todo lo vivido, no alberga dudas: “Volvería a hacer lo que hice”.

Sobre la falta de apoyo institucional, ha explicado: “No recibí ni una sola llamada del ayuntamiento para saber si estaba bien o si estaba. He tenido miedo, me he sentido muy sola”. También ha agradecido su apoyo a González, que, de hecho, ha lamentado no haberle prestado más.

Emociones negativas

La exconcejala ha exhibido el pin del ayuntamiento que como tal llevaba años atrás, que, dice, no se volverá a quitar. Ha agradecido su respaldo a Barcelona en Comú, ERC y Junts, así como a Ciutadans, por su voto favorable. Lo más llamativo de esa comparecencia ha sido la ausencia del PSC. “Lamento profundamente que no estén aquí”, ha dicho González sobre los socialistas. “Lamento que hayan hecho una lectura frentista y personal de un acto de reparación”, ha añadido.

Pero se ha mostrado comprensiva: “Yo misma destilo emociones negativas y lo lamento. Creía que era mejor persona pero estoy enfadada y dolida”. Lo ha dicho con media sonrisa en la cara. Se la veía satisfecha por el desenlace.

Los funcionarios honrados

Fuentes del PSC han explicado antes de que se votara que se abstendrían ante las dos propuestas. Han asegurado que pese a ello están con González en este tema, pero consideran que dar su apoyo a las iniciativas supondría una especie de ataque a los funcionarios públicos, cuando creen que el 99% del colectivo es honrado. Explicaciones que no han mitigado la dureza de la imagen del Saló de Cent, donde una exconcejala del PSC ha visto como ni un solo miembro de ese partido compartía foto con ella en el momento en el que ella se ve acompañada por el consistorio por primera vez en más de una década.

El PSC también recela de la parte en la que los ‘comuns’ y ERC proponen analizar la restitución patrimonial a las afectadas, y cree que en todo caso ellas deberían denunciar si creen que merecen una compensación, y que no sea el consistorio quien se abra a entregarla. Es el mismo motivo que han esgrimido el PP y Valents para no apoyar las proposiciones.

“Tenemos serias dudas legales”, ha dicho la socialista Montserrat Ballarín, sobre la compensación patrimonial que el ayuntamiento estudiará a partir del expediente incoado este mismo viernes. La sentencia, ha subrayado Ballarín, indica que son las afectadas las que deberían pedir la reparación económica.

El calvario y la foto

Pero más allá de si habrá o no pago, lo que ha quedado claro es que González y Conesa vivieron un calvario por denunciar las irregularidades, que tras la sentencia que las reconoce como afectadas este viernes el ayuntamiento por primera vez les ha mostrado su apoyo y que sus excompañeros del PSC han preferido no salir en esa foto.