La ciudad sostenible

El Eixample corona su primera 'Illa Eficient'..., quedan 419

La colocación de placas fotovoltaicas culmina un proyecto con el que 700 vecinos prevén recortar hasta un 48% su factura de la luz

Colocación de las placas solares en la primera manzana eficiente del Eixample. edificio: Gran Via 469

Colocación de las placas solares en la primera manzana eficiente del Eixample. edificio: Gran Via 469 / MANU MITRU

C. Cols

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420 manzanas tiene el Eixample. Solo una de todas esas colmenas de propietarios (en este caso, 390 pisos, unos 700 vecinos) puede presumir de tener entre manos un proyecto para ser ser energéticamente eficiente con cifras que impresionan. Lo comenzará a ser exactamente cuando se conecten a la red las placas fotovoltaicas que esta semana han comenzado a instalar los técnicos en la primera de esas fincas, la guinda de un proyecto ejecutado durante el último año en que los trabajos han consistido hasta ahora en renovar las capas aislantes de las fincas, sustituir ventanas (que son distintas según cuál sea la orientación de las vistas) y, en resumen, actuar en todos aquellos aspectos que permitan reducir el consumo eléctrico y las emisiones de CO2. Pretenden que esta manzana sea conocida como ‘L’Illa Eficient’. Merecerá sobre todo ese nombre si, como está previsto, la factura de la luz de los vecinos se reduce en el mejor de los casos hasta un 48%. Las placas y sus baterías suministrarán la totalidad de la energía común (ascensores, luces de la escalera...) y el resto, como obliga la ley, se verterá a la red de las compañías a cambio de un descuento en la factura.

Esto podría definirse como una prueba piloto, pero eso sería quedarse corto. Efectivamente, es un primer ensayo de lo que ahora se llevará a cabo en otras siete escaleras de esa misma manzana, más adelante en otras y, quizá algún día, en muchas de las 419 manzanas restantes del resto del Eixample y del resto de Barcelona. Habitat Futura, la empresa que convenció a los propietarios de los pisos, reconoce que hay, por supuesto, construcciones eficientes en otros lugares. La singularidad de estas es que se trata de 22 comunidades de vecinos cuyo único denominador común hasta ahora es que estaban dentro del solar que delimitan la Gran Via y las calles de Calàbria, Diputació y Viladomat. De esas 22 fincas , 13, por ejemplo, fueron construidas en los años 20 del siglo pasado y cinco tienen menos de 30 años de vida arquitectónica. Los intereses a poner en común, en especial si se tiene en cuenta que se trata de una suma importante de dinero, casi cuatro millones de euros en esta primera fase de ocho fincas, son muchos y complejos.

Una grúa de mudanzas sube al tejado de la finca las placas.

Una grúa de mudanzas sube al tejado de la finca las placas. / MANU MITRU

Si la importancia de un proyecto se puede evaluar por el número y la categoría de cargos públicos que asisten, como este es el caso, a la colocación de unas placas solares, ‘L’Illa Eficient’ es un notable hito. Ahí ha estado el director general de Vivienda y Suelo del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Javier Martín Ramiro, y la concejala de Vivienda y Rehabilitación del Ayuntamiento de Barcelona, Lucia Martin.

Lo interesante de este proyecto no es tanto cómo se consigue tecnológicamente el ahorro energético, porque las ingenierías que lo hacen posible son conocidas y están disponibles en el mercado, sino cómo se transita administrativa y económicamente la rehabilitación.  Los vecinos solicitan al alimón una ayuda de los fondos Next Generation, creados, entre otros muchos propósitos, para este fin del ahorro energético. Esa es la aportación inicial para poner en marcha la operación. La empresa aporta el resto, que recuperará con el cobro de cuotas mensuales durante 10 años. Con este sistema, los vecinos no solo pueden logran su propósito, economizar en la factura de la luz, sino también ahorrarse unos hercúleos trabajos administrativos que sin asesoría legal es muy difícil culminar. En cualquier caso, esta primera finca en la que ya se han instalado las placas solares, en la esquina de la Gran Via con Calàbria, ha contado con una subvención inicial de tres administraciones, la central, con 600.000 euros, la autonómica, con 200.000, y la municipal, con 535.000. Son sumas importantes de dinero público, pero como explica la concejal de Vivienda del Ayuntamiento de Barcelona, están bien destinadas si con ello se demuestra al resto de vecinos de la ciudad que es posible ahorrar hasta un 48% en la factura eléctrica y, además, lograr que el piso sea más confortable climáticamente.